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5 diciembre, 2011

Mujeres que se ensayan

Una experimentación sobre el umbral entre el arte y la vida.

Por: Ludmila Barbero.

 

En el sugerente espacio del Museo Etnográfico, Mujeres guía configura, a través de una serie de procedimientos historiográficos, una forma no tradicional de poiesis teatral.

El primer acercamiento de Vivi Tellas al problema de los límites entre teatro y vida tuvo origen en el Proyecto Museos, que comenzó en 1995 cuando era directora del CET (Centro de Experimentación Teatral de la UBA). En aquel trabajo proponía a una serie de reconocidos directores una experimentación a partir del contacto con el material de los grandes museos de la ciudad. Mujeres guía forma parte de Biodrama, que conceptualmente deriva del proyecto anterior. Aquí su investigación parte de la hipótesis de la existencia de un potencial dramático latente en la cotidianidad de todas las personas. Se trata de construir un drama a partir de una serie de elementos de la vida privada de los performers. La elección de los recuerdos y objetos se fundamenta en el reconocimiento de lo que Tellas llama el UMF, umbral mínimo de ficción, un coeficiente a partir del cual es posible medir el potencial artístico de nuestras vivencias cotidianas. Es decir que solo algunos componentes de nuestra experiencia íntima pueden dar lugar a una configuración poética.

Cabe destacar que en Mujeres guía las intérpretes se ubican en una posición liminar, también desde el punto de vista material. Cuando salimos del patio para penetrar en la sala nos llama la atención el cuchicheo de tres mujeres en el umbral del escenario. La elección de este espacio para la primera escena no es en absoluto casual, sino que nos remite a la «sopa» en la que le gusta moverse a la directora e investigadora Vivi Telllas. A este respecto señala: «Busco la teatralidad fuera del teatro, en zonas inestables como el espacio íntimo, donde la inocencia puede aparecer».

El trabajo real de las tres mujeres consiste en hacer de lo cotidiano un espectáculo para extranjeros: son guías en diferentes ámbitos de la ciudad de Buenos Aires. Silvana en el Jardín Botánico, Micaela en el Museo Etnográfico (donde se representa la obra) y María Irma, la mayor y más experimentada, hace city tours. Las tres narran sus historias y, con ayuda de sus compañeras, las dramatizan. Utilizan para ello una serie de objetos cuya función se orienta a documentar y verosimilizar la biografía. Silvana pone palabras a una vida marcada por el abandono y el dolor, Micaela nos habla de la experiencia de haber nacido en un hogar que funcionaba como una unidad básica del peronismo e Irma dramatiza la historia de cómo conoció y conquistó a un playboy.

Las dos imágenes míticas que guían la trama de las mujeres guía son las de Medea y Eva Perón. La primera, una heroína trágica que no pudo soportar el lugar indigno en el que la dejaban el abandono y las nuevas nupcias de su esposo Jasón y por ello decidió tomar venganza, de la cual la tragedia de Eurípides no nos cuenta el castigo. La segunda es otra mujer guía, que llega a ejercer un poder político superior al que le era socialmente permitido a una mujer.

Lo interesante es el modo en que se hilan las tragedias personales de las tres performers y los matices que la configuración de las guías emblemáticas adquieren en la urdimbre. María Irma aportará la imagen canónica de Eva, mientras que Micaela, que no debe ceñirse a la poco matizada representación del ícono turístico, discute acerca de si realmente era o no una mala artista, e incluso nos muestra dos pinturas atesoradas por su familia que escapan a las imágenes tradicionales del matrimonio Perón: en la primera aparece la Eva montonera de pelo suelto, en la segunda la vemos junto a un Juan Domingo que ríe. Por otra parte, Medea había sido objeto de discusión en la primera escena, aquella en la que aun los espectadores no terminábamos de hacernos a la idea de si esas tres mujeres que parloteaban en la puerta nos estaban interrumpiendo la representación o precisamente le estaban dando comienzo.

Aquí nos asaltan algunos interrogantes: ¿Qué tienen en común la «defensora de los humildes» y la hechicera que asesinó a su progenie para vengarse de un marido infiel? ¿Qué precio hay que pagar para encarnar el papel de una mujer guía? ¿Qué costo quizás aun más oneroso deberán pagar aquellas que se resignen a no estar a la altura de su deseo? La tragedia privada de lidiar diariamente con la alergia al polen y a los gatos en el Botánico para sacar adelante una familia, la ostentosa dicha de seducir a un dandy y la ardua tarea de terminar una carrera universitaria y experimentar la vida en pareja en compañía del recuerdo de una madre que ya no está son los tres hilos de una historia en la que la valentía, el sacrificio y, a menudo, la crueldad ante los acogedores modelos del deber ser se nos muestran como el único camino por el que vale la pena guiarnos.

 

 

Ficha técnico artística

 

Autoría: Vivi Tellas

Intérpretes: Silvana Bondanza, María Cavanna, Micaela Pereira

Fotografía: Nicolás Goldberg, Paula Pedreira

Asistencia de dirección: Elizabeth Motta

Producción: Pamela Brownell

Coordinación técnica: Nicolás Pereira

Dirección: Vivi Tellas

Sala: Museo Etnográfico de la Ciudad de Buenos Aires (Moreno 350)

Horario: Sábado – 20:00 hs

Bono contribución: $ 35,00