«Nos sentimos hermanos de un montón de experiencias barriales comunitarias»
Acaban de cumplir 16 años de existencia y son uno de los proyectos culturales más interesantes de los últimos tiempos. Entre sus logros, se encuentran haber capacitado a más de mil promotores culturales barriales, y haber creado una compañía de Teatro Popular Juvenil y una Escuela de Arte Popular.
Por Gustavo Borda
El Conurbano bonaerense, también conocido como el «Gran Buenos Aires», es un territorio compuesto por 26 municipios que rodean la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un lugar habitado por más de 9 millones de personas, de las cuales cerca del 50% viven en situación de pobreza, y un 20% en la indigencia. Es una región, a la que muchos definen como de identidad mestiza, donde la mitad de la población es joven. Un lugar que históricamente ha estado marcado por la violencia, la marginalidad y la injusticia. El Conurbano bonaerense es todo esto y, seguramente como consecuencia de ello, el principal escenario del surgimiento de numerosos movimientos sociales, culturales y políticos de trascendencia en la Argentina.
Una de las iniciativas surgidas en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires, tal vez la más interesante por las características de su propuesta, es el Culebrón Timbal: un proyecto artístico creado por un grupo de artistas, comunicadores y docentes, que empezó siendo una puesta musical con componentes gráficos y teatrales, y con el tiempo, se transformó en lo que hoy es, un proyecto social que, en los últimos años, ha formado más de mil promotores culturales y comunicadores barriales, los que, a su vez, producen anualmente cientos de eventos barriales y animan una Red Cultural Solidaria.
«Nosotros tenemos la sensación de que el centro de las metrópolis es medio artificial, y más o menos parecido en todas las grandes ciudades, además de hegemonizado por las instituciones del mercado; en cambio, en el Gran Buenos Aires, sobre todo en sus suburbios, aparece la mezcla mestiza de los pueblos, de los laburantes, de las religiosidades populares, de las subculturas… Ese mundo a nosotros siempre nos pareció mucho más interesante que aquel que está bendecido por los centros de poder», dice Eduardo Balán, uno de los miembros fundadores del Culebrón Timbal.
Con más de 16 años de carrera, y un trabajo que ha sido generador de espacios de reflexión y debate, en torno a la problemática estética, cultural y social del Gran Buenos Aires, además de haber favorecido la articulación de redes solidarias de artistas, medios locales de comunicación, centros culturales y organizaciones sociales, en torno a proyectos comunes, el Culebrón Timbal es, tal vez, uno de los proyectos culturales más interesantes de los últimos tiempos.
«Cuando comenzamos, por ahí era una decisión arriesgada encarar este camino. Hoy muchos lo comparten; tal vez porque, como nosotros, se han dado cuenta de que el Gran Buenos Aires, con sus conflictos, y con sus realidades, es un lugar mucho más interesante para pensar la transformación de la sociedad que esos lugares donde está lo consagrado, lo instituido, lo legalizado», dice Balán.
El trabajo del Culebrón se basa en un enfoque de la acción cultural comunitaria que privilegia las iniciativas públicas barriales y que tiende a ampliar la participación vecinal. Esta acción aparece mayormente combinada con la creación de circuitos culturales solidarios en espacios públicos, la creación de producciones artísticas populares y juveniles, y el mantenimiento de una estrategia integral de comunicación popular. Este cóctel de estrategias los ha transformado en una Productora Cultural Comunitaria, cuya idea es la producción de formatos e iniciativas artísticas culturales, y la capacitación de adolescentes y jóvenes en oficios y habilidades relacionados con la comunicación y la cultura.
«Nosotros tuvimos un proyecto que sufrió una transformación bastante piola. Empezamos siendo una banda de rock que mezclaba teatro, juegos, música y cómics, algo que hoy sigue estando, y mutamos a otro proyecto político cultural distinto, que es lo que hoy somos: una productora cultural comunitaria, una organización que se plantea un laburo barrial, a partir de medios de comunicación barriales como una radio, un diario, un canal de televisión local y una escuela de arte para chicos», cuenta Balán.
En la actualidad, el Culebrón Timbal les ha dado forma a una Escuela de Arte Popular para doscientos jóvenes, una publicación periódica (La Posta Regional) y una emisora radial comunitaria (FM La Posta).
El cambio del Culebrón aparece muy ligado a un viaje que el grupo realizó en1999, abordo de «El Carromato», un colectivo con equipo de sonido, escenario ambulante y decorado de estilo «circense», que los llevó por Uruguay, Brasil, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador.
«En ese viaje que hicimos por Latinoamérica a finales del 99 en nuestro carromato, conocimos unas veinte organizaciones populares culturales que nos hicieron tomar la decisión de ir en esta línea», dice quien fuera uno de los fundadores de esta iniciativa cultural.
Con la creación de la Productora, y antes de transformarse en lo que en la actualidad es, el Culebrón ha puesto en escena un modelo de producción artística y comunicacional que ha dictado cursos de Comunicación Comunitaria (1998-1999), protagonizado cientos de eventos barriales denominados los «Aguante la Cultura» (2001, 2002, 2003), y puesto en marcha una compañía de Teatro Popular Juvenil (2002, 2003); además de haber capacitado más de mil quinientos promotores culturales comunitarios, y desarrollado servicios culturales y eventos para cerca de treinta mil vecinos y doscientas organizaciones comunitarias
Integrado por un staff de cerca de 30 personas, actualmente el grupo, mientras trabaja en lo que será la cuarta producción de la banda —que dicen tendrá música, cómic, y hasta un largometraje—, se presenta todos los fines de semana en Maquena, del barrio porteño de Palermo, y pelea junto a otras organizaciones por la sanción de una ley de apoyo a la cultura comunitaria, que ya se encuentra en el Congreso.
«El Culebrón es una receta bastante particular, no sé si hay otra cosa que se le parezca, si bien nos sentimos hermanos de un montón de experiencia barriales comunitarias, como las radios comunitarias, los centros culturales, las bibliotecas populares o el teatro comunitario», dice Balán.
Entre otras organizaciones, el Culebrón Timbal trabaja con la Asociación Civil Madre Tierra, la Fundación Crear Vale la Pena, la Fundación Avina, la Fundación Labranza, el Consejo Editorial de la Posta Regional, las mutuales El Colmenar y Primavera, las fundaciones ProVivienda Social, Defensores del Chaco y Labranza, Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), la Escuela Agronómica El Surco, Alternativa 3, la Red Solidaria Abriendo Caminos, el CALC (Centro de Apoyo Legal Comunitario), las universidades de General Sarmiento, Luján, Quilmes, San Martín, La Matanza, Buenos Aires y Palermo, la Red Metropolitana de Arte y Transformación Social, el Municipio de Morón, e instituciones ligadas al trabajo comunitario de Quilmes, San Isidro, Morón, Merlo y Moreno, además de Iglesias, entidades ecuménicas, cooperativas y mutuales de la provincia de Buenos Aires.
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