Cristina Schiavi: “El arte es utopía, juego, deseo y acción”
Por Verónica Glassmann
Cristina Schiavi es una artista alejada de lo solemne del arte. Parte de su magia reside en hacer propia y única una geometría que logra invitar siempre a encontrar escondida una situación, un personaje y un sentimiento en sus obras. Su trabajo y su vida también están definidos por su profundo compromiso para visibilizar las producciones de artistas mujeres y lograr la representación igualitaria de las mismas en las instituciones.
Realizó gran cantidad de muestras colectivas e individuales. Obtuvo el premio de la Bienal de Bahía Blanca en 1999. En el año 2000 recibió el Primer Premio Prodaltec/Arte Digital por su obra Clonación. Fue becada en Artes Plásticas por el Fondo Nacional de las Artes (PK). Realizó las instalaciones La Toma (2003) y Mercado (2008) en el Museo Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), y Telón con Henry Coleman en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (2009). Su obra forma parte de colecciones de diversas instituciones entre las que podemos mencionar: el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson de San Juan, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), Museo de Arte Moderno (Mamba), Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro), Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca. Hoy hablamos con ella sobre sus inicios, sus hitos artísticos y como es esa forma tan valiente que tiene de pararse en el mundo.
¿Cómo es tu formación y cómo se inicia tu carrera como artista? ¿Quiénes fueron y son tus maestros?
No tuve una formación universitaria. Me costó decidir que quería hacer. Cursé 2 años de arquitectura, cursos varios (diseño gráfico, diseño de interiores), dibujo con Aurelio Macchi y Jorge Demirjian, clínica con Pablo Suárez. De niña tuve la influencia de mi tío abuelo Carlos Giambiagi y de Elvira Giambiagi, su hermana y mi abuela que también pintaba. No tuve “maestros”.
Tu producción artística se desarrolla en medios tales como la pintura, la escultura, el dibujo y la estampa digital, ¿en cuál de estos soportes te sentís más cómoda y por qué?, ¿cómo fue a lo largo de tu carrera el recorrido hacia distintas disciplinas?
Creo que la formación ecléctica me llevó a relacionar los diferentes formatos. A mediados de los 90 comencé a usar un programa de dibujo digital en casa, porque me quedé sin taller y nunca más lo abandoné. El boceto digital es lo que une las diferentes categorías y me parece que esto se evidencia visualmente.
Usás formas geométricas en tus obras y decís que no te sentís abstracta, ¿hay una tendencia a intentar catalogar dentro del mundo del arte, cómo lo vivís?
Uso la geometría pero compongo con esas formas geométricas situaciones, espacios habitados por un personaje. La catalogación limita, condiciona la interpretación del trabajo. Todo se lee desde el lugar de pertenencia asignado.
¿Cuáles son los ejes temáticos de tus trabajos?
No tengo ejes temáticos. Planteo situaciones, estados de ánimo, relaciones con el contexto.
Durante la década de 1990, participaste activamente del Centro Cultural Rojas, ¿cómo influyó en tu carrera?
El Rojas me conectó con otrxs artistas y ayudó a conocer parte de mi trabajo, pero como dije anteriormente no me interesa pensar por décadas, porque obturan el cuerpo de obra del artista.
¿Cómo fue el proceso de Línea de amoblamientos, una exhibición de muebles inútiles realizados artesanalmente, desarrollada en el Espacio Giesso en 1991?
La cuerina de los asientos de los colectivos de esa época disparó la idea de estos muebles inútiles… cuasi personajes amorfos, imagen corpórea de recuerdos. Fue mi primera instalación.
En la muestra Te quiero, organizaste una ambientación con muñecos de peluche que te permitió realizar un acercamiento ingenuo a temas escabrosos, presentada también en el Espacio Giesso en 1992, ¿cómo fue esa experiencia?
Te quiero fue una instalación. Utilicé muñecos de peluche que se vendían en el barrio de Once con distintos cartelitos que demostraban el afecto por otra persona. Me conmovió y a la vez me sorprendió que estos muñecos “horriculentos” (palabra de F.Lebenglik) que asustaban podían al mismo tiempo hablar de amor. La instalación resultó una conjunción entre el espanto y el afecto.
En la Galería Miranda Bosch expusiste Esta extraña forma mía de aparecer que fue concebida con un programa de computación diseñado por vos y disponía de cada obra pensando el espacio. ¿En qué consistió esta muestra?
