Buenos Aires Photo, la fiesta de la fotografía argentina que nadie se quiere perder
Por Mariana Gioiosa
Esta edición sucede en Casa Basavilbaso, una antigua mansión de Retiro, la arquitectura propone un clima más intimista que entusiasma a visitantes y coleccionistas. Participan veintiséis galerías en formato presencial y virtual, que exhiben variadas propuestas. Abarcan desde daguerrotipos hasta video arte y proyecciones
Ya desde el primer día estuvieron presentes grandes artistas, como Viviana Zargón, Matilde Marín, Facundo de Zuviría, personalidades del mundo de la televisión y la cultura, como la actriz Carla Peterson y Enrique Avogadro, y estimados coleccionistas, como Esteban Tedesco, Abel Guaglianone, Joaquín Rodriguez, Larisa Andreani y Gustavo Bruzzone. «Los espacios arquitectónicos crean una sensación de intimidad que es ideal para observar los trabajos fotográficos», comenta con una sonrisa Guaglianone.
«Una feria hibrida, con una selección de ocho prestigiosas galerías internacionales que participan de manera virtual y galerías argentinas que reciben a los visitantes en un formato más cálido», comenta Diego Costa Peuser, el director de la feria. El evento se vive con un clima de fiesta, y los galeristas y organizadores se preparan para, desde muy temprano, recibir a periodistas, visitantes, coleccionistas y curiosos. Es una de las primeras ferias en Argentina que, luego de más de un año, permite contacto presencial.
Algunas de las propuestas que llaman la atención son: la galería Del Infinito, que exhibe un solo show de Romina Ressia, retratos que parecen flamencos o remiten al siglo XVIII y la modernidad, pero que integran objetos contemporáneos que contrastan con dicha estética. La galería Vasari, por su parte, despliega fotografías vintage, imágenes fotosensibles antiguas, cuya copia fue realizada en la misma época de la toma, con artistas modernos, como Annemarie Heinrich, Anatole Saderman y George Friedman, y otros fotógrafos contemporáneos, como Alejandro Kuropatwa y Facundo de Zuviría.
La editorial Hilario, en el segmento wunderkammer, pone el acento en el valor de la fotografía patrimonial y su registro como testimonio del patrimonio identitario. La editorial tiene de asesor académico al historiador Abel Alexander, presenta desde daguerrotipos del siglo XIX hasta algunos de los ochenta de Palito Ortega. En una antigua vitrina se puede observar el primer capítulo del desarrollo de la fotografía. El retrato daguerrotipo de Sarmiento cuando era presidente argentino tomado en 1868. También, un ambrotipo de una mujer posando sola frente al fotógrafo, que no era un gesto común para la época. Además, están exhibidas fotografías que pertenecen a una expedición que se realizó en Argentina mientras realizaban la recolección de especies animales y vegetales que luego formó parte del envío argentino a la exposición de Chicago de 1893. Se trata de una selección de desnudos de mujeres aborígenes, que se habían puesto de moda en la época. También se destaca una fotografía de Machu Pichu, 1928, del peruano Martín Chambi. No pasa desapercibida la fotografía guacos precolombinos de Grete Stern y Horacio Coppola, en la que queda de manifiesto la fascinación de los artistas por dicha cultura.
Un espacio con la artista homenajeada, que este año es Lucrecia Plat, en donde el curador Francisco Medail seleccionó emblemáticas series de la artista, registros de la noche social de los años setenta, y retratos a la escritora Alejandra Pizarnik, entre otras. Es la primera vez que se dedica esta sección a una artista en vida.
Por su parte, Cearte, la productora de Sandra Rojas, nos ofrece un solo show serie de Viviana Zargón. La artista pone en valor los oficios que se van perdiendo, el trabajo manual y las herramientas que quedan en desuso a través de las series «objetos memorables» y «objetos en inútiles»: la primera ganó el Primer Premio del Salón Nacional de este año.
En Isla Flotante, Valentín de Marco, que, además de artista visual, es orfebre, trata de rescatar la platería del lugar de conservadurismo, pero a la vez de decadencia, ya que cada vez queda más lejos de las prácticas contemporáneas. Para hacerlo, se vale de la fotografía erótica.
La sección de Fuera de Foco, donde se exploran distintas materialidades y lenguajes contemporáneos. Su curadora, Bárbara Golubick, se interesó en procedimientos conceptuales alrededor del entorno y eligió las fotografías de Gonzalo Maggi de la galería Interperie de Córdoba, Paulina Scheltlin de la galería Subsuelo de Rosario, y Evit Tartari, de Fulana de Tucumán. Maggi presenta una serie con arquitectura brutalista que transmite una densidad aplastante y desoladora. Scheltlin capta con el celular escenas que le llaman la atención por la calle, como si se tratara de una fotógrafa cámara en mano. Evi Lander trabaja con material de archivo sobre comunidades que superpone permitiendo otra narrativa, las imágenes están impresas sobre una tela traslúcida que integra al espectador y lo convierte en parte de esta.
La galería ODA propone una muestra colectiva donde se destacan artistas como Andrea Alcalay, que trabaja con fotografías superpuestas de paisajes y cortes cromáticos; los rayogramas de flores ampliadas de Ángela Copelo.
La galería Quimera exhibió la serie mandala de Julia Sbriller y Joaquín Wall, un calendario lunar realizado con cuerpos desnudos, que reflexiona sobre lo colectivo como puerta de acceso a la concepción de identidades de género más complejas y múltiples.
Resulta muy interesante el patio que une la casona con la entrada y funciona como punto de reunión de quienes forman parte de la feria y los visitantes. Además de compartir charlas amistosas y cerrar algunas ventas con café o vino espumante de por medio, cuando cae el sol realizan proyecciones de obras de Silvia Rivas y Diana Schufer, curadas por Florencia Battiti, además de charlas y música en vivo.
En esta edición de Buenos Aires Photo, se destacan la variedad de formato para plasmar fotografías, las charlas y la información brindada para promover el coleccionismo en dicho segmento, el acercamiento y las relaciones del mundo de la fotografía y la pintura, y el gran esfuerzo que hicieron los organizadores y galerías para brindar al público la mejor propuesta posible dentro de un contexto complejo, y lo lograron.