Arteba, una de las ferias de arte contemporáneo más importante de América Latina tuvo su mejor edición en años.

Según la Fundación ArteBA, hubo más de 40,000 visitantes, y la opinión general es que fue la mejor feria de los últimos 15 años. Participaron 400 artistas, representados por 58 galerías de más de 15 ciudades. El comité de selección tuvo en cuenta la representatividad de las regiones, y en la mayoría de las galerías se notó la presencia de artistas de distintas partes del país y con la incorporación de Laguanacazul, una galería de El Calafate me atrevería a decir que ArteBA quedó consolidada como una feria federal.

Es importante mencionar el programa de adquisiciones de museos, financiado por donaciones privadas, que facilitó la compra tanto de instituciones argentinas como de museos internacionales.

El predio se dividió en dos sectores: La llamada Sección Principal y el sector Utopía.

La Sección Principal contó con galerías de amplia trayectoria con artistas reconocidos como Liliana Porter, Delia Cancela, Mondongo, Marta Minujin y Yuyo Noé, entre tantos otros que continúan produciendo y artistas que han dejado un legado significativo en el arte argentino como Berni, Graciela Sacco, Oscar Boni, Rómulo Macció, Xul Solar, Federico Klemm y León Ferrari, entre otros.

El sector Utopía, se enfocó en las producciones más recientes y abarcó desde propuestas de galerías hasta espacios gestionados por artistas, organizaciones con y sin fines de lucro, así como otras plataformas de carácter experimental.

Una particularidad que vale la pena destacar fueron el Layout y los espacios: stands bien distribuidos y más amplios, y sobre todo pasillos espaciosos que facilitaban el recorrido.

Algunas galerías, tendencias y ventas

En nuestra nota sobre Art Basel Miami, anticipamos tendencias para 2023 al pronosticar el resurgimiento de la figuración y la revalorización del arte textil. Las producciones actuales y las ferias confirmaron nuestras predicciones, pero lo que nunca hubiera imaginado fue el notable éxito de ventas en el contexto de crisis que afecta a la Argentina.

De manera sorprendente vimos como el champagne se descorchó a diario en ambas secciones de la feria. Varios galeristas opinaron que el aumento en las ventas se debió a la calidad de las obras, la renovación significativa de los visitantes, además de la notable reducción de los precios en el mercado.

Llevo años participando en eventos de arte, por lo que estoy familiarizada con forma de operar de acuerdo con las expectativas. Cuando las ventas comienzan de manera lenta, se espera al cierre, ya que el último día es crucial: es cuando el público y los coleccionistas suelen concretar sus compras.

En esta oportunidad, no hubo que esperar tanto, ya que se habilitaron dos fechas para coleccionistas e invitados especiales, lo que cambió la dinámica de las transacciones. No hay nada como las ventas tempranas para llenar de energía una feria.

Noté la presencia de nuevos compradores, y lo que me llamó la atención fue la cantidad de veces que escuché preguntar por los precios.

Durante años, no estaba bien visto asociar el arte con algo tan mundano como el dinero; sin embargo, cambió y celebro que la gente se anime a preguntar. En algunos casos, los precios resultaron notablemente accesibles.

En la entrada de la feria, W. Galería llamaba la atención con una pintura de Marcia Schvartz sobre corrupción policial que te dejaba sin aliento. La propuesta se completaba con artistas reconocidos como Cristina Schiavi, Magdalena Jitrik, Elba Bairon, Luis Fernando Benedit. Entre sus ventas cuentan con una adquisición por parte del MACBA de una obra de Cristina Schiavi de la serie “Cuerpo Fofo”.

 

 

 

La galería Gachi Prieto se presenta con dos pinturas con temas espaciales del rosarino Daniel García en la pared que precedía el stand. La escultura de la serie Monolito de Andrés Waissman, los paisajes inquietantes de Lula Mari con tortugas, cocodrilos y pantanos; las piezas caladas sobre papel de Sebastian Camacho Ramirez y las maravillosas alfombras de Nora Aslan, así como los tapices de Yannitto, entre otros, se renovaban a medida que se vendían.

