Hotel Boca by Design, pasión por el detalle
Natalia Bonaventura
Último en integrarse a la cadena de hoteles Design Suites, del Grupo Solanas, el Boca es el primer hotel temático de fútbol; para sus organizadores, una apuesta innovadora. El desafío fue puesto en semantizar los objetos, las instalaciones, en pos de acercar al hincha a su pasión, pero sin obviedad, resaltando un cierto refinamiento en los detalles. Asociados con la empresa Museos Deportivos, lograron bucear en la memorabillia del equipo y expresarlo con todo su esplendor. Tiene una capacidad de 85 habitaciones dobles, 170 plazas; el valor agregado es el diseño y el arte: desde la arquitectura y el mobiliario hasta el champú llevan una impronta creativa y boquense.
El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Carlos Ott, quien recreó un espacio de cóncavos y convexos predominantes, y afinó la torre en los pisos superiores para crear un efecto de liviandad. Desde el ingreso se experimenta el «sentimiento azul y oro»; en el hall de entrada, recibe al huésped una instalación a escala monumental que representa montones de papelitos de cancha que caen hacia el subsuelo. Decorando las paredes, fotos de María Mochon evocan el barrio de la Boca. En el restaurante, de líneas simples, los acentos conceptuales se definen mediante grupos de cajas en acrílico, cada una con objetos alusivos: pelucas, arena coloreada, caireles, papel picado. Está abierto al público; la cocina es argentina y contemporánea, con el toque italiano que dio origen al equipo.
En la planta baja, cuatro vitrinas del artista Pablo Berra son motivo de típicas fotos; para los fanáticos, se relacionan con la pasión, la historia del equipo y la sensación del estadio: vuvuzelas, camisetas de época y carnets. En el primer piso, se emplazan el spa y el gimnasio, con asesoramiento de preparadores físicos. La piscina, de formato longitudinal, está decorada con venecitas azul-amarillo. En la doble entrada a los vestuarios, hay una pared dedicada al hincha; una letra de Discépolo compone un fotomontaje con imágenes de las tribunas a lo largo del tiempo, desde sus comienzos a la actualidad.
En las habitaciones, el arte se hace presente en cajas apaisadas iluminadas por detrás. Se convocó a doce artistas con la consigna «Arte y Boca», que resultó en una multiplicidad de recursos expresivos que realzan el valor artístico en cada suite. Las puertas capturan la atención en los pasillos; pintadas por el artista Martín Brandimarco, cada una representa a un jugador en tamaño real, clasificados en históricos, clásicos y actuales. En el interior de las habitaciones, todo el color se vuelve a un diáfano clasicismo. Las alfombras de Graciela Churba acompañan con sutileza, en tonos apastelados. Entre las obras interiores, exponen los artistas Laura Ferrando, Juan Carlos Fontana, Eduardo Andaluz, Roxana Moreno, Ariel Barbieri. La obra de Marcelo Iglesias impacta en esculturas de botines en resina, intervenidos. El minimalismo se expone de la mano de Berta Teglio, con sutileza de finísimos hilos tensados que arman formas esféricas y crean espacialidad mediante el cruce de líneas. Las obras textiles de Paula Diringer y el pop, con un toque kitsch, surgen como inspiración del estudio Medioverde.
El salón de eventos recibe con propuestas temáticas: festejos relacionados con los hinchas; en cumpleaños, se hace ineludible la propuesta gastronómica en azul y amarillo en macarons y cupcakes. Durante la semana, se ofrece para eventos corporativos, jornadas de trabajo y conferencias.
«La hotelería hace un tiempo se transformó en un conjunto de experiencias; no es como antes, que uno iba a dormir y a desayunar. Hay espacios que generan que la gente se quede», comenta Pablo Marchese, gerente del hotel.
La gente se interesa en ver a Boca, vivenciar esa pasión, cruzar a los jugadores, y la idea es que tengan cosas para hacer durante su estadía. Gran cantidad de público extranjero es atraído por la pasión del fútbol argentino y boquense, y todos los fines de semana la ocupación rebasa por la concentración del equipo en el hotel.
Concebido desde la paradójica unión entre lo popular del equipo y el lujo de los detalles, el Hotel Boca surge como un logrado espacio original.