Una publicación alemana la describió como «las Olimpiadas del arte» para Estados Unidos, y no sin razón.
Los galeristas son conscientes de esto y se esfuerzan por llevar lo mejor para estar a la altura del evento.
Art Basel Miami Beach es la feria de arte más importante de Estados Unidos y América y cierra el calendario artístico anual.
Es una cita imprescindible en la agenda de galeristas, artistas, instituciones, museos, coleccionistas y magnates además de ser una plataforma de futuras tendencias.

 

El mercado del arte 2023

Si bien hubo una corrección, tal como anticipáramos en la nota sobre Art Basel Miami Beach 2022, el balance del mercado del arte en 2023 resultó positivo.

Este mercado está experimentando un crecimiento constante en la oferta, el número de artistas y el número de coleccionistas, abarcando una amplia gama de estilos y técnicas. Esto incluye al arte callejero y digital, así como a las instalaciones de arte ambiental, el arte textil contemporáneo, la escultura con materiales reciclados, la performance, y prácticas que rescatan métodos tradicionales y artesanales. Estas disciplinas, que integran lo moderno con lo ancestral mediante el uso de técnicas sostenibles, están ganando cada vez más reconocimiento y revalorización en el ámbito artístico global.

Según la encuesta anual de Art Basel regresaron con fuerza las compras en persona y la gran mayoría de los coleccionistas (el 86%) adquirieron arte por medio de galerías o dealers, ya sea de forma directa, en línea o en ferias de arte.

El informe de Art Price 2023 analiza la adaptación del mercado de subastas tras el boom post pandemia, donde se vendieron obras impensadas. Este segmento de mercado, a pesar de los conflictos bélicos, las tensiones geopolíticas y la inflación a nivel global, experimentó el cuarto mejor desempeño de su historia, lo que demuestra que el interés en el coleccionismo de arte sigue siendo sólido y activo.

Hubo una corrección en el segmento de subastas dado que muchos coleccionistas pospusieron su decisión de vender por ese medio y optaron por otros canales para desprenderse de obras de artistas muy reconocidos.

Esta tendencia se hizo evidente en Art Basel, donde se vieron varios ejemplos, y hubo uno en particular que quiero destacar, relacionado con una obra de Frank Stella.

 

 

La obra más valiosa exhibida fue presentada por Yares Art, y se trata de una joya de Frank Stella: «Delta», su primera pintura negra. En poder de sus hijos, fue pintada en 1958 cuando Stella tenía apenas 22 años, y regresó al mercado después de mucho tiempo con un precio de 45 millones de dólares.

A pesar de su sobresaliente carrera, la cotización de Stella no se encuentra en el rango más alto pero es válido aclarar que alcanzó su récord precisamente con una pintura de la misma serie, titulada «Point of Pines”, de 1959 y vendida por U$S 28,082,500 en una subasta de Christie’s en 2019.

Aunque no hay registros confirmados de la venta, es probable que haya encontrado comprador. Si bien no es habitual encontrar este tipo de obras en ferias, los coleccionistas suelen estar al tanto del valor y la exclusividad de estas rarezas y no las dejan pasar.

Art Basel también es un termómetro para el posicionamiento de artistas y galerías.

Las galerías exhiben trabajos de nuevos talentos y de artistas consagrados, y en ocasiones, contribuyen a revalorizar a otros que habían sido olvidados, reafirmando su importancia en el panorama artístico actual.

Esta nota va más allá de las ventas y transacciones, que podrían evaluarse post-evento, y se enfoca en destacar algunas obras y artistas que merecen especial atención. En una feria tan inmensa como Art Basel, por lo general, no tenemos tiempo para detenernos en todos ellos.

 

La semana más intensa del año

La semana del arte en Miami es una locura: más de 20 ferias internacionales, exposiciones, fiestas y eventos. Las marcas de lujo se dan cita para todo tipo de activaciones y Miami se convierte, durante unos días, en la capital mundial del arte.

En la última edición, Art Basel logró reunir a 277 galerías procedentes de 33 países, atrayendo a una asombrosa cifra de más de 79,000 visitantes.

