Literatura
Por: Graciela Ullán
Todos somos diferentes aunque iguales ante la ley. La artista de vanguardia Susy Shock o Daniel Bazán Lazarte, como figura en su documento, manifiesta la diversidad a través de la poesía y el humor.
Un bar cultural es un buen lugar para conocer otras voces, pensé mientras escuchaba a Susy Shock. Leyó un poema de Nicanor Parra, sobrevino un recitado que cobró énfasis cuando las palabras aludían a personajes conocidos, donde lo político y lo grotesco se mimetizaban para potenciar el discurso. ¿Sería Fowgill?, ¿quizás Lamborghini? Arrancó otro poema y no contuve la duda, le pregunté de quién era lo que había leído antes y me contestó señalándose. Siguió con textos propios de Revuelo Sur, Poemario Trans Pirado y Relatos en Canecalón.
Esta artista independiente se autogestiona para darse a conocer, declama y percute en una caja aires de baguala. Actuó en la película argentina “Mía” y filma “María y el hombre araña”, los primeros viernes de cada mes se presenta en Casa Brandon de Buenos Aires y en el intervalo viaja para actuar en las provincias porque, según dice, “es un momento importante en cuanto a la diversidad y hay mucho armándose”. En la pancarta que preside el escenario Susy Shock aclara: “Me reivindico monstruo, que otros sean lo normal”.
Te presentás como artista trans sudaca, ¿tu personaje es un modo de cuestionar los órdenes políticos y simbólicos establecidos?
El toque de humor es un posicionamiento político desde donde cuestionar, mostrar a través de la risa y poner en duda el statu quo. Lo sudaca tiene que ver con el hecho de sentirme en este espacio del continente y en este momento histórico. El ser trans viene desandando cosas, en principio una masculinidad y una feminidad impuestas y, por ende, la historia de nuestro continente, con imposiciones de muchas cosas. Hay un camino a desandar, no sé cuáles son los espacios adonde se llega, si hay ideas concretas que vamos a ver, a la vez es preciso empezar a desistematizar el cuestionamiento, no pensar que esto es así y es natural que lo sea. Somos muchas posibilidades aunque abortadas, negadas, ocultas, desde ahí me identifico, no solo marginado y cuestionado sino como esa cosa por reverdecer, en un continente todavía joven desde la conquista para acá pero que tiene mucho atrás, que es un enigma que hay que empezar a descifrar. Imaginarme que hay un mundo oculto adentro del impuesto que transitamos me atrae enormemente como hecho artístico.
¿Susy Shock es al alter ego de Daniel, como en un juego de espejos Susy refleja a Daniel y Daniel a Susy?
Susy y Daniel son lo mismo, primero fue una estética meramente escénica, después empezó también a ser un hecho político desde donde me planteaba necesidades de un colectivo que está reclamando, todo ese camino me llevó a cuestionar las ideas propias de masculinidad y feminidad heredadas, y terminé mezclando mis identidades: Daniel y Shock, Susy y Bazán Lazarte. No tengo una negación a lo que fui, mi historia es una suma de cosas, no sé qué voy a ser dentro de unos años, no me preocupa ni angustia, me da tranquilidad saber que puedo seguir mutando. En lo personal vengo de viejos que fueron afectuosos y me contuvieron, lo que no sucede en la mayoría de las situaciones, muchos y muchas tienen que desandar carencias de abrazos, amor y contención, la violencia doméstica primera, después tienen que pelar el propio ser; eso cuesta, tardás años en tratar de desandar la violencia para decir “soy esto”. Cuando te abrazan con lo que entienden y no entienden que sos hay un camino que ganás, debo a mis viejos el no resentimiento, la posibilidad de poder transitar desde chica este oficio artístico.
¿La poesía sirve como instrumento para transgredir, de alguna manera es un atajo para contar la realidad que oprime?
Ojalá, me parece que todo sirve para transgredir y a la vez todo puede ser un estancamiento. Hay una actitud humana desde donde nos paramos y vinculamos frente al otro, entonces la poesía y la canción son instrumentos para expresarnos.
Me pareció que tu poesía es para decir en voz alta, que de esa manera hiperboliza su mensaje corrosivo.
Lo mío está ligado al teatro, a la representación.
¿La poesía es anterior al artista?
