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30 junio, 2011

Un líder o un padre simbólico

El slogan “yo creo en Dios” fue efectivo a la hora de decidir

Por: José Luis Sarubbi Lascano

Sin dudas cuando decimos que el deseo es el motor de la vida, no estamos equivocados para nada, mas aun si pensamos que ser y parecer  son coherentes a la hora de juzgar por los actos.


 Quizás el deseo de ser y parecer  fue lo que inspiro al promotor del slogan de la campaña de Scioli. El mismo, fue realizado por el equipo de comunicaciones del el Gobernador Bonaerense. Lo mostraba sentado en un reclinatorio rezando, generando la idea “yo creo en Dios”,  de echo muchos de los analistas y otros no tanto, aceptaron que además de ésta imagen de un hombre creyente,  los votos conquistados de debieron a  su desempeño y carisma, la que supo cosechar con esfuerzo, quien sabe si hace diez años atrás  hubiese sido capaz de tal audacia.

Lo cierto es que su gestión fue un campo fértil, conjuntamente con la buena elección del equipo que lo acompaña, haciendo posible que la cosecha de hoy sea  una realidad incuestionable, no  casual sino construida con la prepotencia del trabajo que lo caracteriza. Otro ítem para señalar  es  el aviso que usó y en el que están presentes las palabras “trabajo”, “estudio, esfuerzo, tolerancia,  sobre este eje giran sus otras afirmaciones “creó en vos, creo en nosotros, en cada uno de nosotros, que cada día se levanta soñando que será un día mejor” Mas positivo, no puede ser y esto se lo debe tomar como una estrategia muy productiva si se lo piensa como una bocanada de aire fresco. Frases que supo utilizar para conquistar el pensamiento argentino,  nostálgico y tanguero por excelencia.

Si bien estamos hablando de la palabra, una herramienta que utilizó para la instalación y posicionamiento  publicitario, tenemos que decir que el hombre no se quedó en ella, sino que trabajo, realizó promesas que se notaron por sus  resultados.

Ganó por efecto de trabajo que podemos visualizar en los programas de salud implementados en diversos lugares de la provincia, éstos están dedicados a los distintos segmentos de la población, niños, adolescentes, adultos y mayores. Los planes deportivos están  presentes sin distinción de temporada. En el caso de la cultura, bastaría solo con citar la banda sinfónica juvenil en el teatro argentino deLa Platacon funciones gratuitas o los elencos que recorren la provincia llevando obras del clásico de nuestra dramaturgia y así podríamos seguir por las distintas áreas.

Por eso seria totalmente injusto pensar solo en la magia del apoyo publicitario.  A esta altura Scioli representa algo más concreto que una esperanza. Si bien utiliza como constante el verbo crecer, el “yo creo” se ha convertido en una frase que introduce seguridad al escucharla, tal vez el pueblo esta necesitado de un líder, pero ¿que es un líder sino un padre simbólico insuflado en  un discurso semejante a una brújula? Un norte que  nos ubique. Eso es lo que Scioli representa con su slogan.

El apoyo recibido por Cristina en las primarias son una realidad incuestionable, que el mendaz no podrá opacar con sus frágiles criticas y sus débiles propuestas fallecientes, semejantes al ultimo grito agonizante de quien esta a punto de dejar de ser.

 

Por: José Luis Sarubbi Lascano


El slogan “yo creo en Dios” fue efectivo a la hora de decidir

  

 Sin dudas cuando decimos que el deseo es el motor de la vida, no estamos equivocados para nada, mas aun si pensamos que ser y parecer  son coherentes a la hora de juzgar por los actos.

 Quizás el deseo de ser y parecer  fue lo que inspiro al promotor del slogan de la campaña de Scioli. El mismo, fue realizado por el equipo de comunicaciones del el Gobernador Bonaerense. Lo mostraba sentado en un reclinatorio rezando, generando la idea “yo creo en Dios”,  de echo muchos de los analistas y otros no tanto, aceptaron que además de ésta imagen de un hombre creyente,  los votos conquistados de debieron a  su desempeño y carisma, la que supo cosechar con esfuerzo, quien sabe si hace diez años atrás  hubiese sido capaz de tal audacia.

Lo cierto es que su gestión fue un campo fértil, conjuntamente con la buena elección del equipo que lo acompaña, haciendo posible que la cosecha de hoy sea  una realidad incuestionable, no  casual sino construida con la prepotencia del trabajo que lo caracteriza. Otro ítem para señalar  es  el aviso que usó y en el que están presentes las palabras “trabajo”, “estudio, esfuerzo, tolerancia,  sobre este eje giran sus otras afirmaciones “creó en vos, creo en nosotros, en cada uno de nosotros, que cada día se levanta soñando que será un día mejor” Mas positivo, no puede ser y esto se lo debe tomar como una estrategia muy productiva si se lo piensa como una bocanada de aire fresco. Frases que supo utilizar para conquistar el pensamiento argentino,  nostálgico y tanguero por excelencia.

