Por María Fernanda Noble

La Galería Mercedes Giachetti se encuentra ubicada en el corazón de San Telmo, donde recibe cientos de extranjeros que visitan nuestro país. Mercedes, la dueña, que también es artista, asesora a los visitantes interesados en adquirir alguna obra. Su éxito radica en la variedad de las propuestas y en una nutrida agenda de artistas que esperan su turno para exhibir sus producciones.

¿Cómo funciona el movimiento de tu galería?
Siempre realizando distintas muestras con diversos artistas contemporáneos en distintas disciplinas. Por otro lado, continúo el proceso de creación de mis obras, sigo con el trabajo de la figura humana con distintas paletas, aunque  he cambiado algunos formatos.

Cuéntanos sobre las distintas paletas.
Estoy trabajando por series cromáticas. Generalmente con figuras femeninas, donde predomina el blanco en la superficie, y figuras que se abren con dinamismo. Hay series con tonos fríos, como los azules y violetas,y otras series con tonos más cálidos, como los amarillos y anaranjados. Y continúo también con la primera serie que desarrollé en esta temática que es con rojo, blanco y negro.

Una obra de arte es un desprendimiento del cuerpo, una progresión desde una mirada psicoanalítica. Y el cuerpo en tu obra es recurrente. ¿Qué piensas que pasa con ese cuerpo?
Está expresando los cambios, el movimiento constante de la experiencia, de la vida.

¿Cómo influye el color en esos cuerpos?
El estado de ánimo influye en el color. También la postura del cuerpo. Hay posturas que son más sosegadas, que están en un estado más de introspección, y para esas siento que las traduce mejor una paleta fría de colores más profundos. Quizás una imagen con más desprendimiento, más exultación, se expresa mejor con colores cálidos.

¿Cómo te gustaría que la gente mirase tu obra?
En realidad, no pensé en eso hasta que empecé a recibir comentarios del público, que son muy variados. Muchas veces el receptor hace una proyección cuando ve una obra. Hay personas que ven eso que yo quiero transmitir, que es el dinamismo. Otras personas ven más erotismo. Otras personas incluso ven algo más pasional o violento, en el caso de los contrastes y los tonos rojizos. La verdad es que es muy amplio el espectro de recepción de la obra.

¿Algún artista sirvió de norte para desarrollarte artísticamente?
No hay alguien en particular. De los expresionistas alemanes, me interesaba la fuerza de sus figuras. Mucha gente me vinculó con el futurismo por el tema del movimiento; pero es otro concepto el que yo quiero transmitir. No es el movimiento del ajetreo de la ciudad, la aceleración de la vida actual –a pesar de que quizás lo esté transmitiendo igual. Kokoschka me gusta mucho. Gustav Klimt, por la delicadeza de la figura, también. Quizás tendría que analizarlo un poco más, porque no es que hay un referente específico ni un movimiento pictórico en especial.

Hablando de cuerpos, ¿qué opinas de los artistas que usan su cuerpo a través de las performances como obra de arte? Los que se cuelgan, se pintan, algunos también se lastiman.
Creo que eso ya es arte más conceptual. Es válido, por supuesto, mientras que la propuesta tenga un fundamento, un contenido. Hay que analizarlo y que no sea una improvisación o solamente una provocación. Que sea una búsqueda, de lo que fuere, de una sensación o de reflexión, hasta de repulsión, pero tiene que tener un contenido. Desde mi lugar, no me interesa proyectar mi expresión de ese modo; siento que mi trabajo es más de taller, de soledad, me reflejo a través de la obra ya exhibida.

Pasando al tema de la galería, ¿qué artistas tienes ahora? Veo que también exhibes objetos muy contemporáneos realizados en hierro, metal y vidrios.
En los meses de Marzo y Abril exhibí, en la sala principal de planta baja, obras de tres artistas muy diversas entre sí. Una trabaja una serie de pintura oriental, ella estudió en China. Trabaja tintas y acuarelas con la técnica oriental del sumi-e, de la perspectiva atmosférica, de los espacios blancos. Esta artista es Marta Virgili. Después está Cristina Freydier que es muy prolífica en su obra, muy heterogénea. En este caso, está presentando diversas técnicas, hay obras en vitraux y también falso vitraux, que en realidad es acrílico. Presenta obra tanto de pared como objetos, hay mesas, sillas.

¿Estos objetos se pueden considerar esculturas o serían solo objetos?
Es un objeto porque es un elemento ya manufacturado y Cristinalo redefine, hay una redefinición de un objeto existente. Esa es la diferencia que se hace entre ensamble y escultura. En la escultura, el artista crea a partir de una materia, de un bloque de piedra o un modelado en arcilla. En este caso, una silla, una mesa, una guitarra, son objetos preexistentes que están sacados de contexto con un trabajo sobre el objeto. También tiene algunos espejos intervenidos y algunas obras en arte digital.

No me quiero olvidar de contarte sobre la tercera artista que tuve en la galería en esos meses, Noemí Massei. La de ella es una pintura más clásica, con acrílico. Presentó dos series: una con barcas y puertos, y otra con paisajes, sobre todo arboledas. Trabaja con contrastes de colores y pinceladas cortas; es una pintura constructiva, con breves pinceladas arma la imagen. En el primer piso, como siempre, tenemos muestras colectivas. Está mi obra permanente, la de Nora Maceratesi con paisajes urbanos, y también vamos renovando. Actualmente hay algunos paisajes, pintura geométrica y pintura abstracta expresiva.

¿En la galería tienes cubierto el calendario anual?
Sí, tenemos las muestras programadas para todo el año. El 21 de mayo inauguramos una muestra de tres artistas de La Plata. Silvia Crespo Copello con figura humana, obras imponentes en tamaño, dibujos y pinturas. Ella trabaja con pasteles y lápiz la figura femenina, generalmente. Roxana Mayeyoshimoto y Alicia Sottile, ambas, conpintura abstracta. Este mes, el 16, inauguramos  las obras de Graciela Bolettieri, Vivian Fraser y Silvia Kamín,que estarán exhibidas hasta el 10 de Agosto.

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