Taiwán, en los últimos días, sufrió una serie de graves infortunios: el accidente aéreo de la isla de Penghu y la explosión en la ciudad de Kaohsiung. El Padre Alejandro Russo, decano de la Catedral Primada de Buenos Aires, enterado de los graves sucesos y como reconocimiento a la amistad con el pueblo de Taiwán y su ayuda desinteresada realizó, este viernes 8 de agosto, una misa por el descanso de las 78 personas fallecidas, la salud de los más de 300 lesionados y la resignación de las familias que perdieron a sus seres queridos.
Este mediodía, varios grupos y representantes de asociaciones, las escuelas y entidades de caridad y beneficencia de la comunidad taiwanesa en Argentina, se acercaron a la Catedral Metropolitana, mostraron su solidaridad y aflicción por las víctimas de los accidentes mencionados y, en un encuentro interreligioso, se unieron para orar por las víctimas y sus familias.
El Padre Alejandro Russo destacó la particularidad de la ceremonia: pedir por la paz del mundo. Especialmente se refirió a lo ocurrido recientemente en Taiwán y el terremoto ocurrido en China Continental. “Vamos a orar por el accidente de Penghu que fallecieron 48 personas en Taiwán y otros 15 resultaron heridos; la explosión de Kaohsiung con 30 personas fallecidas y 309 heridos y más de 80.000 personas sin hogar; y por el de terremoto de la provincia de Yunnan, en China Continental, con más de 600 personas fallecidas. Por todo esto pedimos a Dios lo siguiente: primero, que los muertos descansen en paz, segundo, dar las fuerzas conjuntas a los sobrevivientes y familiares de las víctimas y amigos para enfrentar esta adversidad; tercero, dar esperanzas a todos aquellos que frente a estos sucesos se sientan doloridos”.
El Emb. Huang agradeció al Padre Russo y a los presentes: “Estimados padres Alejandro Russo y José San Martín, agradezco profundamente esta misa solemne de responso celebrada en el día de hoy en esta histórica y emblemática Catedral Metropolitana, en la que se recordó y oró por el descanso de las víctimas mortales, la salud de los heridos y la paz espiritual de tantas familias que perdieron a sus seres queridos”. Asimismo, el Emb. Huang expresó el sentimiento tanto de la colectividad taiwanesa residente en la República Argentina, como el de los funcionarios de la Representación de Taiwán en este querido país: “Nos sentimos especialmente conmovidos por vuestro acompañamiento espiritual y solidaridad con el pueblo de Taiwán. Por ello reciban nuestra más sentida gratitud. Dios proteja y colme de bendiciones a Uds. y a sus queridas familias”, concluyó.

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