Entrevista con Sergio Baur, Director de Cultura de Cancillería.

Sergio Baur está a cargo de la Dirección Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores, departamento que se ocupa del envío nacional a la Bienal de Venecia. Desde que llegó el año pasado, implementó un sistema transparente y democrático para la selección de artistas.

 

El canciller Jorge Faurie fue quien lo sugirió para el puesto por su trayectoria diplomática y su amplio conocimiento en el arte y la cultura. Fue agregado cultural en la Embajada Argentina en España y Embajador en Túnez y Egipto.

Además es historiador, académico y curador. Realizó la curaduría  de numerosas muestras de arte en el ámbito local y en el exterior. Próximamente estará a cargo de una retrospectiva de Norah Borges en el Museo Nacional de Bellas Artes.

¿Qué cambió en la elección del artista que representa al país en la Bienal de Venecia de este año?

Junto a mi equipo, decidimos que el concurso para la Bienal de Venecia tenía que ser público y abierto. En ese sentido, se convocaron a todos los artistas y curadores para que presenten proyectos. Se llamó además a un jurado independiente, externo a la cancillería que yo presidí. Se recibieron 68 proyectos de artistas de todo el país, con el requisito que  vivan, residan y trabajen en la Argentina

¿Qué opina sobre la cultura como marca país?

Qué es fundamental. La cultura es uno de los productos más importantes de exportación que tiene la Argentina. No sólo en el ámbito de las artes plásticas, también desde la literatura, la música, el cine y otras expresiones artísticas. Todas ellas son excelentes embajadoras de nuestra identidad en el exterior.

¿Qué le parece que que se debe tener en cuenta para la selección de los artistas que mostraran sus obras fuera del país?

Hay que respetar a los jurados. Debido a su idoneidad, profesionalidad y experiencia tienen la mejor mirada para  hacer la selección. Con la elección del jurado y la comisión asesora buscamos que el proceso sea democrático, está conformado por personas muy calificadas, con distintas ideologías, que vienen de campos distintos.

Para la Bienal de Venecia, el jurado estuvo integrado por la doctora Laura Malosetti Costa, académica, crítica e historiadora del arte. Jorge Macchi, un artista con gran trayectoria, y sumamente exitoso y también Andrés Duprat, Director del Museo Nacional de Bellas Artes entre otros miembros. Mientras que la comisión asesora de asuntos culturales de la cancillería encontramos a Adriana Rosemberg Directora de la Fundación Proa, Eleonora Jauregui Berre, Subsecretaria de Cultura de San Isidro y María Victoria Alcaraz Directora del Teatro Colón, entre otros.

¿Se puede decir que tenemos una identidad, que hay arte argentino en un momento de globalización fuerte en la cultura?

No hay duda que el arte argentino se reconoce por sí mismo. Todo arte discute problemáticas que son locales. El artista está inserto en una situación histórica que lo lleva a inspirarse en determinadas cuestiones que están vinculadas a la cultura, a la historia, a la identidad del país.

En ese sentido se puede hablar de «un arte argentino contemporáneo», que es muy contundente y que presenta mayor interés no solo por el mercado internacional, sinó también por curadores, críticos y directores de museo. Tenemos grandes artistas que han trascendido las fronteras del país y que hoy son representativos en el exterior

En la Bienal de Venecia además del envío argentino representado por Mariana Tellería, el curador Ralph Rugoff invitó a dos artistas: Tomás Sarraceno y  Ad Minoliti. Ellos tienen sus obras expuestas en el sector de curaduría general de la Bienal: Minoliti en «Arsenales» y Sarraceno en «Giardini». Ellos presentaron dos obras contundentes que despertaron el interés del público y de la crítica.

 

 

¿En qué se destaca «nuestro arte»?

Hay mucha diversidad en el arte argentino, y eso lo hace tan rico. Suele ocurrir que inclusive los artistas más jóvenes están enlazados en alguna tradición del arte nacional, como es el caso de Nahuel Vecino. También, conviven muchas corrientes con naturalidad y riqueza, desde el conceptualismo hasta artistas que están relacionados a problemáticas sociales y políticas. Eso es notable en el discurso artístico argentino y se hizo visible en la presentación de Mariana Tellería.

