Ser Visitantes. Una manera de resistir en el encuentro
Por Pablo Paniagua
De cara a una aparente precariedad de los vínculos (y de la vida en general) desde la comarca andina chubutense, Gabriela y Álvaro nos cuentan qué o quiénes son Visitantes, qué rol ocupa el arte y cuál es la importancia de la amistad en sus prácticas.
Pablo: Ustedes están en El Hoyo. ¿Hace cuánto están ahí?
Visi: Nosotres venimos de vivir en la ciudad de Mendoza y en el año 2012 nos mudamos acá, a la comarca. Primero estuvimos en Puelo y hace casi dos años que estamos acá, en El Hoyo.
P.: ¿Y Visitantes se gestó en Mendoza o se armó en El Hoyo?
Visi: Visitantes es comarcal, pero venimos de otras historias afines, desde hace bastante, por lo menos desde el año 2005. En Mendoza transitamos varias experiencias artísticas vinculadas con lo autogestivo, con lo colectivo y con el espacio público. Después conformamos un colectivo que se llamó la Araña Galponera, donde trabajábamos mucho sobre lo que mencionaba antes, pero en articulación con otras organizaciones sociales. De hecho, formamos parte de un espacio cultural que sigue existiendo, que se llama La Casita Colectiva. A su vez, laburábamos en articulación con otres colectivos artísticos de diferentes lugares del país, o sea que armamos una red bastante amplia.
Tantes: Visitantes es el proyecto que estamos llevando adelante ahora, y somos nosotres los que lo coordinamos. Hay como una suerte de continuidad o una genealogía de laburo que sale de nuestra experiencia adolescente del 2001 o posterior a ese año, de los procesos de organización asamblearios y otras lógicas de construcción políticas que fueron asumiendo diferentes formas hasta lo que somos hoy. Pero sí, para nosotres, hay una coherencia o un hilo conductor entre esos procesos de organización y cómo se fueron resignificando.
P.: O sea que es sostener la idea de lo colectivo como raíz.
Visi: Sí, sostener lo colectivo, el intercambio también. Porque entendemos que lo colectivo en sí mismo necesita de muchos otros procesos, como de intercambio, de colaboración, de apoyo mutuo, y, por otro lado, el laburo con el territorio. Como siempre, nuestro trabajo artístico y militante estuvo vinculado al territorio que habitamos.
Tantes: Eso que dice Gaby de lo colectivo es, entendiendo que lo colectivo es una forma de pensar, una suerte de construcción de conocimiento.
P.: ¿Ustedes se entienden más como artistas o como gestores culturales?, ¿o se definen de otra manera? ¿Cómo definen sus prácticas?
Tantes: Es una discusión, es algo que no está resuelto. Para nosotres, esas identidades fijas no tienen sentido, por eso nos definimos como visitantes. Pensarnos en esa identidad fija de ser militante o ser artista, o ser gestor, o docente, todas estas suerte de identidades para nosotres son móviles. Entonces vamos transitando y entendiendo esas formas de estar, de manera situada y en contexto. Y, por otra parte, sí tenemos una postura bastante crítica sobre los procesos hegemónicos de definición sobre la figura de les artistes. O sea, nos movemos, pero para nosotres lo potente está en pensarse en esa suerte de identidad móvil, esa posibilidad de no ser una cosa, sino ser muchas, simultáneas, y movernos.
P.: ¿Cómo entienden el concepto de Visitantes?
Tantes: Si empezamos a indagar, no hay una idea de Visitantes en el sentido de «somos esto por tal cosa». Hay diferentes experiencias que nos van guiando o construyendo en esta metáfora de Visitantes.
Por una parte, el trabajo que tiene que ver con personas que son como nosotres, que vienen a este lugar, donde nos encontramos. Pero también pensando en la relación con las posiciones, más bien hegemónicas, de nuestra pertenencia a un montón de lugares; no queremos construir una posición dominante.
La idea de ser local, que acá está muy instalada, en esta zona de la Patagonia asociada a familias «feudales» NyC (Nacido y Criado) que son una suerte de persona con privilegios por su pertenencia histórica al lugar, nos parece un concepto bastante interesante para pensar en torno a los privilegios.
Visi: Sí, o el que vino con una mirada colonizadora, cómo esas dos variables, que por lo menos en esa zona, están en tensión.
Tantes: Por otra parte, la idea ufológica de otros seres, de otras formas de vida. La visita de lo extraterrestre, pero no como platillo volador, sino como aquello no humane. Hay algo ahí que a nosotres nos interesa mucho, quizás por la experiencia con el bosque, con el agua, etc.… Se volvió muy rizomático todo. Y todo tiene que ver con nuestra experiencia vital, que es lo que hacemos cotidianamente, el suelo cercano a lo comunitario.
