Diego Bianchi y Luis Garay «#Underdesi en la Bienal de Performance»
Por Mariano Barrientos
fotografía: Mariano Barrientos
El centro experimental de la Universidad de San Martín, fue cede de algunos eventos de la primer Bienal de Performance. En ese lugar, los artistas Diego Bianchi y Luis Garay fueron los protagonistas de #UNDERDESI, una performance altamente sensorial.
Desde el momento que se traspasa la puerta a este freakshow poco banal, el espectador ya no puede volver hacia atrás; lo primero que encuentra, es una alfombra hecha por una tabla de madera sujetada por seis personas. Para ingresar se debe caminar por encima de ellos, al cruzar ese puente humano, se llega a un caño y, una pseudo-bailarina de pole dance, muy concentrada trepa hasta una altura determinada, luego se dejará caer estrepitosamente una y otra vez, como queriendo romperse los huesos.
Luego se avizora un hombre en el suelo, luchando contra un pupitre de escuela, como queriendo borrar momentos de su niñez, vemos también a otra bailarina, esta se encuentra semidesnuda desafiando la gravedad, se mantendrá en puntas de pie durante toda la performance, con su cara tapada con una mascara de plástico gruesa.
Esta performance genera muchas preguntas, en un momento puntual, cuando se ve una seguidilla de guiños a la metro-sexualidad y al consumo narcisista, se topa ante nosotros un físico-culturista que esta siendo pintando en tonos marrones, más adelante, otro hombre desnudo esta recostado en una cama solar improvisada y es provisto de crema bronceante todo el tiempo. Luego aparece un joven que no deja un solo segundo su selfie-steak, autorretratándose hasta el cansancio.
Hay muchos toques de humor en #UNDERDESI y por lo menos en una de todas las performances que se presentan, el visitante se sentirá identificado con alguna. También se observar a un hombre sosteniendo una caja, envoltorio de un TV LCD y deberá lidiar con las cuotas para pagarlo, como también el otro hombre con la puerta de su auto a cuestas.
En otra escena, se produce un derrumbe, donde se llegan a ver personas envueltas en escombros, una cuasi-tragedia inexplicable, donde en un costado se ve un escenario con tres mujeres moviendo sus cabelleras de diferentes colores, perfectamente sincronizadas.
Todo el evento no duro mas de dos horas, la música es repetitiva, pero para nada incomoda, como si todo tuviera que ver con todo, se escuchan canciones pop en reversa y en un determinado momento suena una canción de música disco: es la señal que la performance culminó. Los performers respiran por fin y se relajan y, acompañados por Diego Bianchi comienzan a bailar desaforadamente.
#UNDERDESI fue una capsula de repeticiones incesantes que reflejaron a una sociedad de consumo, amor propio, recuerdos, estética pero por sobre todas las cosas, esta performance fue una fiesta de arte.