Aunque las ventas iniciales fueron moderadas, con el paso de los días aumentaron significativamente, reflejando la alta calidad y el atractivo de las piezas ofrecidas. Este cambio en la dinámica también evidencia la fortaleza del mercado.

No hubo situaciones controvertidas como las producidas por la famosa banana adherida a la pared o los cajeros automáticos que mostraban los saldos bancarios de los visitantes. En cambio, el evento se distinguió por su enfoque en la calidad y diversidad de las obras con una notable presencia de artistas latinoamericanos.

Me sorprendió no encontrar ni un solo «Concetto Spaziale» “tagli” de Lucio Fontana, una apuesta segura en otro momento. Hubo menos trabajos del siglo XX y una mayor representación del arte ultra contemporáneo: artistas nacidos después de 1975.

Este segmento de mercado, que se caracterizaba por la especulación, está comenzando a mostrar signos de moderación. Los artistas jóvenes y desconocidos que antes alcanzaban fácilmente cifras de seis o incluso siete dígitos fueron normalizando su cotización.

Un ejemplo es el artista ghanés Amoako Boafo, del cual se vieron muy pocas pinturas en relación con ediciones previas.

 

 

Este retrato, exhibido en Roberts Projects, valuado en U$S 350,000, refleja su técnica excepcional de pintar con los dedos. Esta metodología le permite crear texturas y detalles muy personales especialmente en la representación de la piel de las personas.

La opinión general indica que los coleccionistas están priorizando la calidad artística sobre el potencial de inversión en este evento, que abarca un marcado interés en descubrir quién marcará la nueva tendencia, con la atención centrada en un par de artistas, incluyendo a Jeffrey Gibson.

 

 

Gibson nació en Colorado Springs en 1972. Perteneciente a la tribu Choctaw y de ascendencia cheroqui, ha sido seleccionado para representar a Estados Unidos en la Bienal de Venecia.  El trabajo del artista se caracteriza por fusionar la abstracción geométrica con la escritura y las tradiciones de los nativos americanos, utilizando cuentas y diversos materiales mixtos en sus creaciones.

En Roberts Projects se vendió Love me with all my faults, (2023), por U$S 120,000. Es probable que a futuro se manejen otros valores.

Gibson también pintó un tríptico para UBS Lounge Just When You Least Expect It.  Tomó el nombre de un tema de Pet Shop Boys Love Comes Quickly. Otra muestra más de su versatilidad.

 

 

También en esta galería de Los Angeles encontré a Mia Middleton con sus pinturas de pequeño formato, sus tonos difusos y sus escenas íntimas despojadas de contexto. Son 11 pinturas al óleo de formato pequeño que van desde los U$S 3,500 a los U$S 7,500.

 

Lo más destacado de la feria

El nuevo layout facilitaba el recorrido, se diseñaron espacios con una clara división de sectores: Meridians, Nova, Galleries, Kabinett, Survey, Positions y Magazines.

Esta división ayuda a distinguir las galerías más jóvenes de las tradicionales y los diferentes proyectos.

 

Meridians

 

 

Es un pabellón dedicado a obras de gran escala, pinturas, video, instalaciones y performances.

Curado por la mexicana Magalí Arriola, directora del Museo Tamayo Arte Contemporáneo en la Ciudad de México, trasciende el formato de feria.

De los 19 proyectos presentados impacta un globo inflable de siete metros con una imagen hiperrealista de la tierra pintada al óleo, Earth Play. Este “globo terráqueo” es parte de una performance desarrollada por el artista coreano Seung-taek Lee para crear conciencia sobre problemas ambientales. Frente al globo, una pared con seis fotos documenta sus performances alrededor del mundo. La gente interactúa con esta “tierra” mientras ella se deteriora y se desinfla. Creada en 1989, no ha perdido vigencia.

 

 

Monique Meloche presentó una creación monumental de Ebony G. Patterson. La obra de la artista jamaiquina es tan bella como perturbadora.

Había tenido la oportunidad de ver el trabajo de Patterson en el Pérez Museum hace unos años y la experiencia me acompañó varios días.

La habilidad de Patterson para tejer complejidades visuales y sociales a través de su arte me impactó profundamente.

