Primer premio estímulo de fotografía Ayerza 2015
Entrevista a Gonzalo Pardo
Por Margarita Gómez Carrasco
La Academia Nacional de Bellas Artes, otorgó el primer premio Ayerza 2015 a la obra de Gonzalo Pardo, las imágenes aparecen fuertes en contrastes de grises y negro, por donde se filtra una luz tenue, quizás representan una salida esperanzadora en medio de la oscuridad. La figura humana se asoma, como un esbozo, como si pareciera perderse en la nada. Esta obra misteriosa impele a interrogarnos si acaso ¿pertenecemos a ese entramado oscuro de la vida? Quizás, un lugar insondable donde se vislumbra la esperanza de ser.
Para saber sobre la obra El Gran Otro entrevistó al artista.
¿Qué sentiste cuando te enteraste que ganaste el primer premio?
Sorpresa
¿Por qué te presentaste en el concurso?
En realidad el año pasado ya me había presentado y había sido la primer mención, por un lado sentí que me quedó una piedrita en el zapato. Por otro lado, el tema de los concursos resulta ser un tema más bien particular. Creo que es un espacio más, en los que se puede ocupar con obras, y que tiene los potenciales beneficios de un premio, que se pueden traducir en la posibilidad de seguir trabajando. Esos premios sirven después también para conseguir apoyo, becas, etc.
A mí me gusta tenerlo como algo que va en paralelo, no me gusta pensar la obra para los concursos, sino que los concursos aparezcan y, mirar si tengo alguna producción que encaje en ellos.
¿Cómo se llama la serie que presentaste?
La serie no tiene nombre en realidad. Le puse nombre a las fotos, se llaman Ausencia, Espera y Porvenir y es un juego entre imágenes en blanco y negro, dos de las fotos son más bien oscuras, con poca luz, y la tercera foto es un retrato de mi abuela, también muy oscura, con muy poca luz, donde se ve muy poco. Es una serie en la que intenté trabajar más que nada la oscuridad y con poca información, con mucho para interpretar, para imaginar y no tanta información explicita.
¿De que hablan tus series anteriores o posteriores?
Hice varias exposiciones y tengo trabajos cerrados, pero esta vez fue una experiencia distinta ya que fue pensarlo específicamente para el concurso. A veces pasa que uno tiene o encuentra un estilo o lugar donde se siente cómodo y va construyendo ahí, de esa forma armé las exposiciones que hice. Y en este caso fue distinto, porque ya habiendo participado del concurso el año anterior y había más o menos visto cual era la lógica, así que me puse a mirar fotos con otra libertad, con la de juntar y de poder armar algo con fotos que quizás originalmente en mi cabeza no estaban. Tuve la libertad de poder jugar un poco a mezclar otras cosas y estuvo bien. Esto también viene de la mano de que en agosto de este año estuve exponiendo en Bolivia, en Santa Cruz de la Sierra, y armé una exposición que fue el cierre de un trabajo que venía haciendo hace bastante, se llama Relatos de lo no habitado y fue el cierre de esto que yo vengo trabajando hace mucho, que es evitar rastros humanos. Yo creo que mi trabajo tiene que ver mucho con eso, con meterme en el bosque y en lugares con mucha naturaleza para escapar de la presencia del ser humano.
Te iniciaste en el arte como fotógrafo o artista?
La definición de artista me hace bastante ruido en cualquier disciplina, a mí la fotografía me acompaña hace quince años, siempre tuve contacto con ella desde chico, pero al mismo tiempo la considero una herramienta. No soy un defensor de la fotografía, ni creo que la fotografía es la forma, sino que es una herramienta que he aprendido a utilizar mucho. No tengo problema con experimentar con otras disciplinas o abrirme y hacer trabajos colaborativos con otras personas que tengan capacidades que yo no tengo u otras miradas.
