ARTE
El Museo de Artes Plásticas «Eduardo Sivori» acoge la muestra Contraluz, una retrospectiva del diseñador y fotógrafo Juan Gatti, ícono de la estética de la «Movida» madrileña y del diseño publicitario.
Por: Alejandro Barba Ramos
Contraluz, la exposición retrospectiva del diseñador argentino Juan Gatti que alberga el Museo de Artes Plásticas «Eduardo Sivori», supone un variado e interesantísimo recorrido por la obra del artista en sus últimos 30 años. Como sugerente aditivo a tan nutrido compilado, la muestra se complementa con una serie de fotografías en blanco y negro realizadas por el artista sobre distintos objetos o figuras y que sirve como hilo conductor para dar título a la exposición.
Como ya ocurrió en la Argentina de los 70, en España no pocos fueron los que se dejaron seducir por la magia de Gatti. En su país natal, definiría la plástica y la estética del iniciático rock argentino de aquellos años: Spinetta, Pappo, Charly García. Tras su llegada a España en 1981, su visión artística, sus gustos estéticos e inquietudes no pasaron desapercibidos para lo que por aquel entonces se estaba gestando en el ambiente intelectual de Madrid. Un movimiento artístico, generacional y contracultural que el tiempo daría a conocer como la «Movida» madrileña. Emergentes figuras que luego pasarían a ser íconos de esa contracultura, tales como Alaska, Fabio Mc Namara, Miguel Bosé, Nacha Pop y, sobre todo, Pedro Almodóvar, hicieron de Juan Gatti su diseñador de cabecera.
Sin lugar a dudas, la mayor producción artística de Gatti en España vendría de su colaboración con el director manchego. El argentino se convirtió en el diseñador fetiche del cineasta. Los gustos de Almodóvar y la estética de Gatti se compenetraron a la perfección durante años, dando lugar a la mayoría de los carteles de sus películas y formando un tándem inseparable. Carteles como el de Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame, Tacones lejanos, Hable con ella, La mala educación, Volver y La piel que habito son inconfundibles ejemplos de la imagen creada por el diseñador para la mayoría de las películas de Almodóvar.
Posteriormente Gatti iría sumando adeptos a sus creaciones, y directores como Fernando Trueba y Alex de la Iglesia reclamarían también sus servicios. Con los años y un notorio prestigio alcanzado por su trabajo, clientes como Loewe, Zara, Lagerfeld, Jesús del Pozo y la revista Vogue realizarían sus campañas y reportajes de moda bajo su dirección artística. Trabajo y talento que tendrían su recompensa, en 2004, con la concesión del Premio Nacional de Diseño, y en 2010, con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
La exposición de Juan Gatti se estructura en tres partes claramente diferenciadas. En primer lugar, una sección que recoge todos esos trabajos, afiches, carteles de películas, portadas de discos y reportajes, y campañas publicitarias, plasmados a través de un inmenso archivo fotográfico de casi 300 imágenes.
La segunda parte del recorrido adentra al visitante en el trabajo que da título a la muestra: Contraluz. Una serie de 40 fotografías de moda y diseño gráfico tomadas con una luz transversal que genera contornos distintos, altera las formas originales de los objetos, las figuras o las escenas retratadas. La luz negra que incide sobre cada fotografía potencia aun más el contraste entre lo blanco y lo negro.
Una tercera sección culmina el recorrido. Un audiovisual en el Observatorio Astronómico. Un espacio donde se proyectan imágenes de esta misma serie y que muestran al visitante/observador el mundo simbólico y una visión de las dos caras de un mismo artista: una cara plena de colores, llena de fuerza y vivacidad, psicodelia y dinamismo, resumida en la recopilación de sus trabajos para el cine, la música y la publicidad; la otra cara, en contraluz, más íntima y serena, más simbólica que gráfica.
La exposición, primera gran muestra que se realiza sobre la obra del diseñador argentino y que ya pasó por Madrid, permanecerá hasta el próximo 17 de marzo en la salas del Sívori, para que el visitante que lo desee pueda disfrutar de uno de los íconos de la estética publicitaria de los últimos años.
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