Explora temas de belleza, duelo y violencia en espacios que pueden ser interpretados como jardines, adornados con elementos tan delicados como inquietantes. Las rosas y los encajes, llenos de brillo y color, desempeñan un papel central en esta narrativa visual, creando un contraste impactante con las realidades que ocultan. Específicamente, estos elementos estéticamente agradables sirven para esconder en su follaje las representaciones de cuerpos seccionados de mujeres afroamericanas, que emergen a medida que el espectador se sumerge en la obra.

La obra de Patterson se exhibió tras un vidrio protector, y me quedé con ganas de apreciarla sin barreras, tal vez la próxima.

 

 

En Meridians también, Louis Stern Fine Arts, exhibió el estudio para el mural Vendedoras de Flores (1945), hecho por Alfredo Ramos Martínez, uno de los precursores del modernismo mexicano.

 

 

Rolf Art, de Buenos Aires, presentó una instalación de Marcelo Brodsky titulada 1968: The Fire of Ideas, (2014-18). Esta instalación se compone de fotografías seleccionadas del archivo del artista y de los medios sobre manifestaciones políticas y sociales. Marcelo Brodsky intervino estas imágenes con colores y textos con el propósito de reinterpretar los eventos históricos en contraposición a las narrativas de la época.

Algunas de las fotografías tienen un alto impacto, como la icónica imagen de una ejecución en Saigón durante la Guerra de Vietnam, que dio la vuelta al mundo y dejó una impresión imborrable en la memoria de muchos de nosotros. Si alguna vez la viste, te acordarías. Es difícil olvidarla.

 

 

En un extremo llamaba la atención una escultura de un violonchelista de tres metros de alto creada por Reginald O’Neal, titulada The Cellist, presentada por Spinello Projects. La escultura estaba colocada de espaldas de manera que, para apreciarla por completo, era necesario rodearla, lo que me pareció una forma efectiva de mostrarla en su totalidad.

 

Kabinett

Por medio de curadurías diversas, el sector Kabinett se enfoca tanto en mostrar el trabajo de artistas emergentes como en revalorizar a aquellos cuya obra merece un reconocimiento o una nueva apreciación. Integrado por treinta galerías, cada espacio es cuidadosamente curado para este fin.

 

 

Lehmann Maupin mostró en este espacio al dúo brasileño Osgemeos. Los hermanos nacidos en 1974 en Sao Paulo empezaron a trabajar con el nombre de Osgemeos desde 1987 en proyectos de graffiti. Fusionaron el arte folclórico brasileño con la cultura hip hop de los 80.  Lograron el reconocimiento internacional y hasta hicieron una colaboración con Banksy en New York en 2013.

El primer día se vendió Luz própia (2023) por U$S 250,000.

 

 

También esta galería, que se caracteriza por promover tanto a artistas conocidos como emergentes, vendió dos creaciones de la estadounidense Teresita Fernández que alcanzaron el millón de dólares.

 

 

Las galerías Minsky de París y Weinstein de San Francisco se unieron con el propósito de destacar la obra de Leonor Fini (1907-1996).

La galería Minsky de Paris fue fundada por Arlette Souhami, marchand de Leonor Fini durante toda su vida y la galería Weinstein se dedica al redescubrimiento de artistas talentosos que han hecho contribuciones significativas pero que han sido marginados en la historia del arte. Esta galería es reconocida por su alto compromiso con mujeres del movimiento surrealista, como Leonora Carrington, Kay Sage, Stella Snead, Remedios Varo y Dorothea Tanning. Un excelente matching para poner en valor a una artista como Fini.

La curaduría fue excepcional, ya que abordó aspectos esenciales como el contexto histórico y cultural, respaldados por una sólida documentación y una selección de piezas extraordinaria. Basándome en mi experiencia en este tipo de curadurías, destaco que la disposición y el montaje de las obras superaron con éxito las limitaciones habituales de espacio e iluminación en una feria de arte, lo cual es una tarea muy desafiante.

Además de poner en valor la obra de la artista lograron que los coleccionistas y los medios hablaran de la «argentina» Leonor Fini, su talento y versatilidad (aclaro esto porque en Argentina es una artista casi desconocida).

