Julian Marcó
1980 – San Miguel de Tucumán
Biografia:
Francisco Ramón Gómez (1922-1994) lector empedernido y autodidacta, escribió bajo el seudónimo de Julián Marcó, fue llamado el poeta jujeño. Nació en San Miguel de Tucumán, emigró a San Salvador de Jujuy por el año 48, allí contrajo matrimonio y tuvo dos hijas, en el 52 fue galardonado en los Juegos Florales de Jujuy con el primer premio en poesía. Trabajó como periodista en diferentes medios gráficos y radiales del Noroeste Argentino. En el año 60 volvió a contraer nupcias en Tucumán y tuvo cuatro hijas más. En la década del 70 fue colaborador del diario La Nación.
Su producción inédita de poesías y cuentos fue el trabajo de veinte años. La misma, será publicada en el corriente año.
Eternidad
Aquí estoy.
Solo.
Inmortal entre la greda,
Pensamiento puro
por el devenir
de un principio sin fin.
Estoy solo.
Carcomiendo el tiempo
Inmortal como yo.
Heredades
cargaron mis espaldas
y llevo el tiempo infinito
en mis ojos,
en mis manos,
y en este pecho sin edad,
donde el amor
me vuelve por los ojos
convertido no solo en semilla;
ciclo evolutivo
de mi… y de ti, carne de mi amor,
y de este pensamiento que te nombra
y que a veces te hereda mi soledad.
Por eso no muero nunca:
La sangre me recorre un cauce eterno
y dice cosas
que se repiten
por los siglos y los siglos:
pasiones y cantos,
tristezas y dolores.
Por eso
aquí estoy.
Solo,
Hombre inmortal,
Para que tú lo lapides
O amarlo puedas.
Tu Piel
Como una densa música de flores
tu piel emerge desde la noche
con la pura lujuria del verano
He nombrado tu piel,
arroyo fresco de violetas y suaves magnolias,
en donde el ojo del instinto mide
su soledad de adoración y gozo.
Tibio mármol de fruta
donde construyo amor a golpe de besos;
monumento al mejor delirio,
valle de claveles y vehemencias,
melodía digital para el deseo.
Almendra de volcanes y glaciares,
piélago de luna,
amor del durazno,
inmóvil arrebato fugitivo.
Tu piel provoca el cielo en mis manos.
y crece,
árbol de lluvia por mis venas.
Tu piel,
llenándome de cielos y de abismos
ASÍ
Así,
como una hoja de otoño,
desprendida del árbol de la vida
se mece al soplo de la brisa
sin encontrar reposo
o el norte que la ubique.
Así,
su alma y su sangre enamorada
no encuentra camino,
porque ignora el destino
ni la marca de su sino
que la identifique consigo.
sola,
Poblada de soledades
se estremece y piensa
en el lugar insondable
donde
no penetra el ojo humano.
Y donde su corazón yace
perdido en el misterio
que es el amor solo.
I
Pausa…
la distancia requiere descanso.
Paréntesis
en la larga caminata y el pensamiento.
Ahora comprendo;
comprendo como los sueños
dispersos en el comienzo
se juntan luego en preguntas
en interrogantes de la vida
y los hombres la plantean
y sé porqué el perfume efímero
de la rosa es más eterno
que la dura mejilla de la estatua…
y se porque amo, y porque comprendo
la débil estructura del junco.
Y la siempre,
inestabilidad del ser humano.
Como una estrella que a la distancia
somete al cielo con su fulgor,
aquello tan fugaz como la hermosura.
II
Voy por el juego fugaz
de la luz sideral
a buscar mi propia versión
del hombre…
Infinito y mortal
que rodó por los siglos
la corteza del aire
para luego instalar
sobre la tierra
su soberanía impoluta
Mentira…. Mentira…..
Ahí esta, sin rostro
manso cordero de Dios
destilando venganza
por estar de espaldas al sol.
Mentira…. Mentira
Y se convirtió en idea.
III
Buscar,
encontrarse,
reeditar los últimos capítulos
y formular el porqué y el cómo
Ahí es donde pienso…
Y casi silabeo mi pregunta:
Cuál es la razón
o el compendio esotérico
de toda esta poesía.
Si el corazón inmortal
es una piltrafa humana
Que late, late, late
por esa chispa invisible
que no sabe del dolor
ni de la alegría
¿chispa divina?
No se porque todo esto…