Lo que afirma la negación. «Allí donde no pienso, también soy»
Por María Nieves Gorosito
«Pienso, luego soy». Esta frase de René Descartes, además de ser una de las más reconocidas de la filosofía, marca el comienzo del pensamiento racional moderno. El filósofo francés entiende esta afirmación como una verdad evidente, como el primer principio del conocimiento; en lo único que puedo confiar es en mí mismo, en cuánto soy en mi interioridad, qué pienso, siento y percibo. Allí radica la esencia del ser, el sujeto primero a partir del cual se fundamentan todos los sentidos de las cosas; esto era lo imposible de negar o dudar para Descartes. Luego, Freud, en su teoría del inconsciente, destituye esta certeza, y aquel pilar lógico del que parte cualquier conocimiento (el yo) se torna difuso y débil. El hombre no es dueño ni de sí mismo porque el inconsciente intercede en su vida con la voz de Otro. A este conocimiento se lo enumeró como la tercera herida narcisista de la humanidad.
Sigmund Freud señala que, en el discurso analítico, el inconsciente es un no. Es decir, dentro del marco del análisis cuando el paciente niega algo, equivaldría a un contenido del inconsciente con el cual el yo del analizado se percibe incapaz de lidiar. El padre del psicoanálisis, con el correr de la experiencia analítica, distinguió que la negación de sus pacientes en la consulta expresaba un rechazo de las ocurrencias que afloraban de las propias asociaciones libres. De ese modo, llegó a la interpretación de que un pensamiento reprimido puede irrumpir en la conciencia a condición de ser negado.
«No me parece, no, nunca se me ha pasado por la cabeza» es la reacción más común de los consultantes ante un contenido reprimido que hace sus primeros intentos de atravesar la barrera de la represión. Tomamos prestada la frase de Nietzsche: «todo lo profundo ama la máscara», y la huella (en este caso puntual) de que se está manifestando algo vedado para el sujeto es el NO, que conecta y da noticia de lo reprimido.
«Por medio del símbolo de la negación, el pensar se libera de las restricciones de la represión y se enriquece con contenidos indispensables para su operación» (S. Freud).
Desde esta mirada, la negación constituye el sustituto intelectual de la represión, negando el sujeto «se libera» de la represión, pero conserva su marca en el NO. Aquí, el proceso intelectual se separa del proceso afectivo y da como resultado una aceptación intelectual de lo reprimido con persistencia de lo esencial de la represión. En palabras de Freud, «la negación es un modo de tomar noticia de lo reprimido; en verdad, es ya una cancelación de la represión, aunque no, claro está, una aceptación de lo reprimido. Se ve cómo la función intelectual se separa aquí del proceso afectivo».
Freud dijo: «no se puede vencer al enemigo si no está presente», y sostuvo que el primer contacto con la salud es la conciencia de enfermedad; el No del neurótico en análisis evidenciaría los primeros intentos de sanar del sujeto. La negación le permite afirmar algo en el discurso a condición de que, al mismo tiempo, se lo pueda impugnar anteponiendo una negativa a la expresión.
—Yo no la amo. / Yo la amo.
Paradójicamente, el segundo modo que encuentre de hacerse cargo de su conflicto es negándolo. La primera es la demanda: asistir al análisis, asume (consciente o no) que necesita ayuda. Muchos, escudándose en miles de pretextos, no llegan al consultorio.
Por medio de estas disociaciones entre el afecto y el intelecto, el individuo va tomando contacto con el problema de manera atenuada, saltando las resistencias bajo la guía y contención del analista. A pesar de que los conflictos y las carencias del sujeto puedan establecer grandes desafíos, la aceptación es el único camino para extraer lo mejor de todo lo que hizo daño. El marco analítico y la voluntad sostenida del paciente, que implica caer y levantarse muchas veces, es el camino hacia el bienestar y la salud mental.
Bibliografía:
- Freud, S., La negación, 1925, O. C., XIX, Ed. Amorrortu, 1979, CABA
- Patri, Liliana Beatriz, Estructura y Negación, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires, 2016. https://www.aacademica.org/000-044/810.pdf
- Lacan, J., Introducción al comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud, en Escritos I. Ed. Siglo XXI, 2009.
- Lacan, J., Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud, en Escritos I. Ed. Siglo XXI, 2009.