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1 agosto, 2013

Erika Cuéllar: Preservar el Gran Chaco

Erika Cuéllar: la bióloga que entrena a la población del Gran Chaco para preservar la flora y la fauna de su hábitat

Por su trabajo la bióloga boliviana ha recibido el Premio Rolex a la Iniciativa

El Kaa-Iya del Gran Chaco, el parque nacional más grande de Bolivia, se caracteriza por tener el clima más caliente y húmedo de Sudamérica. Además, cuenta con 70 especies de grandes mamíferos, incluyendo jaguares, pumas y armadillos gigantes, en el bosque seco tropical protegido más grande del mundo.

Este medio árido e inhóspito ha sido el lugar de trabajo de la científica Erika Cuéllar durante más de diez años.

Erika Cuéllar ha estado a la cabeza de las iniciativas de conservación participativa con los guaraníes que habitan en los límites del parque. Su trabajo, basado en entrenar a la población local para que asuma la responsabilidad de la conservación de su propio hábitat, incluye hasta la fecha la gestión mejorada de las praderas y el fomento de la generación de capacidades.

Animada por su éxito en el parque nacional, Erika Cuéllar ha puesto la mira en la región del Gran Chaco, que incluye regiones de Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina. El Gran Chaco está habitado por varias tribus indígenas, cazadores nómadas, recolectores, comunidades pesqueras, agricultores y hacendados. Además, en sus bosques y matorrales habitan 3.400 especies de plantas, 500 de aves y 150 de mamíferos, muchas de las cuales existen únicamente en esta región.

Pero durante más de un siglo, la riqueza natural del Gran Chaco ha sido explotada de manera indiscriminada. Los hábitats naturales de varias especies han sido perturbados por el establecimiento de una zona militarizada como resultado del largo conflicto territorial entre Bolivia y Paraguay. La construcción de un gasoducto desde Bolivia hasta Brasil, las prácticas de ganadería intensiva y la invasión agrícola, así como la explotación de aguas subterráneas para la irrigación, han tenido un impacto negativo en la fauna y la flora del Gran Chaco.

Una de las víctimas más notables del impacto negativo creado por el hombre ha sido el guanaco, el ancestro silvestre de la llama doméstica, descrito por Charles Darwin como “un elegante animal con un largo cuello delgado y finas patas”. Se estima que unos 500.000 ejemplares de este animal de color canela deambulan por las vastas planicies de la Patagonia, pero solo una fracción de este número sobrevive en el Gran Chaco, representada por tres vestigios de población aislados en Bolivia, Paraguay y Argentina, cada uno con menos de 200 individuos.

En 2007, para contribuir a la protección de esta especie y de su hábitat, Erika Cuéllar creó un curso para entrenar a miembros de tres grupos étnicos nativos del Gran Chaco (guaraní, ayoreode y chiquitano) como parabiólogos. En el ámbito de la conservación, la parabiología es considerada una herramienta poderosa y sostenible ya que permite a las poblaciones locales aprender métodos científicos y adquirir las habilidades necesarias para liderar y mantener las iniciativas de protección ambiental.

Como habitantes nativos, estos parabiólogos representan además una manera muy influyente de transmitir la importancia de la conservación a las comunidades indígenas, y el proyecto ha recibido atención a nivel nacional e internacional.

Erika Cuéllar desea extender su proyecto a Paraguay y Argentina, y formalizar el modelo para hacer de la conservación una opción viable de empleo local a largo plazo. Su propósito es también incluir a los parabiólogos en el proceso de formulación de políticas e involucrarlos en una estrategia trinacional de conservación del Gran Chaco.

Erika Cuéllar ha demostrado ser una negociadora inspiradora e innovadora que se ha ganado el respeto de la población indígena y de los políticos por igual. Su elección como Laureada de los Premios Rolex a la Iniciativa es un reconocimiento a estas cualidades y servirá para apoyar la extensión de su enfoque participativo para la preservación de una de las últimas regiones verdaderamente silvestres de Sudamérica.

http://vimeo.com/57857831

Perfil

Conocida localmente como “la bióloga de los guanacos”, Erika Cuéllar es uno de los pocos expertos reconocidos en conservación de fauna y flora silvestre en Bolivia. Tras obtener dos títulos de postgrado en el Reino Unido, del Instituto Durrell de Conservación y Ecología y de la Universidad de Oxford respectivamente, Erika Cuéllar regresó a Bolivia con el propósito de garantizar la sostenibilidad del patrimonio natural de sus ancestros guaraníes. Como mujer en un medio patriarcal, Erika Cuéllar ha tenido que superar numerosas dificultades para ser aceptada por las poblaciones indígenas y los hacendados. En la actualidad es admirada en todo el país tanto por su tenaz dedicación como por su fortaleza física y mental. Ha fundado dos ONG en Bolivia dedicadas a la conservación y además es la coordinadora del Comité Boliviano para la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Filantropía Rolex

Los Premios a la Iniciativa y la Iniciativa Artística para Mentores y Discípulos son los dos programas filantrópicos insignia de Rolex. Creados en 1976 para conmemorar el 50 aniversario del Rolex Oyster, los Premios Rolex financian proyectos nuevos y en curso que abordan necesidades urgentes en todo el mundo y fomentan el conocimiento y el bienestar humano. Desde 2002, la Iniciativa Artística para Mentores y Discípulos ha reunido a artistas consagrados y talentos emergentes en seis disciplinas para un año de intensa colaboración.

Para mayor información: www.rolexawards.com