En otras ocasiones, Leonor Fini había sido catalogada como «ítalo-argentina», lo que refleja su origen multicultural. Sin embargo, en esta ocasión, se resaltaron sus raíces sudamericanas. Esto puede atribuirse a que el arte latinoamericano está ganando reconocimiento.

Nació en Argentina, pero a los dos años su familia materna se trasladó a Trieste en Italia. Vivió en Milán y Paris, donde se formó.

Se la conoce por ser una pionera surrealista que desafió los roles de género tradicionales con su arte diverso. Su talento se extendió más allá de la pintura, abarcando también la escultura y el diseño, donde creó desde trajes teatrales hasta muebles.

Los valores oscilaron entre los U$S 12,000 y los U$S 3,5 millones de dólares. Fini alcanzó su récord en 2021 con Autorretrato con escorpión (1938), que se vendió por U$S 2,319,000. Se convirtió en la única artista argentina en alcanzar esos valores.

 

Survey

Survey reunió a 17 galerías que presentaron propuestas históricas o proyectos de artistas de relevancia creados antes del 2000.

 

 

La galería argentina Rolf Art mostró un solo show de Liliana Maresca (1951-1994) con una selección de fotografías tomadas por Marcos López, una serie icónica.

 

Nova

Este espacio ofrece una oportunidad única para explorar las últimas tendencias y producciones artísticas contemporáneas.

Se presentaron 22 galerías que exhibieron obras de 2 o 3 artistas. Tenían la particularidad de haber sido creadas en los últimos tres años y no haber sido expuestas previamente.

 

 

La galería Luis De Jesús de Los Angeles presentó a Ken Gonzales-Day, Edra Soto, y Héctor Dionicio Mendoza. Con respecto a este último, nacido en 1969 en Uruapan, Michoacan, México es un artista y curador con base en Salinas Valley, California. Recorre temas que van desde el medio ambiente, la memoria, la identidad hasta la inmigración, donde aporta su experiencia personal en la región fronteriza entre México y Estados Unidos y además de utilizar materiales no convencionales, naturales, sintéticos, orgánicos y reciclados incluye objetos recolectados en la frontera.

La impactante Coyota/e de 2021, fue vendida a una fundación del sur de E.E.U.U por una cifra entre U$S 50,000 – U$S 75,000

 

Positions

Dedicada a nuevos talentos, 16 galerías presentan artistas emergentes, entre ellas Isla Flotante de Argentina.

 

Galleries

El sector Galleries es el más importante.

Acá se encuentran las mega galerías. Gagosian lidera este segmento pero se puede decir que en este evento es una más del Dream Team junto con Pace, David Zwirner Hauser & Wirth, Thaddaeus Ropac, White Cube, Perrotin, Lisson, Victoria Miro, Lehmann Maupin, David Kordansky, y otras diez más. Lo integran doscientas galerías entre las que se encuentran las argentinas Barro y Benzacar.

 

Gagosian

Este stand es una parada obligatoria que puede competir con una muestra en el mejor museo. Concretó ventas por varios millones de dólares.

 

 

Donald Judd, Gerhard Richter, Ed Ruscha, Georg Baselitz, Roy Lichtenstein con Jordan Wolfson (presente en varias galerías), Anna Weyant, Sarah Sze y siguen los nombres…

 

 

El primer día se vendió un Richter de 1982, Grün-Rot-Gelb (Green-Red-Yellow), valuado en U$S 12,5 millones. Reportó además ventas de trabajos de Yayoi Kusama, Alice Neel, Elizabeth Peyton y Noah Davis entre otros.

 

 

Big Electric Chair de Warhol, parte de su serie Muerte y Desastre, se vendió en Sotheby’s en 2019 por U$S 20.137.500. De las 14 versiones existentes, 10 están en museos. Sin mostrar violencia explícita, la silla eléctrica vacía de esta obra transmite inquietud. Única dividida en tres secciones con líneas diagonales y realizada en azul, verde y rosa, representa un giro en la carrera de Warhol. Estoy segura de que tiene que haber encontrado dueño.

 

 

Gagosian siempre muestra alguna escultura de Koons que atrae la atención. Esta vez le tocó a Cracked Egg (yellow), una escultura de acero inoxidable de la serie Celebration hecha entre 1994 y 2006. Valuada en U$S 5 millones. Esta serie explora imágenes y objetos asociados a experiencias infantiles como fiestas y cumpleaños. Hay cinco versiones.