Diseño todo en la computadora, ya sea una pintura, instalación u objeto. No diseñé el programa sino la muestra. El título y las frases que aparecen en las paredes fueron extraídas de El Eternauta, de Oesterheld. La sensación era de miedo y encierro; por eso los personajes se encuentran dentro de las estructuras, protegidos, como en la historieta, encerrados en sus casas.
¿Sentís que aparece en tu obra el uso de recursos que tienen que ver con tu formación como arquitecta?, ¿cómo es tu trabajo con las tres dimensiones?
Si claro, trabajo en escala siempre. Hago pequeñas maquetas muy rudimentarias de casi todos los objetos y de algunos espacios. Me importa relacionar las esculturas u objetos con el espacio que los circunda.
El color es otro protagonista de tu obra. ¿Cómo lo pensás, qué significa para vos?
El color me ayuda a representar el espacio, distancia, proximidad, tensión. Movimiento, densidad, vibración, voluptuosidad. A veces me satura. Es una obsesión, una relación de amor odio.
Participaste de la Bienal Mercosur 2020 y de la muestra “Para todes tode” CCK en 2019. Son dos exposiciones que tienen mucho de lucha política y feminismo, ¿cómo fueron esas experiencias en tu carrera artística?
La experiencia de la Bienal me permitió pensar el trabajo seleccionado (Grupo de Familia 2000) en otra escala y desde una perspectiva más amplia, como monumento para el espacio público, aunque no llegó a concretarse. Me gustó ser parte de una bienal inclusiva, que visibilizara los trabajos de artistas mujeres y del colectivo LGTBIQ y que reflexionara sobre los feminismos. Para todes tode, también abrió un espacio de visibilidad para les artistes mujeres y LGTBIQ a nivel nacional.
Tenés un fuerte compromiso con diversos temas de la realidad, ¿cómo se manifiesta eso en tu práctica artística? ¿Tratás que haya una actitud política en tu trabajo?
Practico el activismo político dentro de la agrupación Nosotras Proponemos, asamblea permanente de trabajadorxs de arte, de la que formo parte. En mi trabajo no lo tengo en cuenta, pero seguramente el contexto y mis prácticas se vean reflejados en algunas de mis obras.
Sos una referente del colectivo Nosotras Proponemos, ¿cuáles son los temas más urgentes que tratar para mejorar el lugar que ocupa la mujer en el mundo del arte?
Los temas urgentes siguen siendo ocupar el lugar que nos negaron, que las instituciones nos reconozcan como trabajadoras y terminar con la violencia de género. Acabar con la idea de genialidad, que es una construcción cultural y revisar el dudoso concepto de calidad con el que fuimos históricamente excluidas. Por eso me parece importante luchar por la representación igualitaria como una herramienta estratégica que obliga a las instituciones a visibilizar los trabajos de las mujeres. “Exponer es lesivo para el poder desaparecedor “dice Pilar Calveiro. Coincido en que “demandar que se considere a las mujeres no solo cambia lo que se estudia y lo que se vuelve relevante investigar, sino que también cuestiona en el plano político a las disciplinas existentes” (Griselda Pollock).
¿Cómo te llevás con el sistema comercial e institucionalizado del arte?
El mercado del arte es un tema complejo ya que comprende tanto bienes físicos como intangibles. Desde Nosotras Proponemos pensamos abordarlo próximamente junto a otras agrupaciones para optimizar las relaciones entre lxs agentes comerciales y les artistas. Las instituciones (museos) son una manera en que la comunidad se reconoce como comunidad cultural. Por eso me parece importante el diálogo con las mismas.
¿Cuáles son los artistas que te interesan?
Les artistas que me interesan son innumerables. Entre ellxs la mayoría de mis colegas, compañeres de militancia y amigues con lxs que comparto ideas, proyectos y resistencias. Nacionales nombraré solo a Yente, Eugenia Crenovich, como representante de muches, como homenaje a les artistes mujeres, por capricho, por su eclecticismo, y belleza. Internacionales: me sorprenden las instalaciones brutalistas de Phyllida Barlow una artista enorme reconocida tardíamente como Yente y cuya obra conocí de casualidad hace unos años.
Para vos, ¿qué es ser artista? ¿Cuál es la función del arte en el mundo o en la vida de las personas?
El arte no cumple una función clara o práctica. Para mí es realidad transfigurada, es forma y utopía, juego, deseo y acción. El arte es situación y proceso. El arte es insoluble. El arte es magia.