“Invierno amarillo es un manifiesto político de la amorosidad”
Por Maxi Moncalvillo
Entrevista a la poeta Coni Banús.
Es invierno, y el día hace honor a su estación. Está frío, algo nublado y ya oscureció en la ciudad. Nos encontramos en una mítica esquina del barrio de Almagro, en un mítico rincón de la ciudad. Es un escenario que, pienso, le sienta cómodo y le agrada a esta poeta porteña, por el aura de arrabal que envuelve al bar, por el tango implícito acumulado en sus paredes de ladrillos rojos y gastados por el tiempo. Adentro, camisetas de futbol colgadas, artículos periodísticos enmarcados, pero por sobre todas las cosas, banderines, muchos banderines de equipos de fútbol argentinos y también de otras partes del mundo. Sí, el encuentro es en El Banderín, y las mesas y sillas del cafetín porteño conservan la pasión intacta por las reuniones, las charlas, la lectura y la pausa en la ciudad para tomar un café o un aperitivo.
Costanza Banús viene de publicar hace algunos meses la tercera edición de su poemario “La trinchera del amor (sin retorno)” con la editorial Peces de Ciudad, y por estas horas se está imprimiendo su cuarto libro titulado “Invierno amarillo”.
La poesía de Coni está empapada de tango, de amor, desamor, encuentros, desencuentros, metáforas que calan hondo en las estrofas potentes, crudas, directas y con un alto vuelo filo-psicológico. Gran jugadora con las palabras, exquisita en la técnica semiológica, elegante y suave en sus versos.
Psicóloga, docente, poeta, escritora, gestora cultural, madre de dos hijas y hoy, además, se encuentra al mando del Centro Cultural Cusca Risun en el barrio de San Telmo.
¿Cómo es tu proceso de escritura?
Surge de diferentes formas y surgió de diferentes formas. Empezó como diario íntimo cuando era muy chiquita, cuando tenía 12 años, escribía poesía. Siguió siendo algo íntimo durante mucho tiempo hasta que me empecé a animar a compartir esa poesía con gente del ámbito de la poesía y mi forma de escribir se modificó porque incorporé en la escritura esa posible escucha del otro, entonces no es lo mismo una escritura de la intimidad, casi que para que no la vea nadie, que se aleje de lo literal, que algo de eso que uno dice, como diría Pizarnick “uno dice lo que dice y también otra cosa”, decís más de lo que queres decir y decís menos de lo que te hubiera gustado. A veces en cualquier momento, no tengo una cuestión predeterminada con el tiempo y el espacio que surge la escritura. Sí lo puedo hacer con la lectura, necesito un lugar de privilegio para leer. Pero la escritura, la poesía, puede aparecer en cualquier momento, no lo puedo evitar, no lo puedo predecir, y por eso también me resulta muy difícil (casi imposible) escribir por encargo, al menos no desde el lugar poético, tal vez pueda escribir algo desde el lado reflexivo.
¿Cómo pensas un libro? ¿Tenes la idea y vas trabajando en eso?
El primer libro que escribí fue una recopilación de textos que tenía pero que también tenían que ver con algo, con una tonalidad organizativa, que recorriera esa agrupación. “Perdidas”, tiene cierto recorrido por la clandestinidad, tanto en el aspecto de los encuentros íntimos como en el aspecto de la clandestinidad de ciertos lugares de la noche, la clandestinidad de ciertos lugares de la ciudad, personas y circunstancias de los márgenes de la ciudad, en los márgenes de los vínculos y de eso siempre digo que las poesías son ficciones basadas en hechos reales; por ahí esos hechos reales no tienen que ver con mi “yo real”, sino mi “yo poético” habla en primera persona y el relato es de otro; a veces es al revés, el “yo poético” habla en tercera persona y a veces algo de eso tiene que ver con alguna experiencia personal; a veces me ha impactado una lectura de una poesía, ver un video de una poeta y que su forma de decir esa poesía me impactara tanto, que me generara deseo de escribir, o alguna imagen. El segundo libro también tiene esa similitud. El tercer libro es diferente, si bien tiene recorridos del amor y del desamor, es más amplio, no se restringe solamente a submundos urbanos, sino que está conectado con otras realidades, incluye lo social naturalizado y lo social desde un lugar de protesta. Y después, éste último libro, Invierno amarillo, que voy a presentar en septiembre. Éste sí, ya estuvo la idea y después se fue escribiendo, ya hubo escritos que fueron apareciendo en mí y más decididamente impregnado con un tiempo real y social contemporáneo. En ese sentido, la matriz es de un realismo extremo, están todos escritos e inspirados en un contexto que considero es de una crueldad socio-política extrema. El título “Invierno amarillo” es de una poesía que escribí y que después se hizo canción, pero que no está en el libro porque se transformó. Se las comparto:
Invierno amarillo: (canción)
Hay algo en esta vida que nos duele
y debe ser lo mismo que nos mata
el tiempo, por ejemplo
o el silencio
si no trae en sus manos la balanza
de un lado los idiomas amorosos
contarnos los secretos de los cuerpos
del otro, las palabras del olvido
qué haremos al pesar nuestro destino?
