Alimento de origen andino que tiene cualidades para salud y nutrición
En medio de las adversidades y el atraso, que caracterizan a comunidades campesinas cercanas al Lago Titicaca, en el Municipio de Carabuco, del departamento de La Paz, agricultores de esta zona han realizado con éxito el cultivo de tarhui.
Por: Lic. Elizabeth Estévez A.
La iniciativa es la respuesta a sus necesidades y la diversificación de cultivos que les garantice seguridad alimentaria al igual que en otras poblaciones, que también demandan este cereal.
El Tarhui o “chuchumoti” en nuestro medio es considerado uno más de los productos andinos originarios de esta región y que todavía no ha logrado incrementar su producción, a pesar de que este cereal tiene una buena demanda en el mercado nacional e internacional, por poseer cualidades que permite al cultivo a adaptarse al cambio climático y por sus óptimas propiedades nutricionales y medicinales.
Antonio Mamani Orihuela, de la comunidad Jatopampa, de la tercera sección municipal de Carabuco, es un anciano que junto a su familia lleva adelante con entusiasmo el cultivo del tarhui en su propiedad en cerca de media hectárea. El nos contó que este año hubo suficiente lluvia y por suerte no se sufrieron del granizo, heladas y otros fenómenos, por lo que piensa incrementar sus cultivos.
Aunque los agricultores de esta comunidad no calculan con exactitud cuantos quintales van a obtener de todo el terreno en el que sembraron ellos vieron con entusiasmo esta cosecha, que más que todo se la hizo para obtener semilla certificada para comercializarla, en vista de la demanda, además de ampliar cultivos, incluso en parcelas de sus vecinos, que hasta antes veían con desconfianza esta iniciativa, pero luego del éxito, muchos de ellos se lanzaron a sembrar más tarhui en la zona.
Sin embargo los comunarios luego de ver resultados en los rendimientos de la producción, sorprendidos por las cualidades nutritivas y medicinales del tarhui, han visto con buenos ojos la opción de sembrar más semilla.
El tarhui dulce sembrado en sus tierras, con asesoramiento técnico asistido en vista de las cualidades que tiene apto para la salud humana, como es el caso del tratamiento de vescícula viliar y para la eliminación de colesterol. Se caracteriza por su sabor amargo y también se lo usa como insecticida biológico, en el caso de las plantaciones agrícolas, para combatir las plagas que se presentan en los cultivos, tal como lo experimentaron agricultores de la región.
Antes no conocían de la utilidad del tarhui y los agricultores cuentan cuando eran niños, sus papas y abuelos lo daban como alimento a las ovejas y con la capacitación recibida, han aprendido que el cultivo es para los humanos y para el cuidado de los cultivos.
Por ahora ellos cuentan con apoyo dela FundaciónCunaque les apoya en la capacitación y mejoramiento de las tecnologías, lo cual ha sido beneficioso para ellos según la enseñanza asimilada y puesta experiencia en el mejor tratamiento de sus cultivos. Un agricultor relato, que hasta antes el tarhui presentaba deformaciones e impurezas, lo cual fue superado, con el tiempo en las últimas campañas, ya que el cultivo tiene la virtud de resistir a los embates de la naturaleza, como es la sequía y las heladas que caracterizan a esta zona del altiplano de Bolivia.
Por ello, para aunar esfuerzos en el cultivo fundaron la organización comunitaria ASACOPA con 20 socios a objeto de coadyuvar en el trabajo, ya que hasta antes no podían acceder a financiamiento para emprender en estos emprendimientos, por falta de personería jurídica, aunque tuvieron que esperar demasiado, por la burocracia.
El apoyo brindado por dicha organización les ha posibilitado también encontrar mercado para la semilla producida en el lugar, ya que hace 3 años, casi “regalaban” su producción en Bs. 20 la arroba y el año pasado vendieron la arroba en Bs. 130, debido a que la semilla producida no es enfermiza y esta bien seleccionada pero todavía el pelado y trillado se lo hace en forma rústica, por falta de tecnología.