 

 

La Galería Cott, junto con el artista Andrés Paredes, nos transportó a la selva misionera a través de sus pinturas, algunas de gran formato. Estas piezas se realizaron con tintas hechas a partir de tierra colorada y almidón de mandioca, y fueron un rotundo éxito, con un precio promedio de US$ 8,000. Aunque es su primera vez exhibiendo pinturas en los 13 años de participación en ArteBA, Andrés Paredes, con solo tres años de experiencia en la pintura, vendió de manera continua, incluso dos piezas al Museo de Arte Contemporáneo de Salta.

Lo mismo sucedió con los “herbarios” de Lucía Gradín, también realizados con tintes naturales. El montaje fue muy acertado; de hecho, la gente hablaba de comprar los herbarios junto con los “muestrarios” y montarlos en sus casas tal como se veían en la feria. Los dibujos de César Núñez sirvieron como un vínculo perfecto entre las otras propuestas.

 

 

La galería TOMAS REDRADO ART, con base en Miami, hizo su primera incursión en el mercado local, destacándose con la participación de artistas como Mariana Ferrari, Benjamin Felice y Luciano Garbati, este último conocido por su “Medusa con la cabeza de Perseo”, que se convirtió en un símbolo del movimiento #MeToo en Estados Unidos.

 

 

Una pared cubierta con piezas la serie ‘Bocanada’ de Graciela Sacco, estratégicamente colocadas, anunciaba que te encontrabas en el espacio exclusivo de Rolf Art, donde también se exhibían las instalaciones de Andrés Denegri y las fotografías de Santiago Porter. La galería anunció ventas por encima de lo esperado. Además, el Museo de Arte Moderno de Bogotá adquirió creaciones de Gabriela Golder. Florencia Giordana, directora de la galería, compartió con Telam que nunca habían agotado ediciones y series completas como en esta ocasión.

 

 

La galería Miranda Bosch, por segundo año consecutivo participa de la feria con una selección de artistas de su galería: Agustín Sirai Andrés Arzuaga Hernán Salvo Juan Andrés Videla Julio Hilger Leonardo Damonte Mariana Sissia Pablo La Padula Sergio Bazán

 

 

La galería MC, presentó la serie “Fancy Monas” de Edgardo Giménez. Se trata de 1942 diseños en formato NFT, similares a los CryptoPunk o Bored Ape, generadas por un algoritmo dirigido por Edgardo Giménez. El equipo analizó más de 200 piezas de archivo y editó la colección entre más de 53 millones de combinaciones posibles, basándose en una investigación histórica.

Un detalle novedoso fue la venta de un dispositivo digital de proyección para reproducir los NFT con la posibilidad de elegir dos tipos de soporte para exhibirlos por alrededor de US$ 1500, diseñados por el artista. Este detalle facilita al público la exhibición de sus “Fancy Monas” y promueve la compra.

MC declaró numerosas ventas, entre ellas una adquisición internacional: el Ludwig Museum de Alemania compró nueve obras sin título de Ary Brizzi. Vendieron además producciones de Rogelio Polesello, Horacio Zabala, Cynthia Cohen, Eduardo Costa, Juana Butler y Kenneth Kemble.

 

 

Barro con una propuesta curatorial diversa y muy rica agotó su stock de obras el primer día. Las primeras operaciones incluyeron una escultura de Faivovich & Goldberg para la Fundación Andreani, suéters de Lucrecia Lionti por US$ 12,000, un Berni por US$ 250,000, una obra de Matías Duville por US$ 35,000, una de Nicanor Aráoz por 15,000, fueron en total 17 piezas.

Excelente el montaje estratégico de dos obras de Mondongo en la parte exterior del stand: el retrato de Washington y el impactante billete de dólar. Meticulosamente tejido con hilos de acero sobre una cama de clavos funcionaba como fondo perfecto para selfies; si hubieran cobrado por cada foto con el billete, no sabemos cuánto habrían recaudado. De todos modos el dólar fue vendido por US$ 100.000.