Siempre fui autodidacta, yo creo mucho en eso, soy activamente antiacadémico. La academia me parece una estructura del pasado, completamente obsoleta, es un formador de moldes, no me gusta, y a mi trabajo le saco el rigor artístico, es un modo de expresión. Lo que yo hago es lo que a mí me pasa, lo que me sale y me gusta, y si después le gusta al otro, buenísimo. Yo disfruto primero haciéndolo.
¿Cuáles son tus referentes nacionales e internacionales?
Hay cosas que me gustan de un montón de gente, pero no tengo referentes porque trato de escaparme un poco de todo, es como un síntoma mío el escaparme. Disfruto del arte y de las expresiones de las personas, me genera un goce muy grande cuando veo que una persona está llegando a un territorio que a mí nunca se me hubiese ocurrido explorar, al que mi estructura mental no me hubiese permitido nunca llegar, y es como si pusieran luz en algún lugar que para mí era oscuro. Eso me genera mucho placer y puede pasar con cualquier disciplina, con cualquier tipo de expresión, me parece que es abrir puertas donde ni siquiera sabía que había una, pero puede ser desde foto, pintura, dibujo, música, performance, lo que sea.
¿Cómo son las imágenes que sacas? ¿Trabajas con cámara analógica o digital?
En este caso son toma directa pero también estoy experimentando con la intervención. Soy de la fotografía digital, soy anti-conservadurismo con todos los aspectos de la vida, no quiero ser conservador nunca, entonces, me parece que soy de la fotografía digital porque es lo que sé usar ahora, pero el día de mañana no sé, todo cambia y avanza, si vos te cierras en tu certeza y no salís, quedas paralizado, no avanzas más. Lo digital tiene una flexibilidad muy grande pero también en ocasiones invito gente para que me ayude, porque me encantaría hacer mis fotos en blanco y negro y después pintarlas, pero yo no pinto, entonces busco otras formas. Por otro lado, la fotografía digital es ahora, y me pregunto ¿qué va a pasar después? ¿qué va a pasar con la fotografía? para mí la fotografía está en un momento en el que está llegando al límite, y esta llegando a una decadencia de la que va a surgir otra cosa, no sé qué va a pasar, ya no me imagino un mundo con más fotos que ahora, creo que seguirá un poquito más, pero ya todos estamos inundados de imágenes. Eso a mí también me pone un poco en jaque, qué sentido tiene seguir haciendo fotos.
¿Cuál es búsqueda?
Hago lo hago porque me da placer en el momento de hacerlo, el concurso es algo que viene después, y me encanta y voy a recibir el premio, y es un momento de celebración, de compartir lo que hago, pero el momento de goce máximo para mi es el momento en que lo hice, no en el que lo premiaron, o lo público o lo muestro, es como cerrar un circulo nada más pero por qué lo hago está en el momento de hacerlo y entonces en ese sentido no tengo un motivo para hacerlo más que disfrutarlo.
¿Vendiste alguna una obra?
No, las regalo. Soy desprendido.
Se que perteneces al grupo M.A.F.I.A. ¿en que circunstancias ingresas al grupo?
Fue un surgimiento colectivo, a partir de las redes sociales se empezó a hablar de la posibilidad de trabajar juntos, éramos personas que no nos conocíamos
¿Cuántas personas son? ¿Tienen roles específicos?
Somos nueve personas que trabajamos de forma horizontal, y por eso también M.A.F.I.A. tiene una mirada más política y documental, y mi trabajo tiene que ver con otras cuestiones más poéticas, personales y conceptuales.
¿Qué buscas con las imágenes?
Depende de cada foto, yo me voy encontrando, a lo largo del tiempo he ido adquiriendo conocimiento en el uso de la herramienta fotográfica y a partir de eso fui ampliando las posibilidades de decidir qué es lo que uno quiere hacer. Para mí la vida entera es un laboratorio de todo pero si, se trata de eso, de buscar, de imaginar, de tratar de hacer lo que uno imaginó. Yo creo que puntualmente me tiene que gustar a mi lo que hago.
La obra de Gonzalo es contundente, llega directo al corazón pero sobre todo, nos permite pensar en el misterio de la vida.