Buena fibra
Por Bárbara Vincenti
La muestra Hilos que fluyen, agua que enlaza consiste en una selección de textiles de la región guaraní. Algunas son piezas de origen indígena, otras de carácter popular o contemporáneo y, en su diversidad, muestran un oficio que trasciende las generaciones, resistente, como la fibra que lo compone
El Museo Nacional de la Historia del Traje, ubicado en el barrio porteño de San Telmo, propone un acercamiento al arte textil desde múltiples miradas. Actualmente, allí puede visitarse Hilos que fluyen, agua que enlaza, una selección de textiles de la región guaraní realizados con fibras vegetales y naturales tales como el chaguar (caraguatá) y el algodón, extraídas de plantas nativas con procesos dentro del marco de las creencias de las distintas culturas locales. A estos se suman otros lenguajes tales como fotografía, pintura y video.
«El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo» escribió Gabriel García Márquez en Cien años de soledad. ¿Será acaso que aquello que pertenecía a una determinada cultura se vuelve nuevo en otras y es preciso resignificarlo? Desde esta idea puede pensarse el origen de los tejidos más populares de la cultura guaraní, presentes en la muestra, como el Ao Po´i, Encaje ju y Ñandutí que, si bien fueron fruto de técnicas difundidas por los colonizadores, el pueblo paraguayo se apropió de los mismos, incorporando cambios y renombrándolos, otorgándoles así nuevos sentidos.
Sobre las puertas vidriadas que introducen y contienen la muestra, se aprecia la intervención de un paisaje pintado a cargo de las artistas plásticas Katalina Guerrico y Mar Legon. En cuanto a las piezas textiles, fueron realizadas por la comunidad Pai Tavytera de ItaGuasu, mujeres Nivache de Laguna Escalante, Armando Aquino, Dolores Barbenza, Lucía Carizo, Guadalupe Kleiman, Ña Ramona, Ña Digna Lopez Vda. De Narvaja, Fermina Rodriguez, Josefina de Yash, Dina Mereles y Pirí Soso. Además, Fernando Allen presenta una serie de fotografías de mujeres en plena labor. Hilos que fluyen, agua que enlaza fue curada por la diseñadora y conocedora de la cultura guaraní, Carolina Urresti.
En la exhibición se muestra en loop El Hombre que Teje, un corto/documental que habla del origen del ñandutí, en español blanco de araña (ñandu: araña; ti: blanco). El principal centro de producción ñandutí es la ciudad de Itaguá a 30 km de Asunción y su origen es europeo, posiblemente de la isla española de Tenerife. Sin embargo, fue abrazado y resignificado por el pueblo paraguayo y, tan fuerte es ese vínculo, que la mitología guaraní le asigna un origen americano. El documental cuenta la historia de dos guerreros de la selva que se disputaban el amor de una bella india y uno de ellos encontró el regalo perfecto, una hermosa tela de araña. Su rival, al descubrirlo, le atravesó el corazón con un flechazo. El homicida huyó acosado por el remordimiento, hasta que el amor de su madre perdonó el crimen y tomando sus canosos cabellos lo ayudó a confeccionar un encaje similar a la tela de araña con la cual el guerrero quedó redimido.
Más allá de las suposiciones acerca del origen del ñandutí, su legado cultural es indiscutible. La técnica ha subsistido a circunstancias históricas y sociales complejas, como por ejemplo la Guerra de la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) entre 1864 y 1870. Paraguay fue derrotado y un alto porcentaje de los hombres murió en el conflicto. Las mujeres tomaron las riendas de su familia, además de promulgarse el concubinato y poliginia para repoblar rápidamente el país. A pesar de las circunstancias adversas ellas siguieron con su labor textil, transmitiéndolo a las generaciones venideras.
Algunas de las piezas expuestas tienen valor funcional y utilitario además de artístico, como por ejemplo una hamaca de fibra de coco, tejida por Severiana González y otra de fibra de algodón tejida por Antonia Ramos de la comunidad Pai Tavytera de Jaguati. También el camino, la toalla y el chal de Ña Digna López Vda de Narvaja de tela tejida en telar rústico con hilos de Mandyju pyta o la cestería Mbya Guaraní.
Mientras tanto, el valor de otras es exclusivamente artístico, como los trabajos de la artista contemporánea Dolores Barbenza, homenajeando a las tejedoras de ñandutí ancestrales que mantienen viva la tradición y el bastidor de Ña Ceveriana Riveros de Itaugua, entre otros.
Una hilera de ocho Muñecas Vatfacavot, realizadas con barro, cocinadas al sol y con vestimenta de hilos de algodón hechas por mujeres Nivache de Laguna Escalante en Pilcomayo se alinean en una de las salas. Estas muñecas suelen utilizarse para enseñar a las niñas el cambio del cuerpo de la mujer y, a mayor complejidad en la vestimenta, más alta es su jerarquía.
¿Será entonces que el agua enlaza y los hilos fluyen a través de las generaciones y los tiempos
¿Será que los hilos narran la vida de aquella cultura que los engendra?
Hilos que fluyen, agua que enlaza. Piezas textiles y prendas de la región Guaraní
Museo Nacional Histórico del Traje
https://museodeltraje.cultura.gob.ar/
Chile 832, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Martes a domingo de 11 a 19 hs. Lunes cerrado.
Entrada libre y gratuita.