P.: ¿Qué proyectos vienen desarrollando? ¿En qué están trabajando ahora?
Visi: Tenemos proyectos o trabajos que son de plataformas; construimos plataformas con otras personas.
P.: ¿A qué le llaman plataformas?
Tantes: Son un poco más que un proyecto, son espacios de trabajos que articulan proyectos con otras personas, y ahí construimos dos plataformas junto a personas que queremos mucho. Una que es HUST (Hacia un Socialismo Topográfico), que motorizamos junto a Archivo Tuna (Irina Svoboda), y otra plataforma es el Laboratorio el Relámpago, donde estamos desarrollando trabajo con La Dársena (Eduardo Molinari y Azul Blaseotto). Esos son dos universos en desarrollo.
Además, estamos en otro laburo que se llama Ecotonos, que es un proyecto de gráfica expandida. Después, tenemos otro proyecto con una artista argentina que vive en México y con una gestora que está acá. Y, por otro lado, estamos trabajando en un proyecto editorial que se llama Visita al Golfo, que está pronto a salir. Y a la vez continuamos con el proyecto de las 36 Vistas al Cerro Piltriquitron.
Visi: Laburamos en diversos proyectos y plataformas de manera simultánea. Es una característica, laburamos mucho en la simultaneidad de los proyectos, y esto a la vez nos parece interesante porque nos ayuda a construir de manera articulada, aunque todas esas personas no estén trabajando juntas. Esos saberes se van tramando.
Tantes: Hay una cosa que está buena para asociar, y es que hay algo que nos dimos cuenta con los años: invertimos esta lógica del déficit o esta mirada (uso un término que no me gusta mucho, pero…) del artista periférico. «Qué lindo sería hacer tal cosa, pero como yo vivo en un pueblo…», viste toda esa cosa, esa línea como bajonera, no se cómo llamarla…
Visi: Sí, que pone el foco en las falencias, y no en todo el potencial que puede tener un proyecto o un lugar para generar cosas.
Tantes: Para nosotres, nuestra vida y nuestra cotidianeidad es de abundancia. Tenemos esta compu, por ejemplo, que es bastante sencilla. Bueno, con esta compu podemos editar y hacer un fanzine; bueno, hagámoslo. Hay algo ahí de la disponibilidad. Nos corrimos de esa situación hace bastante. Con muy poco, entre comillas, sentimos que tenemos mucho para hacer y lo tratamos de volcar en el laburo. Podemos descargar un libro y leerlo, «entonces tenemos acceso a algunos saberes…», empezamos a vivirlo desde ese lugar.
Con lo que dijimos anteriormente, no queremos dejar pasar que somos conscientes y critiques de la precariedad del campo artístico y de la necesidad de que se garanticen nuestros derechos como trabajadores.
P.: ¿Ustedes funcionan como espacio de residencia?
Visi: No de residencia, pero sí recibimos artistes. En ese marco, se da un espacio de encuentro y de trabajo, construimos saberes, caminamos los lugares juntes, se da algo parecido a una residencia, pero no está institucionalizada como tal.
P.: No entiendo la diferencia.
Visi: En principio, las personas que vienen, vienen a visitarnos. Se construye un vínculo previo con las personas, no armamos una convocatoria abierta. Podríamos recibir gente que quiera venir, —gente que quiera venir hay un montón porque el lugar es atractivo geográficamente—, pero no nos interesa eso. Nos interesa construir vínculos, y si esas personas después se copan con venir y que construyamos algo juntes, pueden venir y residir en nuestro espacio de taller, acceder a nuestra biblioteca y que laburamos juntes, o pueden hacer parte de su laburo individual. No le cobramos a las personas, son nuestras invitadas, aunque entendemos a los espacios que sí lo hacen porque también es un trabajo.
Un poco tiene que ver con esto de vincular el arte y la vida, poder encontrarnos desde esos lugares.
Tantes: Algo que nos llevó mucho esfuerzo fue construir una casita-taller acá al lado, que tiene las condiciones para que otre pueda estar. Es una apuesta a que pueda venir gente y no pensar en alquilar un lugar: la idea es que venga un amigue y tenga un lugar cómodo para estar.
Espacio Visitantes es una forma de experimentar el apoyo mutuo, alejarnos de las formas de legitimación tradicional del campo artístico. Entonces encontrar un lugar para compartir con otras personas es una construcción, es un tesoro valioso encontrarnos con otras personas y construir estos espacios.
Para visitar a les Visitantes: @proyectovisitantes espaciovisitantes@gmail.com https://espaciovisitantes.wixsite.com/misitio
Foto Portada: Caminata a la deriva por Vuelta del Río, Cushamen, siguiendo rastros dejados por ovejas en los arbustos. (2020)