En el mercado de las cosas evaluables
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Por: Natasha Torlaschi
En el marco de Convergencia, Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano, se realizó un coloquio internacional los días 9 y 10 de noviembre. En esa ocasión, El Gran Otro dialogó con importantes psicoanalistas de diversos lugares del mundo. La problemática que viene transitando por varios encuentros está referida a la abolición de la subjetividad del sujeto en el mundo global; se pone énfasis en las nuevas modalidades de evaluación referidas a la salud mental y en el DSM.
El encuentro esta organizado por cuatro instituciones: la Escuela Freudiana de Buenos Aires, la Escuela Freudiana de la Argentina, Mayéutica Institución Psicoanalítica y una institución francesa; todas, miembros del Movimiento Lacananiano por el Psicoanálisis Freudiano.
Ilda Rodríguez, presidente de la Institución Mayéutica, nos dijo que la crisis por la que está atravesando la subjetividad se encuentra con la característica que presenta hoy la cultura. Es un modo donde el sujeto puede ingresar como un objeto más a intercambiar. Añadió que, desde el movimiento de Convergencia, a partir de lo expuesto por sus pacientes, los analistas buscan trabajar esta impronta que se presenta en la cultura.
Elise Pestre, miembro de la institución francesa, afirma «Lo importante es ver cómo el DSM, en la actualidad, segrega al sujeto del inconsciente. Hay un “decolaje” que surge desde el trauma del psicoanálisis hacia la iluminación que saca del inconsciente, para clasificar, ordenar, sin elaborar más por detrás de lo que pasa al sujeto con sus síntomas».
El primer tramo de este coloquio se centró en el DSM, con el fin de pensar otras formas de clasificaciones que tengan en cuenta la subjetividad sin borrar el sujeto. También expusieron sus ideas representantes de diferentes escuelas, como Ursula Kirsch, Oscar González y Cecilia Conde.
«Todo comenzó como la toma de conciencia de la idea generalizada de la densidad del diagnóstico, y en particular sobre el DSM, que tiene consecuencias clínicas severas e implica un cerramiento, un cierre a la posibilidad de investigar, al despliegue de lo que el sujeto pueda decir. Este coloquio tiene como fin trabajar durante las jornadas con psicoanalistas que vienen especialmente de Francia, el mundo en que el capitalismo incide sobre la conducta del sujeto», afirma Ursula Kirsch, de la Escuela Freudiana de la Argentina.
Oscar González, presidente de EFBA, agregó que la concepción del sujeto que tenemos viene a partir de la idea de que hay un decir, después de que el sujeto debe o puede tornarse responsable, del cual va a resultar efecto. Efecto del discurso. «Se trata de la dimensión de un sujeto no sustancializado. Más bien, algo ligado al vacío, y que no puede ser sin la causa, que es el objeto que define al discurso analítico».
Por otro lado Cecilia Domijan, miembro de Letra-Institución Psicoanalítica, dijo: «Lo importante es que este coloquio, al plantearse desde el psicoanálisis problemas que son de la política y del mercado, da cuenta de que el psicoanalista no está aislado en su consultorio, con su clínica, su libro y su paciente, sino que el discurso psicoanalítico provee instrumentos y argumentos para intentar abordar estos problemas constantes que nos plantean la política y, sobre todo, el mercado».
Para el cierre de este encuentro, y como broche de oro, tuvimos la oportunidad de entrevistar de forma exclusiva a Gerard Pommier, reconocido psicoanalista francés, quien hizo alusión al advenimiento de un nuevo sujeto.
«Hace falta atrevernos a pensar un nuevo sujeto en vías de liberación. Este no sería un sujeto tan objetivado. Porque la cuestión es saber si el sujeto quiere su propia libertad. Nunca en la historia, el sujeto fue tan libre como ahora: liberado de las presiones religiosas, patriarcales, sexuales, nacionalistas. Aunque es posible que Lacan no haya hablado de libertad, podría arriesgarme a decir que, por lo menos, existe una liberación: liberación de las depresiones. Reconozco que la libertad pura puede ser que no exista, pero la liberación, sí».
Cerrando la entrevista, y ya que El Gran Otro posiciona el arte, dijo: «Es una salida, en todo el mundo. No hay una casa sin un dibujo. No hay un día sin una canción. La sublimación no es el hecho de grandes artistas; la sublimación es el acto de cada uno. Para sobrevivir, sublimamos. Nuestra vida es un sueño, y eso es un tipo de sublimación».
Se despidió dejando un mensaje a los seguidores de El Gran Otro: «Caminamos. Avanzamos. Vamos».
Fotos y reportaje: Natasha Torlaschi.
Producción periodística: Marifé Marcó.
