El lazo social disuelto
Por Laura Belén Arias
El mundo digital forma una parte sustancial de nuestras realidades desde hace algunos años. Nuestra manera de generar y formar lazos sociales se vio modificada por esta situación. ¿Qué tiene para decir el Psicoanálisis sobre la conformación del lazo social en este contexto?
«Los tiempos en los que existía el otro se han ido. El otro como misterio, el otro como seducción, el otro como eros, el otro como deseo, el otro como infierno, el otro como dolor va desapareciendo. Hoy, la negatividad del otro deja paso a la positividad de lo igual»[i] (Han B. C., 2017: 9).
Para comprender la temática de este artículo, es necesario delimitar la noción de Lazo social. El psicoanalista francés Jacques-Alain Miller, nos introduce la noción desde la perspectiva de Lacan sobre este tema: «el lazo social quiere decir que el sujeto no está solo con su ello, su yo y su superyó, que la verdad de la vida psíquica no es el solipsismo, que el sujeto no es autista, que está siempre el campo del Otro, e incluso, que el campo del Otro precede al sujeto, el sujeto nace en el campo del Otro»[ii] (Miller, 2003). A partir de esta concepción de lazo social, entendemos que los sujetos son siempre en una relación; que lo humano no es lo solitario. Somos seres sociales, de relaciones, de encuentros y de uniones. Todo esto es gracias a la superación de la relación dual. Sólo es posible el lazo social, si en ese lazo los sujetos se reconocen como otros. Es posible si se reconoce la singularidad, la diferencia; si se entiende que el otro no es el yo. Sólo a través de la comprensión de lo distinto, de la diferenciación entre los sujetos, hay posibilidad de constituir un lazo social. Pero esta concepción se encuentra en un proceso de erosión en nuestros días, ya que, como exponen distintos teóricos, tanto filósofos como psicoanalistas, en nuestra era se está generando una sociedad en la que reina lo igual. «Para Lacan lo social no es igualitario sino dominal. Esto no quiere decir que no exista, sino que lo igualitario, en el fondo, es asocial, es decir, no permite establecer y estabilizar un lazo»[iii] (Miller, 2003). En esta línea, el filósofo Byung-Chul Han, comenta que «la proliferación de lo igual es lo que constituye las alteraciones patológicas de las que está aquejado el cuerpo social»[iv] (Han, B. C. 2017: 9). Con esto se refiere, a que, en nuestros tiempos actuales, aquello que es distinto, es dejado de lado, dando paso a lo idéntico. Vemos que el pensamiento de Lacan, va en el mismo sentido, ya que con lo igual, no hay posibilidad de establecimiento del lazo social.
Hoy vivimos en una sociedad donde lo aceptable es lo igual. Y caemos en el reduccionismo de comportamientos. Hoy, socialmente, no se soporta la diferencia. Y es esto lo que nos conduce a una sociedad intolerable, de expulsión, de odio, de no aceptación, de no inclusión. En el mundo digital «las relaciones son reemplazadas por las conexiones. La falta de distancia expulsa la cercanía»[v] (Han, B. C. 2017: 62). Este mundo nos sumerge en una hipercomunicación, que parece conectarnos más, pero nos aleja. Genera el espacio hacia lo igual, expulsando lo distinto. Lo público y lo privado están separados por una delgada barrera. Como nos propone el teórico de arte Darío Duarte Nuñez (2017): «el soporte digital posee como característica intrínseca la posibilidad de exhibir lo privado como algo público en una dinámica del continuum que disuelve toda separación entre las dos esferas»[vi]. La sociedad, en estos términos, expone permanentemente. Ya nada queda velado. Todo está descubierto, exhibido. «En este contexto, se crean nuevas formas de convivencia con los otros: las fronteras entre lo público y lo privado se hace permeable y las imágenes destinadas a la esfera de lo íntimo se vuelve algo de consumo social»[vii] (Duarte Nuñez, D. 2017)
Han, en su libro La expulsión de lo distinto, nos explica que «un sistema que rechaza a la negatividad de lo distinto desarrolla rasgos autodestructivos»[viii] (Han, B. C. 2017: 10), debido a que borramos las diferencias, nos destruye a todos como sociedad. Es por ello, que, desde el Psicoanálisis se resalta que sólo manteniendo lo singular, nos da la posibilidad de establecer lazos sociales.
