Se exhibe en el Foyer del Teatro Auditorium de Mar del Plata una selección de algunas de las piezas emblemáticas e instalaciones de la recordada artista rosarina fallecida en 2017.
Por Pilar Altilio.

 

Los homenajes fueron sucediéndose a lo largo de este año y medio que la artista rosarina Graciela Sacco (1956-2017) nos dejara y más, aún hay proyectos en marcha que siguen desarrollándose por queridos amigos. Es el caso de esta muestra homenaje que replica en Mar del Plata en una sala de menores dimensiones, pero con un público mucho más heterogéneo, luego de haber estado montada en el MNBA con la misma curaduría más un giro por Madrid antes de que terminara el 2018.

Es una selección de algunas de sus obras características que la trae al presente con la misma eficacia con que la recuerdan los dos curadores, cuando sostienen que su legado se percibe “en las marcas que deja en la memoria visual de una época”, marcas que se reconocen inmediatamente una vez vistas por primera vez.

Sacco, una de las artistas argentinas con mayor reconocimiento internacional, hizo algunas de sus obras más poderosas usando recursos sutiles como la recordada Victoria presentada por primera vez en la Bienal de San Pablo de 1996. Consistente en una gran empalizada compuesta por varillas de maderas encontradas en la calle, que llevaban impresa la foto periodística de una manifestación del Mayo Francés, realizadas con la técnica de heliografía. Se trata de un procedimiento que luego extendió, que permite emulsionar cualquier superficie y hacer aparecer tanto una multitud como en la obra de referencia, como un ojo en una cuchara. Aunque su temática estaba ligada a lo social, nunca aceptó ser encasillada en el llamado arte político y se molestaba con quienes pretendían ver en su obra algún tipo de manifiesto revolucionario. A su entender se trataba de señalamientos capaces de atravesar épocas y latitudes muy distantes entre sí. También jugó con las sombras proyectadas multiplicando en varios planos el asunto de la foto, muchas de ellas provenientes de los medios, asimiladas por su magia a la potencia de un arquetipo universal, que tiene como protagonista a personas comunes y anónimas, con los que narra una iconografía que da cuenta de los conflictos sociales, las migraciones, las amenazas y las batallas cotidianas que son parte de un escenario global.

Mientras ascendemos al foyer por la gran escalinata, están visibles esos pequeños encuentros con miradas que, diseminadas en la arquitectura, son parte de la Serie Esperando a los bárbaros 1998-2018 y llevan el sugerente título Entre nosotros. Fueron el envío oficial en 2001, época muy triste para nosotros, a la 49º Bienal de Venecia. Ojos que miran directo a los ojos, interpelando como lo hacen también muy eficazmente las bocas multiplicadas de Bocanada 1993-2013. Desde unos posters blanco y negro, un gesto perentorio, de gesticulación acentuada por la iluminación, que también está dirigido a quien lo mira.

En un espacio separado se puede uno parar ante la mano que señala y contiene la pregunta “¿Quién fue?”. Se trata de la última serie que Sacco pensó para el espacio público donde sentimos la interpelación como propia ya que connota en parte aquellas preguntas que nos traen el pasado al presente y que aún no han tenido respuestas.

Puede verse también un video que registra la performance que realizó el GPS Grupo Performático Sur durante el Homenaje a Graciela Sacco que fue editado en la segunda etapa de este homenaje, realizado en la Casa de América de Madrid, España. De modo que, si bien el recorrido es sólo una parte de lo presentado en otros museos, aquí se luce igual gracias al buen montaje sin estridencias, pero donde no hay nada que sobre ni falte, que la hacen visible cabalmente en algunas de esas series que la representan. Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, dejó en claro su valoración del legado Sacco sosteniendo que “sus obras poseen un doble código de lectura tan eficaz como perturbador. Por un lado, despliegan una seducción plástica irresistible y, por otro, nos proponen situarnos en una intemperie inquietante que nos descoloca e interpela”.

Para ver en conjunto con algunas de las otras propuestas que el Teatro Auditorium presenta en sus Paseos de la Imagen. Dos muestras individuales de pinturas de Martín Ruete y Luciana Gutiérrez, y en el Espacio Vitrina, una instalación de Federico Santos, todos jóvenes creadores de Mar del Plata formados en la ciudad. En el Paseo 3 se habilita un espacio a una sola obra, una pieza de gran tamaño en técnica mixta del recordado Pablo Menicucci (1933-2012), artista histórico de la ciudad.

Graciela Sacco Muestra Homenaje
Curadores Andres Duprat y Fernando Farina
Teatro Auditorium Centro Provincial de las Artes MdP
Hasta 10 de marzo / martes a domingo de 18 a 23 hs
Entrada gratis

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