Marifé Marcó Art presenta: Un puente entre oriente y occidente
Por Gabriela Figueroa
La muestra individual del reconocido artista plástico y diseñador taiwanés Luoke Chen: «Un puente entre oriente y occidente» da cuenta de su vasta trayectoria que abarca itinerarios de formación y experiencia profesional en diversos países como Alemania, Noruega, España, Grecia, Japón, Canadá y Taiwán, entre otros.
Chen vive y trabaja principalmente en Alemania. Su poética es una fusión armónica de la cultura oriental y la occidental. Entre la figuración y la abstracción los desnudos sintéticos evocan seres humanos de estructura autónoma que parecieran transformarse en distintos elementos, tales como agua, piedras, montañas, paisajes o construcciones. El fluir vital que se percibe en sus «figuras paisajes», su «serie Zen» y en las impresiones arquitectónicas de los suburbios – como en su serie «Impresiones de Montreal»- ilustran la interrelación cósmica entre la humanidad y la naturaleza. Dicha interrelación fue antiguamente planteada por el Tao y el zen, filosofías con la cuales Chen se identifica.
Su admiración por el tango inspiró la serie «Nostalgias». Lo mismo puede decirse de la pintura: “Inspiración por bandoneón” (2014), ejecutada por el artista durante una performance en el Museo de Esculturas Luis Perlotti, mientras escuchaba música de Piazzola y del mural «Let´s dance tango» (2015) en el Paseo del Abasto porteño. Tanto en la serie «Nostalgias» como estas dos últimas obras, sus figuras sintetizadas se integran sutilmente con un fondo abstracto y colorido. Podría afirmarse que logra transmitir con una sensibilidad digna de oriente la profunda conexión anímica y emocional que una pareja puede sentir mientras danza tango.
El arte de Luoke Chen da cuenta de su espiritualidad oriental que se expresa con una impronta predominantemente abstracta. Según el maestro, la abstracción permite incrementar la percepción y la imaginación, ambas fundamentales para la apreciación artística. El vigor de su pincelada fluida evidencia su dominio de la caligrafía china. En ocasiones, el pintor utiliza en sus obras movimientos del Tai Chi Chuan, arte marcial que facilita el equilibrio de la energía interior, por lo cual contribuye tanto a la preservación de la buena salud como a la resolución de los problemas cotidianos.
Chen es un artista comprometido que considera que el arte debe ser accesible para todos ya que la actividad artística contribuye a la realización personal. Por tal motivo, es habitual que realice obras en conjunto con niños y/ o adultos que se hallan en situación de vulnerabilidad social, a quienes también enseña en distintas ciudades a las que visita.
La praxis artística de Luoke Chen plasma en técnica mixta conceptos taoístas y zen tales como el vacío y la plenitud, la naturaleza en armonía con lo humano, entre otros. Sin duda, el arte de Chen, actúa como un puente intercultural entre oriente y occidente.