Con estos artistas, imposible nombrar a todos. Se puede ver la magnitud de la apuesta y sacar sus propias cuentas…

 

Hauser & Wirth

Hauser & Wirth es otra galería que se destaca por la excelencia de sus artistas.

El primer día vendió lo que hasta ese momento fue la obra más cara de la jornada: Painter at Night (1979) de Philip Guston, por U$S 20 millones.

Vendida en Christie’s en 2017 por la cifra de 12.5 millones de dólares. Ahora, que pasaron seis años, se vendió por 8 millones de dólares más.

El récord de Guston en subastas lo alcanzó con una creación de su época abstracta, «To Fellini,» de 1958, que fue adquirida en 2013 en Christie’s por U$S 25,883,750.

Philip Guston, fue uno de los pintores abstractos más aclamados de la posguerra, compartiendo reconocimiento con su amigo de la infancia, Pollock, y artistas como Marc Rothko. Sin embargo, en la década del ‘60, Guston se volvió crítico de la abstracción, y comenzó a producir sus característicos dibujos y pinturas que se venden en cifras millonarias. Actualmente, se está realizando una retrospectiva del artista en la Tate Modern.

Concretó además otras operaciones notables:

 

 

Smiling Aristocrat de George Condo (2023) se vendió por U$S 2,35 milllones.

God Draws A New Day (2023) de Rasheed Johnson por U$S 750,000.

 

 

Made in México (2016) de Henry Taylor (1958) se vendió por U$S 1,000,000.

Es un momento especial en la carrera de Taylor. En 2023 alcanzó un récord de U$S 2,480,000 con From Congo to the Capital, and black again (2007) en una subasta en Sotheby´s y en estos momentos coincide con la excepcional retrospectiva del artista en el Withney de New York.

 

 

Por último quedé hipnotizada con Bacchanalia, (2023) de Flora Yukhnovich. Era la primera vez que veía una pintura de ella en vivo y superó mis expectativas que eran por cierto muy altas.

La artista británica nacida en 1990 alcanzó un récord de U$S 3,601,641 con Warm, Wet ‘N’ Wild (2020) en una subasta de Sotheby’s.

Con su paleta rococó, su exuberancia y la pincelada gestual llena de energía transmitía todo lo que imaginaba mirando las imágenes. Es para quedarse mirando. Se vendió por U$S 402,000.

 

David Zwirner

David Zwirner vendió The Schoolboys, realizado entre 1986-1987 por la sudafricana Marlene Dumas por U$S 9 millones.

 

 

Dumas se mudó a los Países Bajos en 1976 y esta obra forma parte de una serie que se inspira en los retratos grupales de la Edad de Oro neerlandesa. Explora temas profundos de la identidad personal y cómo esta cambia en diferentes contextos.

Esta venta marca un récord para Dumas. Su precio más alto era de US$ 6,3 millones y lo había alcanzado en 2008 en Sotheby’s con The visitor.

También se vendieron tres pinturas de Robert Ryman por precios entre U$S 2 y 3 millones.

 

 

Ryman es famoso por sus pinturas abstractas prácticamente de color blanco y formato cuadrado donde altera los materiales y logra texturas impensadas, se ven las capas de pintura y parecen escamas.

Se mudó de Nashville a New York por su interés por el Jazz. Trabajó en el MoMA como guardia de seguridad y ahí empezó a apreciar el arte. En 1958 mostró una obra en una exposición del personal del museo pero su carrera despegó recién en 1967 y aunque a Ryman no le gustaban las etiquetas, fue un precursor del minimalismo.

No conocía su historia, me enteré cuando visité la galería David Zwirner en New York donde expone los trabajos realizados por Ryman entre 1961 y 1964. Los que vendió en Basel eran de ese período.

Se vendieron además pinturas de Katherine Bernhardt por U$S 250,000, de Lisa

Yuskavage por U$S 180,000. También vendieron dos «Infinity Net» de Yayoi

Kusama por U$S 3.2 millones y U$S 3 millones además de piezas de Alice Neel, Elizabeth Peyton y Noah Davis.

