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23 noviembre, 2021

Una nueva edición de la BP.21

Por Pilar Altilio

Una nueva edición de la BP.21

En una pandemia que aún nos mantiene en alerta, el desafío de esta edición fue convocar a pensar cómo se pasa de la vulnerabilidad a la potencia. La directora general Graciela Casabé, la curadora Maricel Álvarez y la directora académica Susana Tambutti armaron una programación porosa que se extenderá hasta abril.

 

Con el desafío de apelar al diálogo sensible y una reflexión profunda, BP.21 dio inicio el pasado 19 de noviembre a una programación que reúne una veintena de creaciones que, en su mayoría, son estrenos mundiales, sumado a un programa académico con eje en la diversidad y la disidencia y dos programas invitados: Impulso Cazadores, curado por Mariana Obersztern, y Festival de Arte Queer —FAQ— con curaduría de Lisa Kerner y Violeta Uman. La curadora Maricel Álvarez calificó de programación porosa a esta edición, ya que, debido a la adecuación en tiempos de pandemia, se hizo más que necesario poner esfuerzos e imaginación en pensar y sostener acciones para analizar los elementos de esta contemporaneidad, tanto como herramienta formativa como de cuidado, explorando formatos híbridos, no convencionales y, en lo posible, desarrollados al aire libre.

 

 

La apertura tuvo lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes, con una acción performática que se desarrolló en las escalinatas del museo, donde se podía escuchar la banda de sonido de la videoinstalación INFLATION de Diego Bianchi, con tres de sus variados performers que estaban ataviados con un cuerpo exógeno curioso y provocador. Y luego siguió afuera, en la Plazoleta Dardo Rocha, con TOBOROCHI, donde Jorge Crowe, Javier Bustos y Leticia Mazur pusieron en acto una performance sonora, física, visual y espacial muy singular, rodeados de público que los grababa con sus celulares.

 

 

Bianchi viene demostrando una singular capacidad de crear usando los restos de una sociedad civil que, viviendo en ciudades pobladas, produce enormes masas de desechos que se acumulan en las calles. Envoltorios de seguridad, cables, objetos de tecnología obsoletos, colchones descartados y hasta restos de poda son parte de los elementos con los que ha creado belleza y contenido. En esta ocasión, reedita el material que será exhibido en la Liverpool Biennial 2021, usando no sólo su repertorio formal habitual, sino el que ha generado utilizando unos moldeados de silicona color carne, que simulan ser partes de cuerpos que van mezclándose con cables y objetos de los que nos volvimos adictos, como celulares y conexiones web. Reflexionando sobre lo que nos dejó la pandemia, Bianchi sugiere que el cuerpo absorbe todo «como un imán succionador». Define claramente eso que la pandemia ha modificado tanto, en la forma en que nuestros cuerpos participan en lo social y de ahí el título inflación, pues:

«Estamos sosteniendo todo, cada uno es parte de un cuerpo extendido, de una telaraña de conexiones. Un paquete afectivo, un conglomerado que incluye lo vivido, lo comido, lo gozado. Me cuestiono si es posible representar las experiencias y los consumos como volumen que se adosa a los cuerpos como prótesis, si las cosas y los cuerpos se fagocitan mutuamente, si es posible distinguir el adentro y el afuera, si la idea del propio cuerpo y el de los demás se puede volver indefinida, si es posible agotar la percepción y condicionar los cuerpos, para que los movimientos se vuelvan rudimentarios y la animalidad aflore».

 

 

Fue interesante ver la reacción de la gente en las escalinatas cuando la acción comenzó, mientras el sonido inundaba la vereda y hacía voltear a los transeúntes. Un cuerpo sin cabeza ni brazos visibles, cubierto de llantas de auto, intentando torpemente bajar las rampas de acceso, mientras otra entidad de gran altura trataba de bajar por las escaleras mostrando ese desgarro que parecía ser el desguace de una carnicería, hecho de tendones y músculos de tono rojizo a rosado de los que salían cables viejos como conexiones aleatorias encontradas en un basural. Dentro del museo y para poder disfrutarlo con tranquilidad, tres pantallas en forma continua distribuyen las acciones de la videoinstalación con una duración total de veinticinco minutos. El sonido es alto y sugiere desde lo escatológico hasta los chirridos de unas bisagras falladas o susurros de esfuerzos al límite de la fuerza. Un desfile orgánico y raro en un escenario de estacionamiento abandonado; en otro, los «cuerpos» reunidos en torno, como si fueran una pila de desorganizada latiendo con pequeños movimientos espasmódicos, y otra en narraciones cortas de una serie de acciones en escenarios precarizados, como las vías del tren al lado de una villa o construcciones a medio completar con personajes interactuando con estos entes que apenas pueden dar pasos para desplazarse. Una metáfora tan potente como inolvidable.

 

 

Ya en la Plazoleta, en un escenario montado con un juego de luces estroboscópicas llamando a prestar atención, Leticia Mazur iba acercándose desde una cierta distancia; ataviada con una suerte de vestido mitad vegetal mitad electrónico, se desplazaba lentamente hacia el escenario mientras la seguían muchas personas. Javier Bustos, con una cabeza adosada que contenía unos ojos de luces y una especie de sombrero antena parabólica, avanzaba en otro sector mientras la música sonaba y se incentivaba por el uso de módems que registran movimientos y los traducen en sonidos, y Jorge Crowe comenzaba a hacer sonar sus teclados en la plataforma. TOBOROCHI se vale de «tres cuerpos mediados tecnológicamente que deambulan, cual ciborgs, portando ensamblajes técnico-orgánicos. Son capaces de generar luz y sonido, como así también de reaccionar a esos mismos estímulos, afectándose y transformándose recíprocamente». Todo culmina generando un concierto muy animado que hizo bailar a todos. Gran momento en una noche cálida y concurrida.

 

Data básica:

INFLATION

Concepción: Diego Bianchi

Performers: Belén Ferreyra, Julian Dubié, Juan Pedro Scioli, Belén Romero Gunset, Diego Bianchi, Julián Astelarra, Ismael Pinkler, Omar Portillo, Jonathan Portillo, Elio Melgarejo, Magdalena de Iriondo

Dirección de video: Vanina Scolavino, Diego Bianchi

Diseño sonoro: Ismael Pinkler

Cámaras: Dudu Alcón Quintanilha, Sofía Ungar

Edición: Vanina Scolavino, Dudú Alcón Quintanilha

Producción artística: Patricia PedrazaAsistencia artística: Belén Romero Gunset, Julián Astelarra, Mariano Prestach, Manuel Brandazza Colorista, Sofía Ungar

Duración: 25 minutos

TOBOROCHI

Creación/Performers: Javier Bustos, Jorge Crowe, Leticia Mazur

Iluminación: Matías Sendón Vestuario: Belén Parra

Duración: 30 minutos

Creditos fotograficos de portada :  Celeste Alonso