«La otra piel» y « Seducciones»
La otra piel y Seducciones reúnen, respectivamente, una selección de piezas emblemáticas de Lydia Galego, figura relevante en el campo de la escultura argentina, premiada varias veces en el Salón Manuel Belgrano, y las últimas esculturas realizadas por el artista Rodolfo Nardi, su compañero de toda la vida.
Lydia Galego es única por los materiales, técnicas y contenidos que utiliza en sus producciones; los paños teñidos que reiteran las formas volumétricas talladas en telgopor, luego intervenidos por grafismos, le suman una cualidad textil. Rodolfo Nardi se propuso captar en su obra la calma de la naturaleza, en el instante anterior a lo que habrá de suceder, en un juego de seducción maravilloso y en ocasiones perverso.
«Sorprende verlos así reunidos y advertir que ambos reflexionan sobre cuestiones de género, si bien lo hacen desde perspectivas muy distantes entre sí», señala Graciela Limardo, jefa de Museografía y curadora del Museo Sívori. Y añade: «Lydia Galego transitó una formación académica; una práctica de escuelas y maestros que se advierte en sus búsquedas formales. Sin abandonar la marca identitaria que aporta lo heredado, se permite un cruce entre la escultura y el textil para ofrecer enriquecidas y actualizadas conceptualizaciones en torno a la escultura como tal y al paquete de sentidos que la habitan. (…) La obra de Rodolfo Nardi es un comentario sobre cuerpos sexuados exultantes de sensualidad en maderas talladas y policromadas. La de Lydia Galego, en cambio, remite a su condición femenina y a una subjetividad vuelta hacia el interior. Sin duda los rotundos volúmenes irrumpen en la oscuridad de la sala como enigmas insinuantes que dejan entrever como una lejanía algo propio de la América andina. El presente potencia el diálogo entre materiales y técnicas cargados de memoria y tiempo».
En Lydia Galego, lo textil reviste como una piel la forma escultórica que se despliega en el espacio de una manera rotunda y le aporta la carga metafórica del vestido como protección, como estuche de los cuerpos o como expresión de estados de ánimo e incluso de rangos y jerarquías. Según la crítica Nelly Perazzo, «ha ido recorriendo diferentes prácticas que fueron determinando caminos posibles. La artista fue espigando en situaciones complejas aquellos elementos que la llevarían a consolidar una forma propia. La lectura desde el espacio de la conexión con el arte textil, del poder determinativo del género, la importancia de la memoria y la originalidad de una técnica son sólo algunos vectores de las reflexiones a los que puede dar lugar su obra. Cada paso que da modifica esa ecuación de un equilibrio difícil al cual llegó con admirable concentración en su praxis. Decía Heidegger que el artista crea un mundo. Así Lydia Galego gestó un lugar absolutamente singular, para hablarnos de sí misma, de su condición, de su historia, de su país y de su mirada al mundo desde el sur del continente americano».
Así describe su producción la propia artista: «El tema que desarrollo en mis esculturas está relacionado con ciertas obsesiones que están instaladas en todo ser humano: la vida y la muerte. Por eso, imágenes que remiten a sacos funerarios o abultados vientres en donde la visa se gesta, alimentan mis percepciones creando un doble juego y dejando librado al espectador la elección del mismo».
Rodolfo Nardi «crea formas con referencias simbióticas entre lo vegetal y lo animal. En algunas esculturas enfatiza el volumen en esquemas de verticalidad, erectilidad, propio del grado cero de lo masculino. Pero sobre la madera aparecen torsiones, centros de inflexión y desgarramiento, trasgresiones al material que harán triunfar lo blando, lo lábil. La calidez de la madera, recibe el aporte de lo cromático, ajeno al material, o la incorporación de elementos de acentuación organiza, que con gran carga metafórica proponen una historia polisémica, cambiante y de lectura variable. Ese desafío al orden natural pacta con la imagen de lo perverso, duelo solidificado en complicidad escénica», ha comentado el curador y crítico Enrique De Bonis.
«Los diferentes oficios, la gran variedad de herramientas que pasan por mis manos, desde las casi primitivas hasta las de mayor tecnología, y los materiales que uso para construirlas, maderas y mármoles, con sus diferentes vetas, olores y colores, son algunas de las cosas gratificantes que me da la escultura», autodefinió Nardi.
El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, dependiente de la Dirección General de Museos, anuncia la inauguración de las muestras La otra piel, de Lydia Galego, y Seducciones, de Rodolfo Nardi, el sábado 6 de septiembre a las 12 en Av. Infanta Isabel 555, frente al puente del Rosedal de Palermo.
Las exposiciones podrán visitarse de martes a viernes de 12:00 a 20:00 y sábados, domingos y feriados de 10:00 a 20:00 hs.
Obtuvo Mención de Honor en el Concurso Internacional de Escultura en madera, Toluca, México, 1992; Primer premio Salón de Santa Fe, 1996; Segundo Premio de Escultura del LXXXVIII Salón Nacional de Artes Plásticas, 1999; Segundo Premio Escultura, XLVII Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano, 2002; Primer Premio Escultura, XLVIII Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano, 2003.
Participó en gran número de muestras colectivas y expuso individualmente en Galería Van Riel, Buenos Aires, 1972; Galería Hoy en el Arte. Buenos Aires, 1987; Centro Cultural “Malvinas”, 1989; Galería “Celebrities”, Centro de Arte, 1994; Galería Atica, Buenos Aires, 1998, entre muchos otros. Rodolfo Nardi nació en Buenos Aires el 9 de junio de 1942.
Realizó exposiciones colectivas en galerías y museos de Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica, República Dominicana, México, Alemania, Italia y República Árabe Siria.
Falleció en 2008.
Obtuvo, entre muchos otros, el Primer Premio Salón Nacional de Santa Fe, 1985; Segundo Premio Municipal Manuel Belgrano, Museo Sívori, 1989; Primer Premio Concurso Nacional de Escultura, Resistencia, Chaco, 1992; Premio de los Artistas Simposio en Piedra, Cerdeña, Italia, 1998; Premio Trabucco de la Academia Nacional de Bellas Artes, 2004; Primer Premio Salónd e Artes Plásticas Manuel Belgrano, Museo Sívori, 2004; Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Artes Visuales, 2005. Sus obras forman parte de las colecciones de los museos Nacional de Bellas Artes Bellas Artes; Eduardo Sívori, Rosa Valiste de Rodríguez, de Arte Contemporáneo, Buenos Aires, y de la Colección Premios Nacionales, Palais de Glace; de las universidades de Río Gallegos, Santa Cruz; Guadalajara, México; de las Artes, Oberá, Misiones; y están en el Paseo Escultórico Ciudad de Sinaloa, México, en la Autovía Orosei, Porto Esmeralda, Cerdeña, Italia; en la Ciudad de Latakia, Siria; en la Ciudad de Comitán; Chiapas, México, entre otros.