Para mí el teatro ha sido un gran formador porque no implica solo el hecho de subir a un escenario a actuar, hay dramaturgia, plástica, literatura. Mi formación es con grupos militantes del teatro independiente, para encarar un proyecto nos meternos de lleno en la historia. Empiezo a escribir primero para el teatro pero muy poéticamente, la poesía siempre fue una obsesión, la necesidad de la resonancia bella, no como un documental que tiene que dar cuenta de la realidad sino para explorar otros universos. Tardé en publicar mis poemas, antes hubo mucho escenario y música, la poesía musicalizada por mí o por otros. Busqué la poesía para desacartonarla, para sacarla de ese aburrimiento que suelen ser los circuitos de poetas, que los recorro, recorrí y seguiré recorriendo, pero a veces se espanta a la gente en vez de invitarla a escuchar poemas, porque no todos estamos predispuestos para transmitirlos aunque estén bien escritos. Cuando apareció Internet me apropié del espacio y me sorprende la multiplicación, entiendo que hay una época y un ritmo, tengo que adaptarme a eso sin perder lo que soy, me preocupa llegarle a la generación joven sin aburrir.
¿Militás activamente en algún grupo social o te contentás con tu militancia a través del trabajo artístico?
Milito en Futuro Trans, una organización que coordina Marlene Wayar, la directora de “El Teje”, periódico hecho por masculinidades y feminidades trans; vale aclararlo porque también trabajan compañeros varones. Tenemos puesto el acento en lo cultural, si bien acompañamos procesos de otras organizaciones como cooperativas de trabajo, el bachiller para trans, entendemos que el camino es cultural y artístico.
¿Notás un cambio en los espacios de convivencia?
Sí, hay menos miedos. Hay provincias donde siguen existiendo edictos que usa la policía, pero a veces hay un cambio cultural tan fuerte que impide que te lleven presa por estar vestida de una manera que no admite la regla. Hoy les debe dar pudor, ¿cómo justifican arrestar a una persona trans simplemente por vestirse diferente? Si hasta los heterosexuales se visten de maneras distintas, por ahí no admitidas por esos códigos. Sigue existiendo gente torpe y caduca, vengo de Salta y he visto actitudes terribles con chicas trans que trabajan en la calle, sin embargo también he visto agrupaciones de jóvenes haciendo cosas desde la diversidad; a las represiones responden resistencias. Pero es un momento de construcción desde abajo, un ir corriendo esa pared, para que el otro y la otra entiendan desde lo sensible. Cuando me dicen que antes era mejor lo pongo en duda, ¿cuándo era mejor?, ¿cuando la mujer no votaba?, ¿cuando estaba la dictadura?, ¿cuando las guerras? Nunca como en este momento, con todo lo injusto que existe, hubo tantas oportunidades de tener espacios de derecho y ser conscientes de que se tienen.
¿Qué quisieras deconstruir y volver a construir de tu vida?
Hay algo con lo que me veo y me sigo encontrando porque lo mamanos desde chiquitas que tiene que ver con el machismo, que nos salta por todos lados.
¿Te reconocés rasgos machistas?
Me he peleado conmigo misma y me he deconstruido muchísimo, aún en instancias supuestamente más liberales reproducimos muchas veces esto. Tengo una hija biológica de 20 que a veces me corre por izquierda, me dice “mirá vos la tras”, entonces con ese comentario tengo que frenarme. Lo inteligente es poder replantearnos, nuestros hijos nos apuran, eso es lo interesante de las nuevas generaciones. Los replanteos son salirnos de la culpa, del individualismo, de la posesión, corrernos de los conceptos que tenemos de propiedad privada con la amistad, el amor, los hijos.
¿Te sentís libre?
Voy en camino, estoy en lo más libre que puedo ser y me permitiré serlo más en la medida que vaya creciendo y dándome cuenta, transitando los tiempos. Cuando se trata de dejar de sobrevivir para vivir me parece que ahí es donde nos tenemos que aferrar a un sentido menos individualista, pensar qué estamos destruyendo y qué construyendo.
Quiero darle un punto final a las palabras de Susy Shock valiéndome del escritor Hans Magnus Enzensberger: “La poesía siempre es anticipación, en forma de duda, de repulsa o de negación. No quiere decir esto que hable del futuro, sino que lo hace como si este fuera posible, como si se pudiera hablar en libertad entre esclavos, como si no hubiera alienación o silencios forzados”.
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