Preciosismo y misterio que interrogan – Belén Santamarina
Por Margarita Gómez Carrasco
En el ámbito del arte y de la cultura, las redes sociales se han convertido en un vehículo de comunicación muy potente que permite alcanzar a un público al que no llegaríamos de otra manera. El aura de la obra de arte deja de ser una característica fundamental en las prácticas artísticas en Internet, sin embargo, podemos apreciar en la creación artística de Belén Santamarina, la proyección directa de la subjetividad del genio creador. Para saber más sobre este hacer contemporáneo la entrevistamos:
¿Cómo te insertás en el mundo del arte?
Yo era estudiante de la carrera de Diseño de Indumentaria en la FADU, a partir de una materia que cursaba, fui a una muestra en el Museo de Bellas artes sobre arte cinético en la Argentina en los años 60 y me enamoré de esa muestra, fue genial. A partir de eso, comencé a hacer mi trabajo que consistía en piezas geométricas acumuladas que a la vez tenía movimiento y gustó mucho. Luego seguí en la carrera de Diseño hasta que me di cuenta que no iba más y me quería dedicar al arte.
Mi segundo proyecto fue hacer sombreros, siguiendo la línea –como estudié diseño de indumentaria y maquillaje FX– quería mezclar esos dos mundos y así nació «HATS», una serie de sombreros y maquillaje cinéticos. Luego hice otro proyecto al que llamé «Hipnotizarte» que consistía en engranajes que se movían con una manivela. Fue un proyecto a puro color, que también me apasiona aunque hago mucho en blanco y negro. Luego fui a una galería y me dijeron que siguiera por la línea del blanco y negro, y a partir de esos consejos nació 365 Geometrical Days.
¿Cómo llegaste a BADA?
Concursé por Facebook, salió una convocatoria para el concurso de arte joven de la Ciudad de Buenos Aires, mandé cuatro trabajos, ese era el requisito; otro, era tener menos de 30 porque era arte emergente joven. Quedé finalista y expusimos nuestros trabajos en la calle Florida, y a partir de eso eligieron tres ganadores y un cuarto a elegirse a través de las redes sociales, ahí quedé como ganadora y me gané el lugar para estar en BADA.
¿Utilizás las redes sociales para exhibir tu producción artística?
Muchísimo, el último trabajo fue pensado para las redes sociales, especialmente para Instagram, la idea era compartir estas pequeñas piezas de arte con una escenografía y aprovechar las redes sociales para poder conectarme con gente de todo el mundo.
¿Cómo te llevas con el mercado del arte en la creación de objetos para redes sociales?
La gente lo primero que me preguntan es en qué las hago, lo segundo que me dicen es que las quieren ver en enorme, y eso ahora es un proyecto futuro.
Este proyecto específico 365 Geometrical Days, quiero venderlo junto, todo el proyecto. Mucha gente quiere comprar las piezas separadas, esas que representan un día, algunos van y se fijan que pieza le tocó el día de su cumpleaños para comprarla, pero a mí me gustaría no venderlas sueltas para que no se pierda el concepto del proyecto.
Hablemos de tu proceso creativo…
El proceso creativo es bastante instantáneo, ya que tenía que producir una pieza distinta todos los días. Tenía que pensarla y hacer, no tenía mucho tiempo para diseñar, la fui haciendo en el momento, incluso la técnica que utilizo para pintar es muy mía. Mi trabajo progresó día a día porque pude salir de lo geométrico y crear una técnica más personal en la que mezclo pintura abstracta con pintura geométrica, esa inmediatez hizo que generara mi propia técnica, estaba el hecho de producir todos los días.
¿Cómo te gustaría que observen y piensen tu obra?
Mi obra no es diseño ni completamente arte, es una mezcla, muchas veces las piezas son puramente mentales. Empezó como un reto personal si podía hacerlo todos los días y terminó siendo como un diario íntimo. Cada pieza representa lo que ese día significó para mí, es un proyecto muy emocional, hay días fuertes, que fueron muy importantes, y la idea de perder una sola pieza y que queden 364 me duele, podría venderla por mes o todo el año.
El año está organizado en vitrinas de 100 piezas. Hay piezas que sobresalen, son las que tienen color, otra está pintada con los colores de la bandera argentina, porque representa el 9 de Julio. Hay otra que es un rayo y representa el día que murió David Bowie.
¿Referentes nacionales?
Me gusta mucho Polesello, me gusta su estilo, Marta Minujín con su estilo de happening. Leparc, con sus obras en movimiento. Valoro a los artistas que hacen algo distinto.
El arte en la red se basa en la interactividad y la interacción, sobre este tema, subrayaba Nicolás Bourriaud: «un ejemplo paradigmático de la situación actual del arte es que el creador no es estrictamente un productor de nuevos significados, sino más bien un manipulador de significados preexistentes». En este punto, se observa la reapropiación del arte cinético, del cual la artista se vale para narrar en un diario virtual con piezas únicas que representan sus días. Preciosismo y misterio que embeleza e interroga encierra la propuesta estética de Belén Santamarina.