mira si te dijera que no sueño
sin dueños ni revanchas para el pueblo
sin palos que machaquen la justicia
sin hordas que asesinen el futuro
hay algo en esta vida que nos mata
¿será que solo quieren la venganza?
por eso, lo que sea, estemos vivos
que no nos mate nada sin batalla
hay algo en esta patria que nos duele
culpar al inocente por consciente
poner la humillación como bandera
cosernos las heridas con poesía
mira si te dijera que no sueño
sin dueños ni revanchas para el pueblo
sin palos que machaquen la justicia
sin hordas que asesinen el futuro
hay algo en esta vida que nos mata
¿será que solo quieren la venganza?
por eso, lo que sea, estemos vivos
que no nos mate nada sin batalla
¿Tenes libros a mano a los que siempre recurrís? ¿Cuáles son?
Tengo a los que me gustan volver, como a “Fragmentos del discurso amoroso de Barthes. De poesía recurro a variados. Soy más recurrente con lo musical. Me gusta Discépolo, las diferentes expresiones de la música en general. Así como me gusta el tango, puedo volver a lo punk, a los dark como The Cure. Depende también del estado de ánimo, pero puede ser ACDC, Aretha Franklin, Edith Piaf, el jazz de los 50´, 60´, o también los uruguayos, como No te va gustar.
¿Cuánto de música hay en tus textos?
Puedo darte una respuesta en base a lo que me han dicho otras personas, por ejemplo, que mis textos tienen cierta sonoridad musical, cierta musicalidad. Y si yo los pudiera ubicar en un género, te digo que hay tango, bolero, y hay punk. Son mis orígenes, mis amores. El tango tiene algo que es muy universal: el amor, el desamor, la desilusión, el desarraigo.
¿Qué temas son recurrentes en tu escritura?
Depende las épocas. Me doy cuenta por las palabras, y también en el momento de la edición, que hay temas que suelen ser más recurrentes. Por ejemplo, en el primer libro, hay más de lo erótico; en el segundo libro hay algo más del desamor y de la noche, mucho recorrido de la noche y del desamor; y en el último libro, pude colar bastante de lo que pienso en las ficciones poéticas, por ejemplo, una de las poesías dice: “la noche es como el mar, deberíamos saber hasta dónde llegar para poder volver”. En el último libro, los disparadores, las provocaciones, son más sutiles.
¿Hay atravesamiento filosófico también?
¿Qué son las poesías? sentimientos colados en el pensamiento podemos decir, es como hacer café de filtro, es difícil de describir cuándo es cada cosa, cuándo es pensamiento, cuándo es sentimiento, poéticamente hablando. Este último libro, Invierno amarillo, es el libro más honesto que escribí hasta ahora, es la producción poética más honesta que hice hasta ahora porque me permití expresar mi sensibilidad independientemente de lo que esa producción poética la hubiera generado, y al mismo tiempo no; es el libro que tiene más ternura, es el libro en el que me permito mucho recorrer la ternura, las diferentes versiones del amor, de lo amoroso; también tiene partes donde digo algo sin metáfora, más bien tienen recorridos y expresiones de la realidad contados poéticamente pero son descripciones de realidades dolorosas. Por ejemplo, hay un poema que lo escribí para el primer festival feminista de tango que se hizo en Capital Federal, y que me invitaron como poeta, es un poema que habla en primera persona pero que toma diferentes experiencias y vivencias de diferentes mujeres y diferentes dolores en relación a eso, tanto dolores de abusos reales como esos dolores de violencia naturalizada donde la mujer tiene que pertenecer a un patrón estético para estar fuera o dentro de algo aceptable en el mundo, en este caso la poesía es una enumeración de un montón de cosas que tienen que ver con la descripción de diferentes tipos de violencias y las nombra, no las metaforiza.