¿Cómo fue la experiencia del primer envío realizado con esta modalidad, estas siete figuras de 5 metros de altura cada una, que Mariana Tellería produjo para esta ocasión?

Es impactante, estamos muy agradecidos a Tellería por este trabajo que es impecable. Son imágenes muy originales que no las teníamos en la retina, no se las puede referenciar a algo. Además esas figuras prescinden de iluminación externa, ya que se iluminan a sí mismas y crean un clima acogedor. El montaje de este trabajo llevó mucha dedicación, demandó casi 3 meses de construcción en Venecia. La artista es una “preciosista” de la creación, muy dedicada a las terminaciones de la obra.

 

 

Curadores especializados en arte latinoamericano como Marcelo Dantas y directivos de ferias como Patrick Foret que se ocupa de asuntos exteriores en Art Basel, comentaron que el arte argentino está en un momento de gran esplendor, ¿coincide con esa visión?

Lo vemos de la misma manera, realmente estamos convencidos que el arte argentino tiene un lugar ya conquistado y queda claro en la fuerte presencia en ferias y exposiciones internacionales. Los artistas trascienden la frontera de nuestro país por su calidad, talento y discurso vinculado a la contemporaneidad.

Es cierto que la argentina tiene una larga tradición en la presencia internacional y ha trazado un camino muy sólido. Pensemos que desde 1902 nuestro país se presenta en la Bienal de Venecia. Además, a partir de las vanguardias históricas de los ´20 y ´30 los artistas argentinos han participado de grandes muestras. Emilio Pettoruti ha exhibido con los futuristas en Italia; Xul Solar, en Alemania; Nora Borges, con los artistas de la vanguardia española. Hay una permanente presencia de la tradición pictórica y plástica de la argentina en el exterior

¿Por qué le dieron la condecoración en el acto inaugural al presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta?

Porque Baratta hizo posible que durante su administración la Argentina pudiera tener un pabellón nacional propio. Por esa razón, lo condecoramos desde cancillería con la orden del Libertador San Martín. En su discurso, explicó que la argentina era merecedor de ese pabellón maravilloso de 500 m2  por el gran talento que demostraron los artistas argentinos a lo largo de las sucesivas ediciones.

¿Tiene proyección y apoyo las artes visuales en un momento de crisis económica?

Creo que es sumamente halagador todo lo que le espera a nuestro arte hacia adelante y hay que apoyar económicamente, en la medida de la medida de lo posible. También logísticamente, que se vincula a la red que integran curadores, directores de museo, gestores culturales y comisarios,  entre otros actores. El fin es construir esta plataforma cada vez más visible, confiando en el talento, la calidad y en la proyección del trabajo tan delicado y fino que tienen nuestros artistas.

Tanto el estado como la sociedad civil, los galeristas, directores de museo, tenemos el compromiso de darle apoyo a la presencia de nuestros artistas en el exterior. En ese sentido, actualmente hay programas de instituciones privadas como Proa, que invitan curadores internacionales a la argentina para que tengan contacto con artistas y  curadores de nuestro país.

En una entrevista para este medio, Diana Wechsler  dijo que Argentina había tenido en el pasado una política cultural errática por momentos y se perdieron grandes oportunidades, ¿Se tomaron medidas para que esto no vuelva a ocurrir?

Hoy debido a la mayor fluidez de información y democratización de los  procesos de selección y transparencia, ayuda a que el sistema crezca. El acceso a la información es fundamental en ese sentido, dinamiza la comunicación y los procesos tanto en el ámbito local como en el exterior. Si se habla hoy con un gran curador o un historiador del arte internacional, tiene una idea fuerte de lo que se produce en la argentina aunque no haya estado aquí.

Cómo curador, está preparando una exposición de Norah Borges es en el Museo Nacional de Bellas Artes ¿Porque eligió este tema?

Va a ser su primera muestra en el Museo Nacional, a pesar de que vivió 97 años  y fue una artista representativa de la Argentina, es la primera vez que su obra va a llegar de forma completa a este museo. En esta exposición,  se va a poder apreciar su trabajo como gran artista de la argentina y como una mujer de la vanguardia y las problemáticas que enfrentó por  ser artista plástica en las décadas del ´20 y ´30.

 

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