 

Pace Gallery

 

 

La escultura escala L‘ordre des mondes (Tótem) de Alicja Kwade se vendió por U$S 500.000 dólares. Esta cifra superó el récord de la artista polaca en subastas que era de U$S 141,690.

 

 

Una escultura de Elmgreen & Dragset, This Is How We Play Together, por U$S 275,000.

 

 

Una escultura de bronce de 2023 de Lynda Benglis se vendió por más de U$S 200,000.

 

Perrotin

 

 

La icónica galería francesa eligió destacar obra de Emily Mae Smith. Esta artista nacida en Austin en 1979 combina simbolismo, surrealismo y arte pop con un enfoque feminista y de género. Presentó un personaje de escoba antropomórfico inspirado en las escobas de Disney en Fantasía.

Graduada de la Universidad de Columbia, ha expuesto internacionalmente y sus obras están en colecciones como el Museo de Arte Americano de Whitney. Sus pinturas alcanzan siete cifras en subastas, su récord es de € 1.627.788.

 

 

Perrotin además dispuso de un espacio especial para los últimos trabajos de Emma Webster, una artista de Los Ángeles nacida en 1989 y graduada en Stanford y Yale. Webster es conocida por crear paisajes que cuestionan nuestra relación con la naturaleza, utilizando un enfoque híbrido que combina realidad virtual y técnicas tradicionales de pintura. Según dice la artista “Encasillamos la pintura de paisajes como agradable y aburrida, pero no hay nada agradable en un clima en crisis».

Sus paisajes apocalípticos y enigmáticos siempre generan interés, aunque su lectura pueda no ser agradable.

El primer día se vendieron 8 piezas en valores que iban entre los U$S 80,000 a los U$S 175,000 cada una. Reconocida internacionalmente, en subastas sus obras rondan los U$S 300,000. Alcanzó su récord en marzo 2023 en Sotheby´s con “primavera” un óleo de 2019 que se vendió por U$S 488,607.

También encontrábamos trabajos de Jason Boyd Kinsella, Takashi Murakami, Alex Gardner, Kathia St. Hilaire y Xiyao Wang.

 

White Cube

 

 

Siempre con propuestas comprometidas con lo social y político, White Cube apostó al arte latinoamericano. Incluyó trabajos significativos como Untitled 2023, también conocida como Camisas de la artista colombiana Doris Salcedo. Esta realización evoca un sombrío episodio de la historia colombiana de los años 80, en el que cientos de trabajadores fueron asesinados y secuestrados de sus hogares por grupos paramilitares.

Se trata de camisas impecablemente planchadas por las mujeres en señal de duelo mientras esperan el regreso de sus seres queridos. Están rellenas de yeso para representar la sepultura, y atravesadas por una vara de metal. Es muy conmovedora porque simboliza la espera dolorosa de las familias. Doris Salcedo captura la profundidad de la historia en cada detalle.

 

 

Un óleo de Georg Baserlitz de la serie Remix de 2007 impactaba con sus 304 x 254,7

 

 

Tracey Emin, You Let me Fall, (2022) por US$ 752,000.

 

 

Feeling Pregnant III (2005) de Tracey Emin es una instalación que presenta soportes de madera con vestidos largos, creando una atmósfera fantasmal. Inspirada en Louise Bourgeois, refleja las experiencias personales de Emin con el embarazo y el aborto, transmitiendo un paisaje emocional intenso.

 

Thaddaeus Ropac

 

 

Esta galería vendió dos obras de Georg Baselitz: Grüße aus Dinard (2023) y Alles fällt vom Tisch (2020), por € 1,29 millones y € 1,62 millones respectivamente. Además, Copperhead-Bite IX (ROCI CHILE) (1985) de Robert Rauschenberg, se vendió por U$S 1,7 millones.

 

Lisson Gallery

Con sedes en Londres y Nueva York, Lisson Gallery se enfoca en el arte conceptual y minimalista, y representa a artistas como Anish Kapoor y Ai Weiwei.

El arte latinoamericano contó con un espacio significativo: del techo del stand colgaba Spatial Relief Amarelo 22 del brasileño Hélio Oiticica y se presentaron esculturas y pinturas de Carmen Herrera, la artista cubana que vendió su primera obra a los 89 años.

