Espesor mínimo
Por Guadalupe Creche
De diciembre a marzo el artista Gaspar Acebo trabaja en Marco Arte Foco las piezas finales para la exposición que inaugura en la Galería Miranda Bosch bajo la curaduría de Camilo Guinot.
Marco Arte Foco es un programa de residencias producido por la Fundación Tres Pinos que brinda espacio de taller a artistas nacionales e internacionales en el Barrio de La Boca. Lxs artistas ingresan al programa bajo presentación a convocatoria para trabajar en los talleres, realizar exposiciones y participar en eventos propuestos desde Marco La Boca y el Distrito de las Artes. Ubicado debajo de la autopista, el sonido permanente del paso de los vehículos por arriba construye un paisaje sonoro ineludible en los 6 talleres con vidriera a la calle y la sala central de exposiciones que se constituyen en Av. Pedro de Mendoza y Wenceslao Villafañe.
En uno de estos talleres Gaspar Acebo (Buenos Aires, 1976) se encuentra trabajando desde diciembre de 2019. Si bien, su proyecto inicial estaba ligado a una investigación de la arquitectura de la zona que involucraba reducciones de yeso, alginato, barbotina y arcilla, estos materiales son los que ha estado manipulando durante los últimos meses con distintos resultados que se desprenden del funcionamiento y las reacciones por contacto entre sí. Teniendo como base principal de su obra al dibujo, mantuvo la premisa inicial de los materiales para hacer nuevas esculturas, pero el contenido de la exploración fue girando a la producción de la exposición que inauguraba en el corriente mes de marzo y que debido a la pandemia ha corrido su apertura para el último trimestre de este año.
Con técnicas manuales que provienen de oficios como el grabado, la fotografía analógica y el dibujo, Acebo, con un mecanismo que caracteriza su obra, superpone dos miradas a un mismo espacio haciendo un quiebre de simultaneidad en el tiempo. Toma la idea de copia que tantos críticos y artistas han estudiado y la presenta en su trabajo de modo orgánico: en la prueba de materiales, en la forma en la que selecciona errores y en los acercamientos a las simulaciones del papel como soporte y como lado A del dibujo. Así, construye con el mismo soporte un dibujo que no necesariamente lleva grafito, pero sí lleva un nivel de realismo muy preciso, como lo que se considera una toma fotográfica perfecta: hecha bajo la exposición correcta tanto para las luces como para las sombras.
La próxima exposición incluye no sólo su trabajo más reciente, podrá verse un dibujo que tiene 4 años y obras del 2016 en adelante en un formato expositivo que aunque resulta nuevo para el artista es clásico para el público del arte: piezas enmarcadas y colgadas en las paredes del espacio que proponen adrede un plan ideado junto al curador: establecer un orden para recorrer el Espesor Mínimo, atravesado por la idea de un relato con variaciones en distintas materialidades en las salas de Miranda Bosch con dibujos, fotografías y esculturas.
Luego de haber realizado dibujos con pelos, con papeles, con fotografías y con grafito, en esta exposición Acebo juega en el límite entre soporte y pieza; se ve en los fraguados con los que hace dibujos que se quiebran, en los bajorrelieves que dejan ver el doblez del papel como un surco. Sus obras se hermanan en las texturas, los pliegues y las marcas sobre los soportes que a la vez son las piezas, porque este juego que propone no distingue entre soporte y obra, se da por tacto y contacto. En su mecanismo de trabajo en el taller mezcla técnicas que provienen de diferentes haceres manuales que le permiten propiciar un espacio para la abducción, el proceso mediante el cual formula nuevas hipótesis para dar cuenta de aquellos hechos que no se pueden explicar de manera lógica y lo sorprenden mientras realiza las piezas.
Docente de Dibujo en la Universidad Nacional de las Artes, influenciado por obras de artistas como Tulio de Sagastizábal, Oscar Bony y RES, Acebo dibuja papeles mezclando técnicas, superpone la representación y lo representado. Insiste acerca de la copia, vuelve a preguntarse una y otra vez con cada material qué es copiar, cuáles son las variaciones entre las formas, las texturas y los materiales, cuánto es lo que se puede controlar. Propone al espectador una variedad de respuestas que despliega en su experimentación como un muestrario de bloques de líneas y pliegues que conforman un mapa de reproducciones.
La línea editorial de la revista El Gran Otro acepta el lenguaje inclusivo por el que ha optado su autora.