Industrias culturales en proceso de crecimiento.
Por: María Celeste Marrocco
Hablar de industrias culturales no es algo nuevo. Desde Theodor W. Adorno, su uso fue paulatinamente adoptado para referirse a las formas de reproducción industrial de las creaciones culturales y sus sistemas de difusión masiva. La ciudad de Córdoba es hoy testigo de un arduo trabajo en pos del desarrollo de estos campos laborales como generadores genuinos de recursos.
El fenómeno, complejo y amplio, de las industrias culturales está cada vez más arraigado en el entretejido de las formas de cultura de cualquier ciudad, afectado por las transformaciones tecnológicas y el desarrollo exponencial de los medios de comunicación y las redes sociales. Esos productos culturales forman parte de cadenas de producción complejas y de circulación, que entrelazan a la vez mercados locales, nacionales e internacionales.
El desarrollo de estas nuevas formas culturales no pasó desapercibida para el mundo económico; se ha posicionado, cada vez con más fuerza, el concepto de economía creativa, como motor de desarrollo tecnológico con origen en la creatividad individual y/o colectiva, que permite producir riqueza con el desarrollo de bienes que se caracterizan por la propiedad intelectual. Estos conceptos interrelacionan —no sin generar grandes controversias— aspectos de la cultura y el arte con otros de la economía, el mercado, y cuestionamientos respecto de la propiedad intelectual y los derechos de autor; todo se entreteje en un campo tan complejo como rico y apasionante a la hora de explorarlo y debatir la forma en que se estimulan y conceptualizan los campos de la cultura, el arte y el entretenimiento desde las políticas locales, regionales o nacionales. Las posibilidades de generar ganancias reales, y considerables, atraen a los dirigentes de cada ciudad de nuestro país, y Córdoba no es la excepción.
La ciudad de Córdoba es hoy testigo de un arduo trabajo en pos del desarrollo de estos campos laborales como generadores genuinos de recursos, a los cuales apuestan tanto desde las áreas políticas como educacionales o productivas.
Durante el 2012, la ciudad albergó a representantes de cada una de las áreas entendidas dentro de las industrias culturales provenientes de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, como sede del Pre-Mica Centro, donde reuniones, talleres y mesas de negocios congregaron a creadores y emprendedores que debatieron y analizaron, estudiaron y aprendieron, buscando nuevas oportunidades de desarrollo para cada uno de sus emprendimientos. Todas las áreas participantes analizaron las posibilidades distintivas de desarrollo, valorando las ventajas competitivas de cada región en relación con sus capacidades de producción y desarrollo.
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En la ciudad de Córdoba, hay un espacio permanente para el desarrollo de estas formas de producción, con el apoyo de la Universidad Nacional y diversas instituciones privadas, sostenidas por una fuerte presencia de materias creativas en las escuelas de nivel medio, que estimulan tanto el surgimiento de nuevos creadores como el de un público ávido y preparado para recibir y consumir estas producciones. Las reformas en el nivel medio provincial, que se están cristalizando actualmente, han desarrollado cada vez más instituciones que se orientan a los campos artísticos y de diseño, los cuales, a su vez, han favorecido el desarrollo de numerosas carreras relacionadas con estos campos. Tal es el caso del Curso de Posgrado en Gestión de Ciudades y Emprendimientos Creativos,organizado por la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas, de la UNC, junto con el Posgrado en Gestión Cultural y el Curso de Posgrado en Emprendimientos Creativos; estos, sumados a la actividad de la Incubadora de Empresas de la Municipalidad de Córdoba y las Agencias para el Desarrollo Económico de la ciudad, a través de CREA , Incubadora de Empresas Creativas y Empresas Culturales, estimulan el desarrollo de los emprendedores en el área.
Este marco institucional, político y académico ha creado las condiciones necesarias para el desarrollo de un sector cultural y creativo en permanente crecimiento, con centros culturales que pueblan diversas zonas de la ciudad, como el pujante Barrio de Güemes, que genera espacios para artesanos, artistas, diseñadores y turismo, cada vez más importantes. Este sector congrega, en el Paseo de las Artes, tanto una creciente feria de artesanos y anticuarios, como un dinámico circuito de comercios dedicados al diseño, el arte, la decoración, y espacios como el de la Asociación Cordobesa de Fotografía, que mantiene de forma permanente exposiciones y concursos que congregan a numerosos creadores de larga trayectoria, sumados a jóvenes fotógrafos que buscan un espacio para dar a conocer su obra.
Los circuitos de exhibición se amplían cotidianamente de la mano de espacios públicos y privados, con galerías, museos y salas de exposición que permiten la difusión de artes plásticas, más nuevos espacios que se orientan a obras dentro del campo digital y/o multimedial, estimulando un entramado complejo de difusión cultural que ha sumado, en los últimos años: espacios como las galerías de Ciudad de las Artes y el Museo de la Mujer, impulsados por el Gobierno provincial; diversos centros culturales públicos y privados, como Cocina de Culturas, que generan focos de difusión para obras donde la participación del público es uno de los aspectos integrantes, como el caso del ciclo Gratinado inesperado, cuyas obras integran arte, ciencia y tecnología. Este ciclo se reinició el pasado 7 de marzo, con la presentación de Luis Toro en Números que cantan, instalación que integra las propias netbooks de los asistentes, cada una de las cuales muestra una mezcla sincrónica de imágenes y sonidos, a partir de una partitura experimental.
Por otra parte, en el área de las artes escénicas, el stand up ha logrado el desarrollo de circuitos cada vez más amplios de la ciudad, como por ejemplo el ciclo De parado stand up club, con una maratón de 16 monologuistas, cada uno con siete minutos en el escenario. El desarrollo de esta forma de humor, con características propiamente cordobesas, ha dado lugar a programas televisivos, colectivos artísticos, cursos y ciclos que congregan a sus cultures en diversos bares y centros culturales.
La ciudad de Córdoba muestra un panorama que apuesta por el impulso de una economía creativa apoyada por iniciativas educativas, junto con emprendimientos tanto privados como públicos, que han estimulado el crecimiento de un campo cultural y creativo pujante, rico y de altas posibilidades de desarrollo. El futuro de este movimiento aún no es muy claro; sin embargo, la pasión y el interés de numerosos profesionales estimulan la consolidación de un espacio cada vez más firme que favorezca su crecimiento personal y laboral.