 

 

La galería Del Infinito, con su amplio espacio de 120 metros, se propuso crear una experiencia museológica de alta calidad, y lo consiguió. La curaduría fue excelente, destacando el sorprendente montaje de tres obras de Polesello, que se convirtió en el escenario perfecto para fotografías. La delicadeza de las piezas de Graciela Cabutti también impresionó. Además, la exhibición de artistas consagrados como Le Parc, Espinosa, Iommi, Testa y otros fue un éxito seguro

 

 

Calvaresi cuidó hasta el último detalle. Sobre paredes grises con líneas doradas se exhibían piezas de diversos artistas de distintos momentos conviviendo en armonía. Entre ellas, se destacaban obras de Germaine Derbecq, las piezas de Daniel Basso, Federico Klemm y pinturas de Mildred Burton. Una de ellas “Lectura olvidada de infancia”, un óleo sobre papel de 1976, comprada por la gobernación de Corrientes y el Malba eligió “Los sueños eróticos de Millie Burton Gord, de 1984.

 

 

Nora Fisch reunió piezas de Fernanda Laguna, Miguel Harte, Constanza Alberione, Alberto Goldenstein, Martín Blaszko, Miguel Harte, Marina Daiez, entre otros. Vendió también todas las pinturas que llevó de Juan Tessi, una de ellas fue adquirida por la Fundación Klemm.

 

 

En Cosmocosa, atrae la atención un cartel amarillo de Oscar Bony con la palabra “Erótico”, Dentro del stand sobresalían las nubes de Oscar Boni y otras piezas notables de Antonio Berni y Emilia Gutiérrez, y el Museo Nacional de Bellas Artes adquirió su pintura «En el taller» para su colección. Vendieron casi todo.

 

 

Ruth Benzacar sobresale con una instalación hecha con las máscaras y criaturas de resina de Florencia Rodriguez Giles, piezas muy bellas. Un stand muy bien curado con obras de Ernesto Ballesteros, Eduardo Basualdo, Fabio Kacero, Pablo Siquier y Sebastián Gordin. El Museo de Arte Moderno sumó a su colección “Ronquidos oceánicos”, 2019 una Video/Performance de Florencia Rodríguez Giles en colaboración con Emilio Bianchic.

 

 

La galería Diego Obligado de Rosario en su pared exterior, se desplegaba una tela de varios metros con grabados de Melé Bruniard que parecía un tapiz. El stand se destacó con la producción más reciente de Román Vitali, inspirada en fotografías familiares.

 

 

Pasto también declaró muy buenas ventas.  Con obras de Iosu Aramburu, Manuel Brandazza, Federico Cantini, Pancho Casas, Víctor Florido, Zé Carlos García, Agustín González Goytía, Santiago Licata y Jimena Losada. Niño del río, un esgrafiado del Río Paraná fue adquirido por Museo de Arte Moderno otra del mismo artista a la Fundación Azcuy. También el MACBA compró obras de Santiago Licata.
Este año Pasto se suma al programa de acciones performáticas curado por Eugenio Viola curador en jefe del Museo de Arte Moderno de Bogotá) con la foto-performance del chileno chileno Francisco Casas (de Yeguas del Apocalipsis, que integró junto al escritor Pedro Lemebel). Sus imágenes de la performance de 2015 “Donde más duele” forman parte del patrimonio del Malba.

 

 

Roldán Moderno exhibió obras de artistas como Gumier Maier, Aizemberg, Kosice y Emilio Pettoruti, de este artista es “La Tubouna”, una pipa creada en1934, en venta por $310,000. Pettoruti, es el artista argentino que más ha cotizado en subastas. En 2008 “El Cantor”, un arlequín del mismo año que la pipa se vendió por US$782,500.  El coleccionista Eduardo Costantini adquirió dos piezas de Gyula Kosice.

