Lo que le hace el trabajo a un cuerpo
Entrevista a Liv Schulman
Por Guadalupe Creche
Liv Schulman estuvo en Buenos Aires y conversamos acerca de Polis-polis, su última obra en video en la que trabaja con un grupo de policías. Un recorrido por su trabajo como artista visual con el humor como motor de acción y el lenguaje como herramienta plástica.
En esta película, como en otras anteriores, una voz que se responde a sí misma se disloca en un grupo de personajes arquetípicos: la mujer sexual, el hombre sentimental, el exitoso deprimido, la mujer agresiva, diferentes características que los vuelven personajes muy aislados en sus discursos y que, aunque cada tanto se responden o se escuchan, habitan un estado de depresión general que viene del hecho de vivir sin crimen, como si no supieran bien cómo hacer la performance de policía.
¿Cómo fue esta experiencia de trabajo?
Ellxs son un grupo de policías que a la noche hacen teatro. Actores amateurs que tienen una práctica de teatro como si se tratase de una especie de beneficio o plusvalía emocional que viene dada por el gremio, por el derecho de trabajar. Eso me parece encantador. Yo pensé que iba a hacer una película sobre el trabajo, pero es más sobre la performance, sobre lo que un uniforme le puede hacer a un personaje para que ese personaje actúe en la vida cotidiana como una forma de autoridad. Trabajar con la policía es una provocación. Pero es también uno de los medios más representados. Ellxs ejecutan, ellos no son la autoridad. Son lxs que la ponen en práctica.
¿Cómo es tu relación con lxs actores?
Yo escribo los textos y soy muy autoritaria con eso. Les obligo a no demostrar sentimientos porque me gusta que no entiendan bien qué es todo lo que están diciendo. No les explico el personaje porque trato de que se sometan al lenguaje y que eso genere una distancia medio descarnada. Es el método del desconocimiento. En Control es importante que los actores no puedan manejar los textos que están pasando y que al final el texto se manifieste con una cierta violencia. Creo que es lindo tener algún tipo de prueba o signo de que no somos muy dueños de nuestro propio destino, de nuestro quehacer y que estar sometidos a las decisiones de otra gente es la vida de todo el mundo. El entendimiento de esa frustración da una especie de liberación, de no tener que usar la conciencia como un vector, se forma algo con la gente que habla.
Entre el teatro y la performance.
Liv cree en la teoría compartida de las situaciones teatrales o performativas esparcidas y atomizadas en la vida cotidiana. En Bodies that matter, Butler introduce la performatividad pero no como un acto singular, sino como la reiteración de una norma o un conjunto de las mismas, que mientras adquiere la condición de acto, esconde las convenciones que la hacen una repetición.
¿Qué es lo que te interesa de la performance?
Hay en el cotidiano mini guiones que repiten los mismos gestos. Por ejemplo, tenés la misma conversación con el quiosquero o con tu pareja con la que dormís todos los días del mismo lado de la cama. Repeticiones que se convierten en un guion y ese guion performa, y cuando performas, actuás. No hay tanta diferencia entre el cotidiano y una situación teatral. Tampoco digo que la vida es un escenario, pero hay un montón de momentos donde se produce la performance, situaciones en dónde el cuerpo se adapta de forma teatral a un consenso compartido y ese momento de alucinación colectiva es el que me interesa.
La obra de Liv parece aprovecharse del lenguaje que se transpone de su vida entre Francia y Argentina. Nacida en Francia durante el exilio de sus padres, las biografías publicadas sobre su lugar de nacimiento varían entre Buenos Aires y París como agregando una nueva capa a los errores de traducción que habitan su obra.
¿Cómo opera la traducción en tu obra?
En todas las traducciones cuando digo algo que después tengo que decir en francés o usando subtítulos, aparecen nuevas capas que son la plasticidad de lo que hago. Son formas de agregar dibujos a un material que ya es como un flujo, que no está tanto en lo que se dice sino en los errores o en los agujeros que quedan entre una traducción y otra.
Los premios como valores imaginarios en el trabajo de artista, la idea de placer y el proceso de escritura.
Este año la artista recibió el 20 Prix de la Fondation d’entreprise Ricard* con la obra The Pirate Resistance.
¿Cómo te llevas con el trabajo de artista?
El trabajo de artista como cualquier otro trabajo de hoy en día tiene que ver con la producción del yo, además de la producción de obras, producción de pensamiento. Una llega a un momento en que se da cuenta que el recurso de una misma es ser una misma o potenciar esa capacidad para que se convierta en plusvalía.
¿Y con el trabajo de escritora?
Cuando escribir es tu trabajo no querés que lo sea porque por algo estás a favor de su destrucción. Pero cuando se convierte en una economía tenés que hacer cosas que te mantengan conectada para seguir produciendo. El trabajo es sinónimo de dolor, lo que era el placer de la creación se convierte en el horror, donde además tenés que hacer cosas espirituales para conectarte con quien sos para poder seguir produciendo para poder seguir viviendo. Como si se tratara de una cadena de ensamblaje, de un chiste macabro.
La serie Qué Faire de los escritores que sufren un bloqueo para escribir aborda esta experiencia que la artista toma de su práctica inserta en el sistema usando el humor y la ironía como motor de sus performances.
Liv está terminando la escritura de una serie a filmarse en febrero en Francia que cuenta la historia del arte en París sin hombres: «una ficción o ucronía con una divergencia en la historia del arte donde un grupo de mujeres va armando la historia. Son 6 capítulos de 15 minutos».
¿Cómo abordas esta construcción de la historia del arte más feminista?
A la historia del arte la podés contar como quieras. No es una ciencia dura o algo que voy a hacer con una pretensión de historiadora, es mucho más fluido. Hay varios capítulos pensados que se filman en la vida real pero la idea es nombrar a personas que fueron desapareciendo de los relatos. Son personajes reales, la ficción es la obra, y es la primera vez que hago algo así.
* https://www.fondation-entreprise-ricard.com/Prix/view/23-liv-schulman
La línea editorial de la revista El Gran Otro acepta el lenguaje inclusivo por el que ha optado su autor.