Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Menu +

Arriba

Top

21 marzo, 2013

El mundo laboral se redefine día a día. La era digital impone nuevos desafíos y crea nuevas oportunidades. ¿Estamos listos para el nuevo escenario?

Por: Carla Barbuto

La era digital se ha instalado definitivamente entre nosotros y, como cada revolución tecnológica, suscita miedos, alienta esperanzas, crea industrias y genera nuevos empleos. En tiempos dominados por los dispositivos electrónicos móviles, ¿cómo se redefine el mundo laboral?
Internet y su influencia sobre la vida de la gente, así como la aparición (y el boom) de las redes sociales, dejaron su impronta en el ecosistema comunicacional y laboral de nuestro tiempo. De hecho, este entramado digital logró modificar algunas tareas tradicionales para actuar en un ámbito muchísimo más amplio y de mayores oportunidades y riesgos para individuos, empresas, marcas, instituciones y organizaciones.
El carácter innovador del mundo digital permitió que, junto con su desarrollo, fuesen apareciendo diferentes puestos de trabajo que se han consolidado como una verdadera alternativa a los empleos tradicionales.
Una mirada ligera por sitios de búsquedas laborales activos en nuestro país deja ver que existen hasta 50 nuevas profesiones con un alto nivel de empleabilidad y, sobre todo, de progresión.
¿Cuáles son estos nuevos empleos? Algunos ejemplos: community manager, especialista en SEO, gestor de reputación online, trafficker, cazador de tendencias y hasta forense digital, entre otros.
Está claro que, en algunos casos, se trata de viejos oficios, adaptados a nuevos escenarios, regidos por nuevas normas y que, sobre todo, manejan nuevos códigos. ¿Cómo funciona este enroque? Por ejemplo, si antes un investigador se limitaba a recabar pruebas en la escena del crimen y miraba con lupa indicios y detalles en un escenario físico, hoy quizá sigue los mismos pasos pero más atento a cuentas de correo electrónico, a publicaciones en Facebook o perfiles de Twitter. Algo similar puede decirse de un experto en publicidad que hoy intenta promocionar un producto a través de Facebook o comprando una campaña en Google. Son viejos oficios con nuevos perfiles, más acordes con la era digital.
Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de era digital? Todo comenzó en los (lejanos) años ochenta, cuando millones de usuarios comenzaron a usar servicios digitales que, por mucho, superaban en practicidad y velocidad a sus equivalentes analógicos, tanto impresos como multimedia.
El tiempo siguió su curso, y el ciberespacio comenzó extensos movimientos para integrar a una comunidad cada vez más demandante y creativa. Ya no se trata de herramientas usuales en el mundillo tecnológico, sino que se expande hasta alcanzar niveles ni soñados. Internet no es solo una tecnología, es un medio que ha cambiado y está cambiando nuestras sociedades, introduciendo nuevas maneras de producir y de relacionarse. Se trata de un puente de ida y vuelta, que modifica y es modificado por el entorno.
Actualmente, las redes sociales como Facebook, Twitter, Linkedin, YouTube, los blogs se han convertido en una de las principales herramientas no solo en la difusión de información e ideas, sino también de la creación de una metrópolis virtual donde convergen los distintos puntos de vista del mundo, así como sus intereses y propuestas.
Si redefinieron relaciones básicas, como la amistad o incluso el amor, también dejaron su impronta en el mercado laboral. En este contexto, vivimos una fuerte transformación que afecta desde qué buscar, hasta cómo buscarlo y dónde hacerlo. La tecnología y las redes sociales, como catalizadores del proceso de búsqueda, han conseguido polarizar y radicalizar los mercados laborales.
A esta altura, quizá resulta evidente que la planificación de una carrera profesional ha de pasar por un profundo reciclaje, que seguramente incluirá la adquisición de conocimientos 2.0 para luego integrarlos en una profesión previa, o no.
Repasemos algunos nuevos empleos de esta era digital.

