Anita Molinero en el Palais de Tokyo: Extrudia
Por Mariano Barrientos, corresponsal en Paris
El Gran Otro regresa a Francia a pocos días de recibir el verano europeo y se hace presente en el Palais de Tokyo donde se lleva a cabo la primera retrospectiva dedicada a Anita Molinero en una institución parisina. Esta exposición recorre las diferentes fases de su desarrollo artístico: desde las primeras obras de finales de los 80 hasta sus últimas creaciones, en particular varias producciones realizadas para la ocasión.
El título de la exposición “Extrudia”, cuyos sonidos evocan la ciencia ficción, hace referencia tanto a una de las prácticas escultóricas de la artista (“extruir” significa “dar forma a un material constriñéndolo”) como a uno de sus componentes favoritos: el poliestireno extruido.
Anita Molinero es una de las pocas artistas francesas de su generación que se expresa exclusivamente a través de la escultura. A menudo monumentales y caóticas, sus obras desfiguran objetos cotidianos y materiales triviales: cubos de basura, tubos de escape, barras de refuerzo y otros productos de desecho de la sociedad de consumo. Transforma el material del que logra desplegar toda la brutalidad e inestabilidad.
El itinerario de la exposición está dedicado a obras que anclan su trabajo en un universo futurista, mucho más pop e introspectivo, como si nos encontráramos en la entrañas de Anita. ¿Es acaso su manera de exprimirse desde su lado más profundo, sensible y vulnerable?
“Extrudia” forma parte de la investigación que Molinero realiza desde hace más de treinta años a través de los fundamentos de la escultura: materia y volumen, lleno y vacío, peso y masa. Sus creaciones a partir de objetos cotidianos y materiales reciclados fomentan el gesto y la improvisación en su vertiente enérgica e irreversible. Objetos y materiales son así tratados con un lanzallamas para crear formas libres, variadas y abundantes mediante carbonización, ondulación, perforación o cristalización. “Sé con qué quiero trabajar, pero no qué esculturas dará” declara la artista. ¿Nos está dejando en claro que gran parte de su trabajo está ligado a lo espiritual y a la espontaneidad de su ser?
Las obras mutantes que crea Anita Molinero son otras tantas “ficción-formas” que, a través de su precariedad, su originalidad formal, su humor pero también su aspecto a veces violento, dan testimonio de los problemas del mundo contemporáneo.
