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1 julio, 2022

Entrevista a los Sutottos: humor que llena salas

Por María Evangelina Vázquez

Entrevista a los Sutottos: humor que llena salas

Andrés Caminos y Gadiel Sztryk, Sutottos, nos hablan sobre su trayectoria construida a base de risas e inteligentes observaciones. Llenando salas sin cesar con Perdón, en el teatro La carpintería nos responden algunas preguntas sobre este fenómeno que han creado.

 

El humor aparece como un camino de crítica y una mirada incisiva sobre una sociedad donde cada uno quiere mostrarse exitoso, feliz e hiperproductivo. La nueva comedia de los Sutottos es una obra sobre la amistad. El reencuentro de dos amigos de la infancia se transforma en una disputa permanente entre sus egos, reclamos del pasado y frustraciones del presente. Es un retrato de aquellas imágenes que transmitimos de nosotros mismos y que a veces no querríamos transmitir. Perdón es un viaje en el tiempo para reflexionar y en el que uno podrá sentir esa emoción tan particular de la empatía.

 

Ph: Pablo Linietsky

 

¿Cómo definirían el tipo de humor que hacen?

Es difícil definirse, siempre hay que dejar algo sin terminar de analizar para que no se cristalice, ni se formalice. Algunas características de nuestro humor tienen que ver con tocar temáticas existenciales de las problemáticas humanas que nos atraviesan a todos. Trabajamos mucho y muy minuciosamente para que cada cosa suceda en su tiempo y forma adecuadas. Otra parte fundamental es que nos divierte lo que hacemos. Somos obsesivos y estamos en cada detalle, junto con Marianela Faccioli y Manuela Bottale (asistentes artísticas, de dirección y producción) conformamos un equipo que se fortalece con el paso de los años porque siempre buscamos mejorar.

 

¿Cómo se puede ser popular sin ser chabacano?

No debería estar asociada una cosa con la otra. Desde un comienzo nuestras propuestas fueron recibidas por un público diverso, al punto de permitirnos viajar por toda la argentina y por diferentes países de América y Europa. Los espectáculos tienen un estilo de humor particular que nos define y que se construyó con el paso del tiempo.  Tiene que ver con abordar temáticas que nos movilizan, y que por la manera en que suceden en escena producen una catarsis en los espectadores, que se ríen de algo que divierte, pero incomoda.

 

¿Cuál ha sido la trayectoria trazada desde los comienzos en estos 17 años y las vivencias compartidas en estos años de humor? ¿Surgieron crisis?

Llevamos mucho tiempo trabajando juntos, ocho espectáculos, giras por el país, América y Europa. Fuimos creciendo a la par de los espectáculos, y eso nos permitió tener un lugar en donde transformar las vivencias personales en materiales creativos. Además de los espectáculos, tenemos una escuela de actuación y dramaturgia que funciona hace más de diez años en Buenos Aires, que nos permitió dictar seminarios durante las giras. Es el resultado de una sistematización de nuestra investigación tanto en la actuación como en la dramaturgia y la dirección en estas casi dos décadas de Sutottos.

 

Ph: Pablo Linietsky

 

¿Toman material de sus propias vidas?

¿Y si no de dónde? Es imposible separarse de las experiencias personales para realizar un trabajo creativo. Pero un espectáculo nunca es resultado de una sola cosa, por el contrario, es la sumatoria y mezcla de diversos materiales, la conjunción de una infinidad de subjetividades.

 

¿Cuál ha sido la experiencia con sus shows anteriores, por ejemplo, la repercusión de Inestable?

Inestable es un espectáculo al que le estamos muy agradecidos. Hicimos siete temporadas a sala llena, y parece que tiene vida propia. Ganamos la Bienal de arte Joven de Buenos Aires y eso generó que Andrea Garrote sea tutora del proceso, de quien aprendimos muchísimo. Lo que pasó con esa obra fue muy fuerte, hacerla en distintos lugares del mundo de forma ininterrumpida durante tantos años es más de lo que esperábamos.

 

¿Qué opinan de la tendencia a mostrarse siempre bien en las redes, es algo sobre lo que ustedes trabajan?

Trabajamos con la observación de los comportamientos sociales en todos los ámbitos. En las redes también, y tanto en Inestable como en Perdón se pone de manifiesto la necesidad cada vez más frecuente de mostrarnos felices e hiperproductivos. En ese sentido Perdón trabaja sobre la frustración de dos adultos que se comparan con una infancia idealizada.

 

¿Cómo ven esos grupos de egresados que se reúnen para festejar los aniversarios?

No se trata de juzgar esos encuentros, si no de observar cómo suceden, pensar o inventar supuestas razones, imaginar motivos particulares. A fin de cuentas son disparadores para ficcionalizar.

 

 

 ¿La obra Perdón tiene una mirada crítica? ¿Cuál fue el disparador de la trama?

El punto de partida tuvo que ver con la amistad, un tema que nos interesaba abordar, que nos interpelaba, ¿cómo se construyen los vínculos de amistad? ¿Cómo conforman la personalidad? ¿qué pasa con las amistades en el transcurso del tiempo?.

 

¿Qué es lo que más les ayuda a la hora de construir sus personajes?

Por el tipo de proceso que tienen las obras de Sutottos no hay un momento específico en que se delinea un personaje, es una construcción más caótica que va robando pequeños hallazgos que surgen de los ensayos. Nuestros espacios de búsqueda creativa tienen más que ver con una banda de música que encuentra los sonidos de un nuevo álbum en infinidad de pruebas. Las ideas surgen del movimiento y no de la quietud.

 

¿Les parece que el humor puede contribuir a tener una sociedad mejor?

No necesariamente, hay distintos tipos de humor. Lo que podría ayudar es que las espectadoras y los espectadores tengan un momento para sensibilizarse, emocionarse (la risa es una emoción, pero tiene menos prensa que el llanto) y objetivar sus realidades para entenderlas… quizás así volverse más empáticos para con el resto de las personas.