 

 

Daniel Maman, con obras de artistas consagrados, declaró importantes ventas: la más costoso si bien no informó el precio fue un retrato del hijo del artista rosarino “El caballito” de 1956, un “Autorretrato” de Guillermo Kuitca de 1985, de la serie “Las siete últimas canciones“, que se vendió en US$ 250,000 y Mujer con espejo, una carbonilla de Fernando Botero por US$ 380,000, que hoy sabemos que luego del fallecimiento pasó a cotizar alrededor de un 25% más. También se vendieron obras de Benedit y Luis Wells.

 

 

Utopía, un éxito rotundo

Para aplicar a Utopía, el comité de selección tuvo en cuenta la diversidad, la representatividad de regiones y la calidad artística. Con propuestas a la altura de estos requerimientos se quedaron casi sin stock.

Me gustó todo y no puedo subir las fotos de todas las obras, no me sorprendió se vendiera casi todo.

 

 

Galería Atocha con Francisco Montes, Elisa O´Farrell, Mariel Uncal Scotti.

 

 

AURA VTV, galería que busca reinventar la producción artística con la fusión de arte y tecnología en colaboraciones únicas que adaptan lo digital a lo físico con resultados excepcionales. Entre sus artistas se encuentran Frenetik Void pionero del cryptoarte, Juan Pablo Ferlat, Trinidad Metz Brea, premiada en 2022, y Eva Moro Cafiero, una de las artistas premiadas en esta oportunidad.

 

 

 

Galería Grasa. El año pasado sorprendieron con los trabajos de quien ganara el premio en obra, Amparo Viau, artista de su galería y este año presentaron excelentes piezas de Emilia de las Carreras y Mariana Pellejero. Tuvieron numerosas ventas y una pieza de Emilia de las Carreras fue comprada por la Corporación América.

 

 

Galería NN de La Plata: el Museo de Arte Moderno compró el “Colchón antifascista” de Marta De la Gente y seis dibujos en liquid paper y birome de Porkería Mala, artista de San Pedro. El Museo Franklin Rawson de San Juan también incorporó a su colección un acrílico de Porkería Mala.

 

 

Galería Remota. El artista Guido Yannitto, artista de la Galería Gachi Prieto, gestiona la galería salteña y hace muchos años que trabaja con tejedoras de la comunidad Wichi. Los artistas de este espacio exploran diversas estéticas y materialidades. Entre ellos está Claudia Alarcón, una artista indígena Wichi que elabora tejidos con lana, plástico y fibra de chaguar, una planta espinosa que implica un extenso proceso de hilado. Vendió todo lo que llevó. Un tapíz fue adquirido por el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Malba y dos fueron vendidas al Denver Art Museum.

 

 

El Mirador, llevó a Candelaria Fernandez Coya, con sus pinturas de las que emergen personajes, apariciones, escenas rituales, animales y todo un universo mágico.  Facundo Belén y Tobías Mao.

 

 

Moria recreó un living, con obras de Cotelito, Celina Eceiza, Santiago Paredes y Laura Ojeda Bär fue una de las dos galerías premiadas con el Premio en Obra.

 

Valerie´s Factory de Mendoza trajo a los artistas Leo Sanchez Tomo Cabrera Julieta Proto Elias Leiro Fanny Diaz Faustino Mercadel y Matias Tomas ganador del premio en Obra.

También el premio en Obra para artistas fue para Yuyyu Puleston, de NN Galería, Sofía Rossa de Luogo Galería y Eva Cafiero de Aura VTV.

Mi impresión es que de las buenas experiencias no se regresa; lo que nos queda es seguir mejorando. Aplausos para los organizadores, artistas, galeristas, curadores, coleccionistas y, por supuesto, al público cada vez más entusiasta y numeroso, que pregunta, se interesa y hace que la rueda siga girando. Esperemos este sea un nuevo comienzo.

 

 

Foto portada: ArteBA Foto Victoria GESUALDI-TELAM

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