Se va terminando el año y también una década.
Al acercarse las fiestas, es momento de descanso y recreación.

La Navidad es un evento celebrado en casi todo el mundo y el mundo literario tiene un amplio despliegue de textos temáticos de diferentes épocas y autores renombrados.
A continuación, se hará un racconto histórico de clásicos (y no tanto) de la literatura mundial que se refieren a este tema.

Desde el lado del folclore alemán está «Los táleros de las estrellas» de los hermanos Grimm, que data de 1812, un texto no tan conocido del notable par que deja una reflexión sobre la caridad. Ese mismo año se publicó uno de sus más famosos textos: «Hansel y Grettel». Esta deliciosa historia de dos hermanos que se pierden en el bosque y que son casi comidos por una bruja mala, derivó en una costumbre navideña en el que los niños y niñas alemanes comen ricas galletas galletas llamadas lebkuchen

 

 

El cuento quizás más conocido de ese lado del mundo sea «El Cascanueces y el Rey de los ratones» del escritor Ernst Theodor Amadeus (E.T.A) Hoffmann, de 1816, en el que un regalo se convierte por una noche en un príncipe de verdad y vive una increíble aventura peleándose contra el rey de los ratones.

Mucho después en 1843 surgió la muy famosa historia «Canción de Navidad» del autor inglés Charles Dickens, donde los espíritus de las Navidades Presente, Pasado y Futuro le dan una lección invaluable al mísero millonario Scrooge.

 

 

«La pequeña vendedora de fósforos o La Nochebuena de Anita» de Hans Christian Andersen surgió en 1848 como contando las vicisitudes de una pobre niña que trataba de pasar la última noche del año pero quien terminó muriendo de frío. Ese mismo año, el monumental autor ruso Fedor Dostoievski publica «Un árbol de Noel y una boda», un cuento corto donde se critican las costumbres rusas típicas de la época, contado en primera persona acerca de una fiesta a la que el protagonista fue cinco años atrás del relato.

En 1882 el francés Guy de Maupassant publica «Cuento de navidad» que trata sobre la fe católica ante toda dificultad. Con una trama similar. Durante 1884 el genial autor Robert Louis Stevenson publicó la historia corta «Markheim».

Cerrando el siglo XIX, el maravilloso escritor Antón P. Chéjov publica «Vanka» en 1886 donde un niño le escribe una carta a su abuelo para contarle las miserias que está viviendo con un zapatero y donde le pide volver a casa.

En 1888, el grandísimo escritor inglés Oscar Wilde publicó «El gigante egoísta», un cuento de hadas acerca de cómo la inocencia de los niños puede abrigar al más frío corazón.

Uno de los últimos textos de ese siglo en tocar el tema navideño es «La aventura del carbunclo azul» de 1892 del famoso escritor inglés Arthur Conan Doyle y es uno de los 56 relatos sobre Sherlock Holmes.

Otro texto es del gigante italiano Luigi Pirandello, «Navidad en el Rin» anterior a sus textos canónigos.

Los españoles Clarín (Leopoldo Alas) y Ramón del Valle- Inclán, publicaron también cuentos con este tema en 1901 y 1903 correspondientemente: «El Rey Baltazar» y «Nochebuena».

También la gran dama de las Letras Emilia Pardo Bazán publicó «La estrella blanca» en 1912. Ese mismo año el irlandés James Joyce publicó «Los muertos», cuento dentro de su obra Dublineses.

El escritor italiano Dino Buzatti también se metió en esta tendencia publicando «Cuento de Navidad» en 1945.

En 1952, el escritor británico Dylan Thomas escribió: «La Navidad de un niño en Gales» y también ese mismo año lo hizo el escritor estadounidense Ray Bradbury con el extraño cuento «El regalo».

Diez años después Francis Scott Fitzgerald, autor de El Gran Gatsby editó «El deseo de Navidad de Pat Hobby».

El escritor inglés J.R.R. Tolkien escribió en 1976 «Cartas de Papel» y Nabokov el padre de Lolita escribió «Navidades» un texto crítico sobre esta celebración.

Por otro lado, el norteamericano Truman Capote publicó «Una navidad» en 1982 y también en ese año la gran cuentista canadiense Alice Munro sacó a la luz a «La estación del pavo».

Como se puede ver, hay una vasta tradición literaria coetánea y contextual en la cual diferentes autores a través del tiempo, hermanaron relatos, costumbres y celebraciones para expresar cómo festejaban, sufrían y pasaban el nacimiento de Jesucristo y como toda esa tradición fue mutando a través del tiempo hasta la resemantización de Papá Noel, San Nicolás por parte de la marca de bebidas Coca-Cola allá en 1931.

Por eso quizás en 1990 el estadounidense Paul Auster plasmó «Navidad de Auggie Wren» donde dos hombres huyen de otros hombres vestidos de Papá Noel, que suena a una crítica a todo ese estereotipo generado por esa publicidad y que, desde entonces, ha generado innumerables campañas publicitarias, merchandisings y arte de todo tipo.

De este lado del continente, están los textos de’ «Cuento de Nochebuena», de Rubén Darío, o «Estas navidades siniestras», de Gabriel García Márquez, mostrando así que de nuestro lado del mundo también hubo y seguramente haya más voces literarias que cuenten relatos acerca de esta particular celebración.

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