Pedro Ari Ticona, de la comunidad Cojata Pampa ya tiene semilla certificada para la venta en su segundo año de cultivo. Resalto que antes era más notorio el contrabando de semilla de tarhui, porque no tenía un buen precio y por ello han ampliado sus cultivos de una hilera a una chacra.
Sin embargo todavía les falta mejorar y ser escuchados en sus demandas, debido a la ausencia del Estado a fin de contar con infraestructura y tractores. Por mucho tiempo se lamentó la ausencia del alcalde del lugar debido a conflictos internos.
Fredy Blanco, Técnico de la organización Cuna, dijo que han implementado el proyecto de recuperación de semilla de tarhui con éxito en las comunidades de Huatajata, Cavinchilla, Tila coca y Cojata Pampa del cantón del Municipio de Carabuco.
Según nos explico este ingeniero agrónomo el tarhui o chuchumoti, esta en el grupo de las leguminosas como alimento y aporta nitrogeno al suelo. El valor nutritivo se basa en proteínas, fibra cruda, cenizas y carbohidratos.
Se puede cultivar en zonas templadas y frías del altiplano boliviano-peruano, en valles interandinos de 2.000-3.850 m, y también ha tenido buenos rendimientos a nivel del mar, lo que hace ver que este cultivo es adaptable a los cambios climáticos y de temperatura. Es adaptable al estrés hídrico, tiene tolerancia a las aguas estancadas, soporta sequía y humedad, entre otras cualidades.
Blanco resaltó que luego del trabajo de campo en la aplicación de tecnologías nuevas y ancestrales, ya se ha lanzado la variedad de semilla “Carabuco “a fin de ofrecerla al mercado nacional con su respectiva certificación de la Oficina Departamental de Semillas, a fin de protegerla.
El rendimiento es de 800 kgrs. por hectárea, y se ha visto que hay lugares donde se ha incrementado la producción. Un total de 75 familias de la provincia Camacho han incursionado en este cultivo de los andes, en vista de la demanda de buena semilla.
Características del Tarhui
El tarwi, chocho o lupino (Lupinus mutabilis) es una leguminosa originaria de los Andes del Perú, Bolivia, el Ecuador, Argentina y Chile. Sus semillas se emplean en la gastronomía de esos países desde la época preincaica. Su alto contenido de proteínas, mayor que el de la soja, lo hacen una planta de interés para la nutrición humana y animal.
Es una leguminosa herbácea erecta de tallos robustos, algo leñosa. Alcanza una altura de 1,8-2 m. Se cultiva principalmente entre los 2.000 y 3.800 msnm, en climas templados y fríos.
Proviene de los Andes centrales, principalmente del Perú, Bolivia y Ecuador, aunque las relaciones comerciales que existen en esa zona han expandido su cultivo por todos los países andinos.
Las semillas de este vegetal dan lugar a infinidad de preparaciones en la gastronomía y en la elaboración de alimentos como pan y galletas principalmente.
Según historiadores, el tarwi representaba el 5 % de la dieta incaica. Asimismo, proveía de abundante proteína a la población. Se han encontrado semillas en tumbas de la Cultura Nazca en el Perú y representaciones en la cerámica Tiahuanaco en Bolivia.
En fresco, se puede utilizar en guisos, en purés, sopas (crema de tarwi); guisos (pepián), postres (mazamorras con naranja) y refrescos (jugo de papaya con harina de tarwi y otros.
La harina de tarwi que se usa hasta en 15 % en la panificación, por la ventaja de mejorar considerablemente el valor proteico y calórico el producto.
Los alcaloides (esparteína, lupinina, lupanidina, etc.) se emplean para controlar ectoparásitos y parásitos intestinales de los animales.
En estado de floración, la planta se incorpora a la tierra como abono verde, con buenos resultados mejorando la cantidad de materia orgánica, estructura y retención de humedad del suelo.
Los residuos de la cosecha (tallos secos) se usan como combustible por su gran cantidad de celulosa que proporciona un buen poder calorífico.
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