¿Trabajas sobre los textos, los corregís?
Eso fue una instancia de aprendizaje. Al principio me daba mucha vergüenza mostrar lo que escribía y entonces lo compartía con muy poca gente, y el trabajo de corregir me daba tedio, de hecho el primer libro que edité lo hice con una persona que no me conocía, para que me dijera si mis poesías eran publicables o no desde un anonimato absoluto. Ahora, en este momento de mi vida, prefiero trabajar los textos con personas en las que confío en su criterio de corrección. me parece que les hace bien a las poesías trabajarlas, porque ayuda a que uno pueda ir más en una línea que en otra.
¿Qué palabra o palabras te definen como escritora o poeta?
Es difícil definirme. Horacio Peñalva dice que mi poesía es existencialista. También dicen que mi poesía es tanguera; que mi poesía es “una guía caprichosa de las noches de Buenos Aires”. También me han dicho que son muy tristes, apasionadas. Me han dicho que leyendo mis poesías se han conmovido, o que los han inspirado para escribir. También han hecho dibujos basados en algunas poesías. Me gusta cuando se apropian de las poesías y no tienen nada que ver con lo que las provocó.
¿La poesía puede ser pensada como una forma de militancia?
Sí. Creo en el arte como una herramienta política.
¿Cómo te atraviesa el movimiento feminista actual? ¿Participas de algún espacio?
Formo parte de la comisión de denuncias de violencias en el tango: contención, atención, derivación, y tratamos de mantener un sistema de red de comunicación.
En relación al movimiento feminista, creo que es una herramienta que trasciende, es mundial, transgeneracional y que es transgénero, trasciende todas las clases sociales, trasciende las fronteras geográficas y es un replanteo de los lugares de los vínculos íntimos, y lo que el feminismo viene a decir es que lo íntimo es político.
¿Tenes influencias en tu escritura?
No sé si tengo influencias, puedo decir autores que me han emocionado, impactado, conmocionado. Insisto, no puedo llamarlas influencias, para mí es demasiado atrevido decir “influencias”. Por ejemplo, me conmueve la poesía de Alejandra Pizarnik, la poesía de Oliverio Girondo, Barthes y su libro “Fragmentos del discurso amoroso”, me conmueven algunos letristas, pero no puedo decir que son influencias. García Lorca, Miguel Hernández, García Montero, González Tuñón, también son escritores que siempre me han conmovido y que lo siguen haciendo. Pero también me gusta nutrirme de otras cosas, como el psicoanálisis, la clínica, y por sobre todo, la escucha. Hay personas que escuchan como “una foto de Instagram”, y hay otras que escuchan como “una radiografía del alma”, ven eso otro que el texto dice y oculta al mismo tiempo. Me gustan las situaciones que son portales, que llevan a otras realidades. También en este libro hago hincapié en las dedicatorias, y es ahí donde la producción poética es una bisagra entre realidades y ficciones. Hay gestos de amorosidad compartidos, y para mí, sin decirlo, es esgrimir una bandera de libertad, de decir “soy libre de hacer esto”, son hechos políticos que trascienden lo heteropatriarcal, que trascienden las limitaciones de lo vincular literal. Este libro es un manifiesto político de la amorosidad. Elegí con el extremo de mi sensibilidad a personas que yo no considero mediocres, en el sentido amplio del término de la palabra, que su persona conmigo compartió esas libertades sin juzgarlas, sin temores, sin condicionamientos, sin prejuicios, y eso te hace sentir que estás volando. Ojalá eso pueda quedar en el cuerpo de las personas cuando lean mis poesías, eso es lo que yo quisiera, que esa energía donde esos textos fueron provocados, fueron compartidos, se conviertan en esa sensación, o que atraviesen esa sensación los cuerpos de esas personas.
Coni Banús estará presentando su libro Invierno amarillo el día viernes 13 de septiembre a las 21hs. en Cusca Risun Bar Cultural, Pasaje San Lorenzo 365, San Telmo, CABA.