 

 

 

Victoria Miró

 

 

En Victoria Miró, tuve la oportunidad de ver Tea Time in New Haven, Enugu, (2013), una pintura de Njideka Akunyili Crosby, con dimensiones de 213,4 x 282 m. Me sorprendió el precio de venta: U$S 4,850,000. Conocía la obra por una subasta de Christie´s de 2017, donde había sido vendida por U$S 900,000.

Ya el título de la obra presenta una convergencia de dos culturas, sitúa a New Haven, que es una ciudad en el estado de Connecticut en Enugu, Nigeria.

La pintura representa un salón vacío donde la presencia humana es evidente en todos lados: desde las fotografías familiares hasta los recortes de revistas antiguas nigerianas. Cada imagen parece hacer alusión a la identidad de la artista y las combina con objetos de su vida actual. En una mesa de estilo americano se colocan alimentos típicos africanos como Oxford Sweeting Cabin Biscuits o Will of God Bread.

Njideka Akunyili Crosby nació en 1983 en Nigeria y se formó en Estados Unidos, obtuvo un MFA en Yale en 2011. En 2017 fue galardonada con el prestigioso MacArthur Fellowship, conocida como «Genius Grant». Su obra trata sobre temas históricos, políticos y de identidad.

 

Van De Weghe fine art

Esta galería siempre sobresale por sus obras notables de artistas contemporáneos y maestros de la post guerra.

 

 

En sus redes la galería anunció la venta de dos serigrafías de la serie «Endangered Species» de Andy Warhol, producida en 1983: el panda gigante y la cebra. La serie está formada por diez serigrafías que representan animales en peligro de extinción. Dado que la edición es bastante amplia, con 150 ejemplares y 30 pruebas de artista (AP), es común que el precio de estas serigrafías no alcance las 6 cifras.

 

 

En cambio de Dollar Sign de 1981 no se puede decir lo mismo. Se vendió por última vez en 2007 en Christie´s por U$S 7,2 millones. Van De Weghe la cotizó en U$S 9,700,000. Algunos medios aseguraron que fue vendida.

 

Helly Nahmad Gallery

 

 

Vendieron un Kandinsky de 1930, Arrow Toward the circle por U$S 9,700,000 y una gran escultura de Calder.

 

 

Cuando vi este Dubuffet maravilloso comprendí inmediatamente que Basquiat no surgió de la nada; las influencias de Dubuffet en su trabajo son evidentes. Y si agregáramos un Cy Twombly a la ecuación, completaríamos gran parte del círculo de inspiración y evolución artística del artista de Brooklyn.

 

 

En esculturas como esta, Takashi Murakami, para algunos, el Warhol japonés. Fusiona el arte pop con elementos de la cultura japonesa y crea un universo de personajes fantásticos y colores vibrantes que invita a reflexionar sobre la felicidad y la identidad.

 

 

Cuando encontré esta pintura recordaba haberla visto en una subasta reciente y así fue: Painting 1990, una de las últimas grandes telas de Francis Bacon, fue subastada en Christie’s por U$S 8,911,903 en 2022. Profundamente simbólica, esta pieza encierra un retrato dentro de otro, entrelazando las figuras de José Capelo, el último gran amor del artista, con George Dyer y John Edwards, figuras esenciales en su vida y obra. La pose de piernas cruzadas, recurrente en el trabajo de Bacon, evoca tanto a Dyer como a Edwards. Este cuadro representa un tributo final a los amores de Bacon y un resumen de su legado artístico.

Como es habitual en esta galería, no faltó Picasso.

 

Gladstone Gallery

 

 

En las primeras dos horas de feria se vendieron unos trabajos de Keith Haring por 2,3 millones.

Uno de ellos fue el monumental Untitled (1988) vendido por U$S 650,000.

Además informaron la venta de Untitled, (2023) de Arthur Jafa, por $150,000, Mean as Hell, (1979) de Ed Ruscha por U$S 1,5 millones y tres pinturas de Alex Katz por U$S110,000 cada una.

 

Almine Rech

 

 

Upside Down Blue Nude, (2001) de Tom Wesselmann se vendió por U$S 1,25 -1,35 millones.

