Nuevas modalidades y desafíos en el mundo del arte
Por Fiorella Sozzi
Aunque los acontecimientos sociales, políticos y económicos siempre dialogan y atraviesan tanto a las producciones como al mercado, lxs artistas y espectadores; el dinamismo del campo del arte se hizo evidente el último año.
La pandemia irrumpió en nuestras vidas modificando los modos de percepción y ser en el mundo, así como las formas de vincularnos entre nosotrxs y con las instituciones. Además, ha refrescado nuestro contacto con los miedos y la muerte.
En este nuevo contexto, nos vimos obligadxs a recluirnos en nuestro espacio íntimo, frenar la vorágine de nuestra praxis vital y reorientarla. Rápidamente los museos se refugiaron en la virtualidad, publicando colecciones y exhibiciones temporales, con intención de fomentar el acceso. Las redes sociales y el streaming permitieron sostener el contacto con los visitantes y el intercambio entre colegas, facilitando los lazos transnacionales.
En paralelo surgieron nuevas tiendas online, venta de obra en pequeño/mediano formato y reproducciones, abriendo la posibilidad a nuevo público de acceder a obras y a la par mitigar la crisis económica.
De todas formas, la experiencia del convivio[1] no es reemplazable, el arte se disfruta con todos los sentidos, nos pide el encuentro corporal, vincularnos con la materialidad y compartirlo juntxs. Entonces se multiplicaron las propuestas al aire libre, los talleres salen a la vereda y lxs artistas apuestan por las intervenciones urbanas.
Una propuesta innovadora fue la de Media Galería en San Cristóbal donde cada exposición abrazó la vidriera, luego de una amplia convocatoria donde muchxs artistas emergentes se presentaron para participar.
También, con energía autogestora se llevaron a cabo distintas Postas Culturales Sanitarias en Mu Trinchera Boutique con irrupciones en otros espacios de la ciudad, donde hubo micrófono abierto, música, poesía, danza y performances con una frase de creación colectiva «Acá hay un lugar para imaginar un futuro», de la mano de la organización Escena y con participación de Susy Shock.
Con la premisa «SI EL BARRIO FUESE UN MUSEO, ¿QUÉ MUSEO SERÍA?» se realizó la edición especial de La Gran Paternal, festival de ese barrio porteño donde se agrupan una gran cantidad de galerías y talleres que abrieron sus puertas.
Durante la primera parte del año, Sum Galería realizó entrevistas a 25 artistas visuales que reflexionaron sobre sus inquietudes y obras. Esto finalmente desembocó en una exposición colectiva y callejera llamada «El Asunto del Arte» en el marco de Territorio del Medio en Almagro.
Avanzado el año, museos y galerías tuvieron su reapertura presencial, pero con otras exigencias. Obligados a adoptar protocolos de recepción, con cupo restringido y reserva de turnos, aspectos que siguen alejando al público masivo.
La marea de la incertidumbre sigue en movimiento, pero muchxs están pudiendo nadarla. El año pasado exigió toda la creatividad de la comunidad, sobre todo lxs hacedores del ámbito independiente se vieron sumamente golpeadxs, por eso sigue siendo necesario un sólido acompañamiento por parte del estado y las instituciones del sector cultural en vistas de nuevas becas, subsidios y convocatorias con el fin de paliar las dificultades.
[1] Jorge Dubatti define al convivio como la zona donde acontece la reunión entre la poíesis del artista y el espectador, sin mediación tecnológica.
Foto Portada: Golden plaster head in a respiratory medical mask – Foto: Alexander Sobol, 2020
*La línea editorial de la revista El Gran Otro acepta el lenguaje inclusivo por el que ha optado su autor.