“La calma posterior a las batallas era el momento propicio para honrar a los muertos, pero esta vez no lo harían de ese modo, al parecer la abuela tenía otros planes. (…)
La pequeña miró el cielo y contempló la oscuridad estrellada. Una punta de lanza como la usaba el hijo de Camuñil le mostró la dirección que seguían. Livia se tranquilizó pensando que el espíritu de sus padres las estaba guiando.
Ya no volverían a la tierra de sus antepasados.
La abuela, sin saberlo, había cambiado el destino de aquella niña mestiza” (pág. 15)

 

Gloria V. Casañas en esta novela nos deleita con su narrativa histórica, que trata de la apasionante aventura que vive Livia Camuñil, su protagonista, en la ciudad de Boston del siglo XIX.

Ella es una maestra salida de las tolderías araucanas, hija de una cautiva blanca y un araucano de noble estirpe. Lleva en su sangre el espíritu de lucha y superación, que la conducen a una búsqueda constante de un lugar en el mundo en el que desplegar sus dos partes: india y blanca. Su cabellera rubia la hacía sobresalir entre los toldos, mientras que sus rasgos indios delataban su otra sangre. Esto, sumado a sus papeles de presentación, carentes de procedencia familiar, la hacían extranjera en la civilización.

Livia aceptó su condición de eterna extranjera y se centró en su objetivo de aprender y absorber las ideas de vanguardia. Empujada por su deseo logra conseguir su objetivo de viajar a Boston recomendada por la institutriz Elisabeth O’Connor, una extranjera de los Estados Unidos que vino, en la época de Sarmiento a fundar escuelas Normales.

En aquél lejano país la está esperando, casi como un designio, Cecilia Robinson, una niña ciega y sordomuda de nacimiento, que jamás había sido escolarizada. Tal vez, por medio de la identificación que le produjo aquella niña aislada del mundo, pudo sostenerse ante aquél desafío. Concentrada en Cecilia se resguardó de la mirada prejuiciosa que recibía en la mansión de los Robinson. Leían en su piel morena y la fortaleza de su cuerpo, un origen que no era el que su ropa parecía señalar.

“Para ella el conocimiento tenía mucho valor, era el escudo que podía oponer a las malas lenguas, y su única arma frente al prestigio social de los otros. Sus batallas personales podían no ser tan espectaculares, pero en su interior resultaban igual de cruentas” (pag 358)

El padre de la niña, Jeremías Robinson, desde un primer momento siente atracción por la señorita Camuñil. Un atractivo viudo atrapado en los enojos de su pasado plagado de pobreza, cuya coraza le permite vivir dentro de una clase social que ha heredado de su matrimonio, pero del cual se siente extranjero.

Son precisamente sus rasgos personales y de carácter los que hacen que la joven institutriz y el viudo se atraigan como imánes. La rudeza de ese hombre no surte efecto en aquella mestiza. Y esa presencia fuerte y decidida de Livia rompe la coraza del triste irlandés. La pasión se despierta sin que ellos se lo esperen, y, ahora, tendrán que lidiar con esa sensación de vulnerabilidad que les despiertan los propios sentimientos.

“Era un hombre que renacía de sus cenizas y ardía en el fuego de su desdicha. Y ella iría con él ahora, para saber si ese fuego alcanzaba para darle abrigo. O para consumirlos a ambos” (pag. 321)

Los invito a recorrer esta apasionante aventura histórica de la destacada pluma de Gloria Casañas, donde destaca el valor de las mujeres en su lucha como iguales; recreando episodios auténticos y fieles de la época. Coloreando aquellos escenarios de personajes verdaderamente entrañables.

 

 

Resumen

Livia Camuñil, discípula de las maestras que llegaron al país de la mano del presidente Sarmiento, decide viajar a Norteamérica para especializarse en la enseñanza de los jardines de infancia. El destino la conduce al seno de la familia Robinson. Allí, en medio de conflictos y secretos, se verá obligada a pelear en la lid de la pasión, la única para la que no tiene armas.

Jeremías, el hombre de la casa, arrastra la desgracia donde vaya. Inmigrante pobre en una sociedad que exige credenciales para triunfar, ha sabido hacerse lugar a los puños en la clase alta local. La coraza que lo reviste es lo bastante dura como para que ni siquiera la vida de sus hijas la atraviese. Pero hasta el hueso más difícil de roer se agrieta cuando un material resistente lo golpea.

La sociedad de Nueva Inglaterra catapulta a Livia hacia un tumulto de ideas novedosas y movimientos femeninos que la deslumbran, y arroja a Jeremías a un tenebroso mundo de espíritus vengativos que sacarán a la luz macabros secretos.

 

 

 

Gloria V. Casañas

Gloria V. Casañas es argentina. Su profesión de abogada y su labor docente en la Universidad de Buenos Aires la condujeron por los caminos de la historia. Investigadora rigurosa y viajera incansable.
Es una de las voces más destacadas de su género, con más de 30.000 ejemplares vendidos. En 2012 fue distinguida con el Premio del Lector de la Feria del Libro de Buenos Aires.

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