Si bien estamos hablando de la palabra, una herramienta que utilizó para la instalación y posicionamiento  publicitario, tenemos que decir que el hombre no se quedó en ella, sino que trabajo, realizó promesas que se notaron por sus  resultados.

Ganó por efecto de trabajo que podemos visualizar en los programas de salud implementados en diversos lugares de la provincia, éstos están dedicados a los distintos segmentos de la población, niños, adolescentes, adultos y mayores. Los planes deportivos están  presentes sin distinción de temporada. En el caso de la cultura, bastaría solo con citar la banda sinfónica juvenil en el teatro argentino deLa Platacon funciones gratuitas o los elencos que recorren la provincia llevando obras del clásico de nuestra dramaturgia y así podríamos seguir por las distintas áreas.

Por eso seria totalmente injusto pensar solo en la magia del apoyo publicitario.  A esta altura Scioli representa algo más concreto que una esperanza. Si bien utiliza como constante el verbo crecer, el “yo creo” se ha convertido en una frase que introduce seguridad al escucharla, tal vez el pueblo esta necesitado de un líder, pero ¿que es un líder sino un padre simbólico insuflado en  un discurso semejante a una brújula? Un norte que  nos ubique. Eso es lo que Scioli representa con su slogan.

El apoyo recibido por Cristina en las primarias son una realidad incuestionable, que el mendaz no podrá opacar con sus frágiles criticas y sus débiles propuestas fallecientes, semejantes al ultimo grito agonizante de quien esta a punto de dejar de ser.

 

Por: José Luis Sarubbi Lascano

Por: José Luis Sarubbi Lascano


El slogan “yo creo en Dios” fue efectivo a la hora de decidir

  

 Sin dudas cuando decimos que el deseo es el motor de la vida, no estamos equivocados para nada, mas aun si pensamos que ser y parecer  son coherentes a la hora de juzgar por los actos.

 Quizás el deseo de ser y parecer  fue lo que inspiro al promotor del slogan de la campaña de Scioli. El mismo, fue realizado por el equipo de comunicaciones del el Gobernador Bonaerense. Lo mostraba sentado en un reclinatorio rezando, generando la idea “yo creo en Dios”,  de echo muchos de los analistas y otros no tanto, aceptaron que además de ésta imagen de un hombre creyente,  los votos conquistados de debieron a  su desempeño y carisma, la que supo cosechar con esfuerzo, quien sabe si hace diez años atrás  hubiese sido capaz de tal audacia.

Lo cierto es que su gestión fue un campo fértil, conjuntamente con la buena elección del equipo que lo acompaña, haciendo posible que la cosecha de hoy sea  una realidad incuestionable, no  casual sino construida con la prepotencia del trabajo que lo caracteriza. Otro ítem para señalar  es  el aviso que usó y en el que están presentes las palabras “trabajo”, “estudio, esfuerzo, tolerancia,  sobre este eje giran sus otras afirmaciones “creó en vos, creo en nosotros, en cada uno de nosotros, que cada día se levanta soñando que será un día mejor” Mas positivo, no puede ser y esto se lo debe tomar como una estrategia muy productiva si se lo piensa como una bocanada de aire fresco. Frases que supo utilizar para conquistar el pensamiento argentino,  nostálgico y tanguero por excelencia.

Si bien estamos hablando de la palabra, una herramienta que utilizó para la instalación y posicionamiento  publicitario, tenemos que decir que el hombre no se quedó en ella, sino que trabajo, realizó promesas que se notaron por sus  resultados.

Ganó por efecto de trabajo que podemos visualizar en los programas de salud implementados en diversos lugares de la provincia, éstos están dedicados a los distintos segmentos de la población, niños, adolescentes, adultos y mayores. Los planes deportivos están  presentes sin distinción de temporada. En el caso de la cultura, bastaría solo con citar la banda sinfónica juvenil en el teatro argentino deLa Platacon funciones gratuitas o los elencos que recorren la provincia llevando obras del clásico de nuestra dramaturgia y así podríamos seguir por las distintas áreas.

Por eso seria totalmente injusto pensar solo en la magia del apoyo publicitario.  A esta altura Scioli representa algo más concreto que una esperanza. Si bien utiliza como constante el verbo crecer, el “yo creo” se ha convertido en una frase que introduce seguridad al escucharla, tal vez el pueblo esta necesitado de un líder, pero ¿que es un líder sino un padre simbólico insuflado en  un discurso semejante a una brújula? Un norte que  nos ubique. Eso es lo que Scioli representa con su slogan.

El apoyo recibido por Cristina en las primarias son una realidad incuestionable, que el mendaz no podrá opacar con sus frágiles criticas y sus débiles propuestas fallecientes, semejantes al ultimo grito agonizante de quien esta a punto de dejar de ser.

 

Por: José Luis Sarubbi Lascano


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