Un espacio de aproximación hacia la violencia sexual
Por Laura Farías
Guerreras – Historias de Resiliencia
Rostros, cuerpos, miradas, testimonios, manuscritos, conforman esta exposición fotográfica en el Museo Evita en Buenos Aires, bajo el nombre “Guerreras”. Hasta el 11 de marzo de 2019 se puede visitar de forma gratuita.
Para el espectador, para quien va a ver una muestra de estas características, tal vez espere encontrar en las fotos un rasgo de la violencia sexual que han sufrido estas «Guerreras». Quizá busque encontrar en esos rostros, arrugas profundas que se hayan instalado por guardar sentimientos que fueron generados por quienes no les han tenido el respeto debido a todo ser humano. Muchas pueden ser las miradas, aunque la realidad es que estos testimonios las entrona.
La exposición fotográfica se llama «Guerreras» porque así se consideran ellas y es también así como la fotógrafa Eleonora Ghioldi quiso mostrarlas aunando más de 40 fotografías, audios y testimonios de estas personas que fueron abusadas, o madres de hijas que si lo fueron, como historias de quienes han logrado salir de ese lado oscuro y continuar con sus vidas y aún más: empezar estudios universitarios, mudarse, hacer amistades; en fin, ocuparse de sus vidas de sus casas, de sus hijos…
Estas fotografías fueron sacadas en Estados Unidos, otras en México, otras en Argentina. Son mujeres de distintos orígenes y países. Es un trabajo que Ghioldi inició hace 7 años primero con tres amigas y luego siguió por «un boca en boca», amigas de amigas, o conocidas que también deseaban participar de la propuesta que más tarde se transformó en proyecto.
«Yo empecé este trabajo en Los Ángeles, donde vivía y en ese momento no estaba el ahora movimiento MeToo. No existían aún estos espacios de escucha, aunque la necesidad habitara. Mi trabajo empieza de forma personal. Luego ellas empiezan a escribir sobre las imágenes; manuscritos que podrán ver en el marco de las fotos y el proyecto empieza a crecer cada vez más. Surge de la necesidad, que cada vez se volvía más grande de contar y así logro tener estos testimonios de mujeres, que es importante aclarar, todas están conectadas, se conocen de alguna manera», relata Eleonora Ghioldi.
Hay datos que son interesantes saber sobre esta muestra que estará en el Museo Evita, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, hasta el 11 de marzo de 2019. El trabajo es todo sobre violencia sexual, pero no todas las que están en los retratos fueron violadas, aunque si sufrieron diferentes experiencias de este tipo. «Para algunas participar fue sanador –asegura la fotógrafa-, aunque también hubo muchas mujeres que quisieron formar parte pero finalmente no pudieron y eso es algo personal que hay que respetar, porque no todo el mundo sana diciéndolo o contándolo».
Las fotografías tuvieron un tratamiento especial. Según comenta Ghioldi el foco estaba en no re victimizarlas, sino al contrario, porque ellas se consideran guerreras -nombre que finalmente quedó para la exposición-. «Yo siempre tuve muy en claro que lo que deseaba era empoderarlas. Hay muchas sutilezas en la imagen. Decisiones que tomé a la hora de sacarlas y que no fueron arbitrarias. Por ejemplo, yo llegaba a las casas y les pedía que por favor no modificasen absolutamente nada. Deseaba respetar el tema de que fuera lo más real posible. No utilizábamos luz artificial; usábamos lo que estaba ahí como marco o decoración y les decía que no modificaran nada de sus casas, incluso si ellas no eran de pintarse, que no se pintaran. Intentaba que todo fuera lo más natural posible y plasmarlo así».
Las fotos están tomadas desde un nivel un poco inferior al ojo humano precisamente para levantar a la persona. «Esto es para que ellas se vean más grandes», nos explica Ghioldi. «Escribir el testimonio a mano alzada en el marco de la foto también fue a propósito, incluso la elección del marco blanco en la foto, que siempre da pulcritud, es para dar una imagen limpia. En las fotos las mujeres están sentadas o paradas y después surge el pensamiento de incorporar audio para darles más aproximación y comunicación con esa persona. Los retratos cercanos tienen ese audio. Hay mujeres que miran fijo a la cámara y esto produce una intervención y un compromiso con el que escucha».
«La composición de la muestra incluye videos de tres horas de entrevistas con profesionales como filósofos, abogados, sociólogos, comunicólogos que le dan un marco teórico al problema, como un concepto final del trabajo. Mi inquietud partía de por qué se generaba este tipo de violencia en nuestra sociedad, qué estaba pasando y es por eso que con la incorporación de estas entrevistas de profesionales de diferentes partes de Latinoamérica, se concluye en un patrón como es el Patriarcado. También en la exposición se ve una kit de violación, el mismo que tienen en los hospitales para que el espectador pueda ver los procesos por cuales debe pasar una persona abusada, incluso los cuestionarios y formularios a rellenar que forman parte del protocolo».
La muestra en Buenos Aires, en el Museo Evita, no está en su totalidad porque es mucho más grande -ocupa más de 80 metros lineales- pero expone gran parte de “Guerreras”. Ya en Argentina, fue inaugurada por primera vez en el Centro Cultural Rojas también en la Ciudad de Buenos Aires, el año pasado, el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer; luego fue al Polo Integral de las Mujeres en la provincia argentina de Salta. Más adelante visitará Junín y está en tratativas para exponerla en universidades y también en el exterior como España y Brasil.
Eleonora Ghioldi es Argentina, comenzó sus estudios en Buenos Aires, egresando del Colegio Nacional y después de iniciarse en Sociología, decide irse a Estados Unidos a estudiar fotografía. Allí se forma trabajando con varios profesionales e incursionando en documentales.
«Mi interés sociológico también se plasma en la fotografía y en las temáticas. Mi trabajo siempre es más personal que comercial. Mi mirada es de adentro hacia afuera», concluye.