Una obra sonora para cada sala: La Suite
Por Pilar Altilio
Buceando en la colección de los FRAC (Fonds régionaux d’art contemporain, France), dos curadores singulares montan, en Fundación Proa, una selección con mirada propia sobre un patrimonio de más de treinta mil obras.
Dos curadores, Sigismond de Vajay (París, 1972) y Juan Sorrentino (Buenos Aires, 1978), trabajaron durante la pandemia en adaptar el proyecto inicial de construir un circuito con obras de la magnífica colección FRAC, iniciativa que destina fondos regionales para la adquisición de obras. Usando una clasificación que distingue sonidos percutidos de otros más graves, melodías o ritmos con cuencos, música minimalista o la voz humana entre otras situaciones, donde el sonido articula la obra y es posible asistir a la experiencia sonora en el espacio donde se trasmite. Si bien dicho fondo ha comenzado recientemente a incorporar artistas latinoamericanos, ambos curadores decidieron que La Suite esté conformada por obras de la colección junto a otros artistas con los que tuvieron un diálogo directo, que autorizaron las reproducciones o que presentaron nuevos proyectos. Sucedió que tuvieron que adecuar el plan inicial, y el tiempo de espera introdujo una práctica extendida que se vale de instrucciones para reproducir una obra en forma remota; en algunos casos, se trata de una versión y, en otros, una adaptación, ya que algunos medios han cambiado.
Por primera vez, una obra ploteada y diseñada especialmente para el espacio ocupa el hall de acceso. Se trata de la obra de Peter Kogler, una trama que parece tensarse y aglutinarse ascendiendo por la escalera y creando ritmos visuales donde el movimiento recupera gráficamente la vibración espacial del sonido, que los dos curadores intentan señalar como una pieza «sonoro-silente». La primera sala incorpora la idea de rueda y el pulso. Los artistas Vincent Ganivet con Rueda, 2005-2021, y Roman Signer, Dos barriles, 2021, usan materiales industriales y sistemas constructivos ancestrales, asociándolos a un sentido de tensión y equilibrio, ambos construidos como versiones. Separada por una pared, el video de la conceptualista italiana Monica Bonvicini con Hammering Out [Martilleando (un viejo argumento)], 1998, produce un sonido hipnótico donde el pulso de un martillazo contra una pared blanca va dejando ver el muro de ladrillos. En la segunda sala, hay varias obras que son notables. Una de ellas es el video Clément Cogitore Les Indes galantes (Las Indias galantes), 2017, una disrupción interesante donde la música es una ópera-ballet francesa de 1735 danzada con gestualidad contemporánea por bailarines callejeros krump. Separada por su contenido sensible, se puede visitar una selección del fotógrafo Joel-Peter Witkin, quien reconstruye escenas mitológicas de la historia del arte cuestionando el canon estético a partir de hermafroditas, transgénero y cuerpos reales, algunos mutilados. Este artista fue bombero y fotógrafo bélico durante la Guerra de Vietnam y como se escuchó en la clase especial por el Día de la Fotografía —uno de los encuentros virtuales programados en relación a La Suite—: «La luz de Witkin ilumina espacios generalmente destinados a la oscuridad».
Los videos de Lotty Rosenfeld, Una milla de cruces sobre el pavimento, 1979, Gordon Matta-Clark, Day’s End (El final del día), 1975, y Joan Jonas, Wind (Viento), 1968, recuperan al cuerpo señalando acciones de resistencia y actividad. En el descanso de la escalera muy bien instalada en grandes dimensiones está la obra del finlandés Arno Rafael Minkkinen, Beach Pond, Connecticut, 1974-2021, un remanso de gran belleza que juega con la cercanía del Riachuelo a través de la ventana, y a medida que se asciende al segundo piso, se pasa de los pies a las manos entrelazadas de dos edades muy diferentes.
La serie Interiores tiene un juego de sutiles contrastes, conjuga las tres pinturas de Víctor Florido de modulaciones acromáticas sobre el plano junto a la instalación de blanco sobre blanco de Vincent Lamouroux, AR.07, 2008-2021, una instalación de formas geométricas tridimensionales en equilibrio inestable. Y Carsten Nicolai, Wellenwanne (Canal de olas), 2001-2003, es una pieza sonora donde una bandeja de aluminio recibe las vibraciones del sonido por debajo y crea los característicos círculos de las ondas expansivas.
La última sala tiene versiones sobre el paisaje y sus derivas. Dos artistas francesas fueron invitadas a participar, una es Pauline Fondevile, con 13 lunas en el Riachuelo, 2021, un mural surrealista con letras de canciones populares, una noche estrellada y criaturas nocturnas, que cubre de negro la pared, símbolo de la polución. La escultura de Laurent Perbos, Souches (Tocones de árbol), 2009-2021, que plantea una naturaleza artificial y arruinada, hecha con mangueras de colores que simulan un bosque talado. Céleste Boursier-Mougenot, Sin título, Series IV-1,2,3, 2000-2021, una instalación donde cada cuenco tiene una nota específica que se consigue en el taller de cerámica al girar mediante un motor, que producen sonidos aleatorios. Una invitación a verlo todo con detenimiento, hasta noviembre.
La Suite
Preludio, Pulso, Scherzo, Andante y Coda
Fundación Proa, Av. Don Pedro de Mendoza 1929, La Boca CABA
Hasta noviembre