La psicoanalista Liliana Lamovsky resume estas cuestiones:
«En nuestra época, el modo del lazo social está degradado por el desprestigio de la función pacificante del amor y de la palabra en tanto pacto, arrastrando a los sujetos a padecer un goce mortífero que impone tanto la destrucción del otro como la propia. En tanto, la lógica del mercado y el consumo aplana las diferencias entre los sujetos en un proceso seguro y eficaz de asimilación, tendiente a hacer pasar por igual lo diferente que todo acontecimiento discursivo conlleva»[ix].
En consonancia con este pensamiento, la psicoanalista agrega:
«Las instancias de producción de lazo social en las estructuras colectivas permitirían acotar el goce obsceno. Pero la modalidad imperante en los lazos sociales, en la actualidad, oscila entre el aislamiento del individualismo y la masificación de los fundamentalismos, extremos que dificultan la producción de lazo social y favorecen la desligadura pulsional, generando un exceso mortífero del goce. El narcisismo ha llegado a su forma más desarrollada y el hombre posmoderno, cuanto más se encierra en la lógica narcisista, más se aleja de la idea de sujeto y de lazo social»[x].
En nuestros días los lazos sociales se ven afectados en gran medida debido a la realidad digital anteriormente expuesta, por la insistencia que tenemos en borrar las diferencias, en homogeneizar en todos los ámbitos, en no comprender que lo distinto nos hace únicos y nos nutre como sociedad.
Los extremos fundamentalistas, lejos de vincularnos, nos deterioran y apisonan la posibilidad de la formación de un pensamiento crítico e independiente; un pensamiento único y diferente. La modalidad que adquieren hoy los lazos sociales simulan una asociación y unión entre sujetos, que, en realidad, conforman un velo en nuestras miradas. En definitiva, desde el mundo digital y con las redes sociales, corremos el riesgo de borrar las marcas de enunciaciones singulares.
Laura Belén Arias
Psicoanalista
laurabelenarias@gmail.com
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[i] Han, B. C. (2017). La expulsión de lo distinto. Barcelona: Herder.
[ii] Miller, J. A. (2003) La utilidad directa. Consultado el 20 de enero del 2019 de http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/psicoanalisis_sociedad/miller-ja_lautilidad.html#notas
[iii] Miller, J. A. (2003) La utilidad directa. Consultado el 20 de enero del 2019 de http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=publicaciones&SubSec=on_line&File=on_line/psicoanalisis_sociedad/miller-ja_lautilidad.html#notas
[iv] Han, B. C. (2017). La expulsión de lo distinto. Barcelona: Herder.
[v] Han, B. C. (2017). La expulsión de lo distinto. Barcelona: Herder.
[vi] Duarte Nuñez, D. (2017) Poéticas del Self: narcisismo, espejo y sobre-exposición en los tiempos de la transparencia. Consultado el 28 de enero del 2019 en http://www.fba.unlp.edu.ar/ciepaal/wp-content/uploads/2017/10/12.2.-POE%CC%81TICAS-DEL-SELF.-NARCISISMO-ESPEJOS-Y-SOBRE-EXPOSICIO%CC%81N-EN-LOS-TIEMPOS-DE-LA-TRANSPARENCIA.pdf
[vii] Duarte Nuñez, D. (2016) Poéticas del Self: narcisismo, espejo y sobre-exposición en los tiempos de la transparencia. Consultado el 28 de enero del 2019 en http://www.fba.unlp.edu.ar/ciepaal/wp-content/uploads/2017/10/12.2.-POE%CC%81TICAS-DEL-SELF.-NARCISISMO-ESPEJOS-Y-SOBRE-EXPOSICIO%CC%81N-EN-LOS-TIEMPOS-DE-LA-TRANSPARENCIA.pdf
[viii] Han, B. C. (2017). La expulsión de lo distinto. Barcelona: Herder.
[ix] Lamovsky, L. (2005). Psicoanálisis y Lazo social. En Pensando Ulloa. Buenos Aires: Libros del Zorzal.
[x] Lamovsky, L. (2005). Psicoanálisis y Lazo social. En Pensando Ulloa. Buenos Aires: Libros del Zorzal.