[showtime]

Gestor de reputación 2.0: una de las principales tareas de este perfil es investigar, ya que necesita averiguar todo sobre la reputación de una determinada empresa u organización en la red. Básicamente, la misión de un gestor de reputación es el seguimiento constante de esa valoración y, así también, gestionar y promover la buena imagen de la entidad en cuestión. Antes, esta tarea estaba cubierta por periodistas o profesionales de márketing; ahora el perfil requiere amplias habilidades en el manejo de códigos de comunicación propios de era digital.

Trafficker: este profesional se vale de medios publicitarios digitales para saber sobre la evolución de las distintas campañas de ventas impulsadas por las empresas, analiza su viabilidad, supervisa el progreso y, sobre todo, controla el tráfico de visitantes a cada una de las campañas vigentes. Por otro lado, el trafficker busca continuamente tácticas para mejorar los resultados. ¿Cuáles son sus herramientas? Además de manejar códigos 2.0, debe tener conocimiento de estadística, ya que una de sus tareas es elaborar reportes. Por otro lado, utiliza listas de correo electrónico aprobadas por clientes, en las que deben aparecer los anuncios. El objetivo de un trafficker es ayudar a las empresas a conocer mejor al cliente y sus necesidades, y a obtener así el mejor resultado posible.

Curador de contenidos: el antiguo editor de contenidos se redefine y especializa de modo tal que se convierte en un experto en la ubicación de contenidos de interés en otros sitios de Internet, para procesarlos y re-escribirlos, organizarlos y referirlos. Esta posición es ocupada usualmente por periodistas o comunicadores sociales.

Community manager: se trata, quizás, del nuevo empleo más popular en los sitios de búsquedas laborales. Este perfil requiere habilidades específicas, como ser excelente comunicador y conocer las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Google+, Linkedin, YouTube, etc.). Claramente, es una misión estratégica para las empresas, ya que el community manager —que suele ser egresado de Comunicación Social, Marketing o Publicidad— está a cargo de la presencia empresarial en las redes sociales. Esta posición también se conoce como social media specialist.

Cazador de tendencias: es un profesional que aplica diferentes metodologías y estrategias de investigación online para determinar tendencias, con un objetivo comercial y económico. Aparte de tendencias, también obtiene información útil y relevante para la organización y los clientes, percibe las demandas de los consumidores para anticiparse a la competencia, detecta oportunidades de negocios y nuevos nichos del mercado. El cazador de tendencias se torna vital en el momento de lanzar y comercializar un producto o servicios. El coolhunter también previene de la adquisición de tecnologías no convenientes o inversiones de riesgo. Suelen ser sociólogos, antropólogos o especialistas en márketing.

Forense digital: suerte de Kurt Wallander moderno, este perfil es un interesante cruce de investigador criminal y una especie de cirujano digital, cuya tarea es determinar contenidos falsos o plagios, así como captar «evidencia electrónica» en computadoras, redes y dispositivos móviles para la determinación de delitos electrónicos. No basta con tener conocimientos en informática para ser forense digital; se requieren conocimientos de investigación criminal y del marco legal en el país donde se ejerza.

Llegados a este punto, parece evidente que el mundo digital impone nuevas rutinas de trabajo: lejos de la oficina, home office, con horarios flexibles y regida por las normas del teletrabajo; nuevos desafíos: mayor adaptación a contextos cambiantes, flexibles, alta capacidad de reacción rápida; desarrollo de nuevas habilidades: comunicación multifacética, manejo de idiomas, conocimiento amplio de la Web 2.0 y de las redes sociales; y, sobre todo, las nuevas posiciones parecen hechas a medida para quienes se animan al cambio, tienen la mente abierta y saben adaptarse a este nuevo universo.
El nuevo escenario abre tantas puertas que quizás más de uno se pierde. Sin embargo, por nuestra parte, no dudamos en dejar un «Me gusta» para el nuevo mercado laboral.