Hotel Palmera: «la belleza de lo lejano»
Por Bárbara Vincenti
En «Hotel Palmera» de Matías Duville, exhibición curada por Gabriel Pérez-Barreiro y Lara Marmor (curadora adjunta), convive la cultura contemporánea con la naturaleza en su estado puro. Se trata de paisajes en apariencia desérticos, vaciados, que transportan a los visitantes de este hotel, situado en Fundación Fortabat, a un mar lejano, alguna vez conocido, del que sólo queda el sedimento.
«Hay una pasión propia de los grandes dibujantes, que es el amor a lo invisible, a lo invisible que se interpone entre ellos y las formas y las reviste de las propiedades del dibujo» escribe César Aira en Una repentina sensación de poesía, texto realizado para «Hotel Palmera». La instalación «Fondo en cumbre», que forma parte de la muestra de Duville, tiene algo de esa invisibilidad. Consiste en grandes anzuelos sobre sal esparcida en el suelo, la sensación al recorrerla es la de encontrarse en el fondo del mar. Cabe preguntarse, ¿dónde está el agua? ¿Evaporada o, acaso, a la manera de algunas pinturas chinas, la presencia del agua se deduce del vacío? Los anzuelos son para Duville una pieza que «se sumerge en lo más profundo de la mente para captar nuevas geografías: atrapa lo impredecible».
«Fondo en cumbre»
Por otra parte, la instalación «Travelling rojo», consta de cinco dibujos de dos metros de alto y hasta siete metros de largo, todos realizados con sanguina directa sobre papel. En el centro de estos, se encuentra «Hogar interior», una plataforma cubierta por una alfombra roja que podría recordar a un altar. La elección del color rojo sumerge al espectador en un atardecer sostenido en el tiempo que, además, dialoga con el paisaje fuera del museo que sí muta con las horas.
«Hotel Palmera» apela a lo multisensorial e incluye también una instalación de pinturas hechas en aglomerado. «La técnica que usaba cuando pintaba aglomerados, con un martillo destruía la superficie (y eso) comenzaba a ser parte de la imagen -constelaciones, destellos-. Se observa en la pintura ese entrar y salir de la imagen», dice el artista. Se suma, además, una instalación sonora: música creada específicamente por el dúo Centolla Society (Matías y su hermano Pablo) para este proyecto. «La música es un fluido que hace que las piezas vayan hacia un sentido», dice el artista.
En el segundo piso de la muestra, puede verse una pared cubierta por ciento treinta y ocho dibujos pertenecientes a distintas etapas de su carrera. Si bien Duville trabaja con objetos, videos e instalaciones, su obra se desarrolla principalmente a partir del dibujo, lo cual puede comprobarse en la cantidad y variedad que conforman este muro. El artista utiliza distintos materiales, generando un grado de tensión entre la representación y el procedimiento que es llevado a cabo sobre el soporte.
Matías Duville nació en 1974 en Quilmes, Buenos Aires. Se trasladó a Mar del Plata, donde estudió Artes visuales y Publicidad. Realizó clínicas de análisis de obra de Fundación Antorchas en Mar del Plata entre 1999 y el 2002. Obtuvo la beca para artes plásticas. «Fondo Nacional de las Artes» (2002), la beca de estímulo para las artes visuales, «Fundación Antorchas» (2003/2005), la beca «TRAMA» y la Beca del «Programa de talleres para las artes visuales» C. C. Rojas, UBA / KUITCA (2003/2005).
Entre sus más recientes proyectos se encuentra Desert means ocean (MOLAA, Los Angeles, 2019), Projection Soul (Luisa Strina, São Paulo, 2019), Romance Atómico (Barro, Buenos Aires, 2017), The Valise Project (MoMA, Nueva York, 2017), Arena Parking (Art Basel, 2016; Centro Cultural Recoleta, 2015), Mutações (MAM, Río de Janeiro, 2015), Precipitar una especie (Barro, Buenos Aires, 2014), Discard Geography (Ecole de beaux arts, Chapelle des Petits-Augustins, París, 2013), Safari (Malba, Buenos Aires, 2013) y Alaska, (Drawing Center, Nueva York, 2013).
Las obras de Duville forman parte de importantes colecciones como la del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, Tate Modern de Londres, Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, Museo de Arte Latinoamericano de Los Angeles (MOLAA), Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York, Colección Patricia Phelps de Cisneros de Nueva York, Museo de Arte de Lima (MALI), Museo de Arte Latinoamericano (Malba) de Buenos Aires, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (MACRO), entre otras.
«A veces pienso que la narrativa de mi dibujo proviene del adentro hacia afuera, el ADN de los materiales que uso. No importa si estoy haciendo una escultura, una instalación de piezas o video, cualquier tipo de trabajo. Para mí siempre hay un diálogo entre el adentro y el afuera», dice Duville. Es así como «Hotel Palmera» es un constante entrar y salir, un movimiento entre las distintas «terminales» que componen la muestra.
«Una repentina sensación de poesía, asociada a la belleza de lo lejano, a la serenidad, a desprenderme de mí: veo pasar un avión en el cielo» escribe Aira en representación del espectador que contempla, tranquilo, lo que lo rodea en «Hotel Palmera», envuelto por el silencio que alterna con la música a medida que se avanza. Repentino es aquello que irrumpe en la quietud sin modificarla de manera permanente, como el avión que pasa en el cielo, y el espectador se vuelve testigo de un movimiento ajeno, testigo que prefiere contemplar desde la quietud de este hotel.
Hotel Palmera puede visitarse en Colección Fortabat hasta el 28 de febrero de 2021
Olga Cossettini 141, Puerto Madero Este, (1107) Buenos Aires. Argentina
Martes a domingos de 12 a 20. Lunes cerrado.
Tarifa normal $200/ Menores de 12 años, jubilados, estudiantes y docentes con acreditación $100/ Miércoles tarifa normal $100 y sin cargo para menores de 12 años, jubilados, estudiantes y docentes con acreditación/ Menores de 6 años sin cargo/ Personas con discapacidad sin cargo.
Tel: 54 (11) 4310-6600/ info@coleccionfortabat.org.ar
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