Boop-Oop-a-doop, (2023) de Javier Calleja fue vendido por U$S 390,000

 

Xavier Hufkens

 

 

Las ventas incluyeron una pintura de 2023 de Tracey Emin, Deep Feeling. (2023) por 1,64 millones y una edición de una nueva escultura de bronce y madera de Danh Võ, que fue adquirida desde el principio por un coleccionista estadounidense por euros 240.000.

 

 

La galería Cristina Guerra de Lisboa presentó escultura de Erwin Wurm, el artista austríaco, famoso por su representación humorística y distorsionada de objetos comunes. En esta ocasión, se trató de una escultura intrigante: una cartera Birkin de Hermès con piernas largas y botas de 2023. En una feria donde las carteras de lujo son un accesorio común capturó la atención de manera notable.

 

Acquavella

 

 

En Acquavella un Basquiat atípico, Duck, de 1986 se vendió U$S 6,500,000

 

 

Por el Estudio para el retrato de John Edwards, de Francis Bacon pedían U$S 19 millones.

 

Edward Tyler Nahem,

 

 

Como pueden ver esta obra ocupaba un lugar central: Infinity-Nets Gold de Yayoi Kusama no tardó en venderse por U$S 4,8 millones

Además de piezas de Mazzoleni, Salvo, Soto, Basquiat George Condo, Dubuffet, Boetti, Kusama, Boafo, Rauschemberg  y otros, se lucía un Vasarelli que parecía tridimensional.

 

Neugerriemschneider

 

 

Esta galería de Berlín siempre sobresale por su excelencia, sus montajes arriesgados y empapelados jugados. Este año volvió a Basel con una obra de alto impacto, me atrevería decir que la más instagrameable: una monumental realización con bloques de Lego de Ai Wei Wei:

Washington Crossing the Delaware. Mide 3.81 x 6,4 metros y está hecha con 350,000 piezas de Lego. Hace referencia a una famosa pintura de Emmanuel Leutze que se exhibe en el Metropolitan de New York, un símbolo del triunfo de la democracia.

Desde 2014 Weiwei trabaja con Lego y ha logrado fusionar el consumo de los ladrillos de plástico con temas de relevancia histórica, y como es su estilo incorpora su propia perspectiva. El barco se dirige al Estadio Nacional de Beijín, llamado nido de pájaro, diseñado por su estudio y simboliza las tensas relaciones políticas entre China y Estados Unidos.

Ai Weiwei es un verdadero imán para quienes buscan compartir imágenes impactantes en sus redes sociales, lo que refleja claramente su influencia social.

Cuando me dijeron que el precio ascendía a 950,000 dólares, me sonó más accesible que un millón. Me permito bromear porque en este segmento de mercado también aplican las estrategias de marketing.

Esto me recuerda la dificultad que sigue existiendo en este medio para hablar abiertamente de precios.

Poco tiempo atrás referirse al valor monetario del arte era considerado tabú. Sin embargo, una feria de arte no es solo un lugar de exhibición, es un espacio donde se concretan transacciones económicas. De hecho, la obra de Weiwei se vendió por U$S 900,000.

 

 

La galería Continua presentó otro mural impresionante de Ai Weiwei, esta vez utilizó piezas de Lego para reinterpretar la Venus dormida de Giorgione (2022). Lo notable de esta obra es que el artista chino incorpora su estilo provocativo y comprometido al añadir una percha como símbolo de los abortos clandestinos, transmitiendo así un mensaje poderoso en apoyo a los derechos de las mujeres.

El precio rondaba los U$S 860.000 y se transformó en otro punto de atracción para fotos y videos.

 

 

Para concluir, quiero destacar una obra espectacular de los artistas argentinos Chiachio & Giannone, reconocidos por su arte único y colorido que fusiona la tradición del bordado con la contemporaneidad. Esta pieza se exhibió en la galería Ruth Benzacar y se vendió por una cifra de seis dígitos al Minneapolis Institute of Art, aunque el monto exacto se mantiene en reserva.

Ya veremos cómo sigue el año.  La próxima cita es ARCO Madrid del 6 al 3 de marzo.

 

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