El Festival de Cine de Berlín abrio sus puertas el 7 de febrero. Fueron 10 días con pases de cintas internacionales, cortos, documentales, exposiciones, eventos y cursos en torno al séptimo arte.
Por: Candela Vizcaíno (corresponsal España)
Aún quedaban rescoldos humeantes de una guerra que había dejado planchada (en sentido literal) la otrora emergente ciudad de Berlín cuando un grupo de intelectuales y empresarios acordaron realizar un festival internacional de cine. Eso fue en 1950 y se pretendía revitalizar un emplazamiento hundido y devolverle el brillo que había tenido durante la fructífera década de los años veinte.
Festival de Cine de Berlín
La idea no pudo ser más acertada y el Festival de Cine de Berlín cumplio este año su 63 aniversario. Por sus distintos emplazamientos han pasado cintas internacionales de todo tipo o cariz, aunque, desde sus inicios, se intentó primar aquellas que tenían un contenido de denuncia política o de crítica social.
Las secciones de la Berlinale son diversas y van desde los cortos hasta las películas de animación pasando por cintas convencionales. No se olvidan las creaciones que aúnan arte con documentales (sección Forum), las películas para el público joven o las nuevas propuestas de directores emergentes o temáticas novedosas (Panorama).
El ensayo, los encuentros o las conferencias son parte intrínseca de la Berlinale. Además, en los últimos años se ha prestado especial hincapié a las historias surgidas de las nuevas exclusiones producidas por guerras, abusos económicos o de violencia de género. De la vena combativa del festival puede dar muestra, por poner solo dos ejemplos, las cintas españolas La Colmena y El Lazarillo de Tormes, adaptaciones literarias de las obras homónimas, que lograron el Oso de Oro en 1983 y 1960 respectivamente.
En esta línea, este año 2013 la directiva del evento se ha dejado caer con un ciclo (ya celebrado) sobre el papel de la mujer en las producciones cinematográficas. La denuncia ecológica y los abusos por parte de industrias poderosas son, además, temas favoritos para los directores de las obras a concurso.
Oso de oro
Si bien los premios son múltiples, es el precio galardón conocido como Oso de Oro (premio a la mejor película), el más preciado. La categoría Plata se reparte entre la mención especial del jurado, el mejor director, actriz, actor y cortometraje. Doy el dato para no perdernos, simplemente.
La Berlinale es un festival internacional que va más allá de las fronteras alemanas. No obstante, aunque se han presentado bastantes películas rodadas en español a lo largo de sus 63 años de historia, pocas son las que se han llevado el preciado Oso de Oro. De hecho, ninguna producción de Hispanoamérica (sí de Brasil) ha logrado la estatuilla.
Cine latino en la Berlinale
A pesar de tan poco éxito con el premio más deseado, este año 2013 sí hay una nutrida representación de cintas realizadas en español, ya sean de España o producidas en América Latina. De España tan solo se presenta la cinta de Isabel Coixet Ayer no termina nunca con Javier Cámara y Candela Peña en los papeles protagonistas. Ambientada en un futuro próximo (2017), Coixet amalgama un drama matrimonial con la crisis económica y la pérdida de un hijo como telón de fondo. Los demás títulos procedentes de España corresponden a cortos, algunos de animación y en coproducción naciones de Latinoamérica.
Chile (junto con España) lleva a Berlín la historia de Gloria, dirigida por Sebastián Lelio. La cinta narra la particular bajada a los infiernos de una divorciada metida en la cincuentena, solitaria y aburrida en busca de un poco de divertimento en alocadas fiestas nocturnas. Como era de esperar, esta vorágine lleva a Gloria de un encuentro a otro sin más recompensa que un profundo vacío. Este peculiar descenso hacia lo más profundo del yo termina cuando encuentra a Rodolfo, quien va a propiciar un nuevo encuentro con los secretos, los problemas espirituales y la biografía particular de cada uno. Como telón de fondo, el director nos lleva por la historia reciente de Chile.
Cuba, Costa Rica y Perú también presentan sus propuestas mientras México se une con Uruguay en Tanta agua de las directoras Ana Guevara Pose y Leticia Jorge Romero.
Cine argentino en la Berlinale
Argentina, en esta edición 2013, encabeza el ranking de cintas en español que se presentan a la Berlinale, bien de producción propia o compartida con naciones hermanas (Colombia y Brasil).
Viola (en la sección Forum), de Matías Piñeiro, narra la historia de dos parejas que interactúan entre sí mediante un discurso novedoso con cambios de roles incluidos. Todo ello se nos enlaza adobado con interesantes saltos en el tiempo e, incluso, con transmutaciones en la trama. Sin duda alguna, la cinta, así sin más, promete bastante.
En la misma sección compite La Paz de Santiago Loza, la historia de Liso, un joven de clase acomodada con problemas psiquiátricos y de adaptación que encuentra la comunicación perfecta con su abuela y la tata de la casa. Una película muda que nos retrata los problemas de soledad y desafección contemporáneos.
En Panorama compite Analía, una coproducción argentina y brasileña de la directora María Florencia Álvarez, que nos lleva a través del mundo de las falsas identidades de una joven pueblerina. La trama llega a su punto álgido cuando el amor llama a las puertas de Analía, quien se ve forzada a elegir entre la verdad (con la pérdida como posibilidad) y la impostura de por vida.
Y, por último, en Deshora, producida entre Argentina, Colombia y Noruega, asistimos a los trances de un triángulo amoroso en un lugar remoto, en una especie de paraíso perdido situado en una plantación de tabaco alejada de la civilización. El adulterio y la homosexualidad irrumpen con fuerza mientras los protagonistas de la cinta intentan, casi en vano, agarrarse a la costumbre y a lo que creen que son sus frágiles principios.
Cine colombiano
Aparte de las películas en coproducción con argentina, Colombia apuesta por las producciones dirigidas a los más pequeños y presenta, mano a mano con Uruguay, además, AnimA (en la imagen), un largometraje de animación dirigido por Alfredo Soderguit para niños menores de 7 años. Y de Priscila Padilla es la cinta infantil La eterna noche de las doce lunas que nos sumerge en el mundo de los indígenas Wayuu, etnia que habita en el norte de Colombia viviendo según sus costumbres ancestrales.
Estaremos atentos a los pases y daremos debida cuenta de las novedades en la casilla comentarios abierta al efecto (también para ti y todo aquello que nos quieras decir). Aquí anunciaremos los ganadores con el no oculto deseo de que el cine latino quede en buen lugar.
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Fotos: AninA de Alfredo Soderguit (Uruguay-Colombia), La Batalla de Tabatô (Guinea Bissau-Portugal), La Paz (Argentina); © Berlinale
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