La llave en la mano
Bienal de Venecia 2015
Texto y Fotos: Mariano Barrientos, corresponsal en Venecia
El arte contemporáneo desde las bienales del mundo, interpela, nos seduce con sus interesantes propuestas. El Gran Otro quiso hacer un balance la Bienal de Venecia, evento que cada dos años, convoca una gran cantidad de publico, delegando una consigna a los artistas de los países participantes.
En medio de una congestión de turistas, caminé presuroso en dirección a la Giardini. Sus profusos jardines abrazaban los pabellones de la Bienal. Después de veinte minutos bordeando el Gran Canal atestado de vaporetos, atravesé el puente Rialto de la encantadora ciudad, envuelto en una brisa otoñal, mientras el calor húmedo aun se hacía sentir.
Este año la propuesta de la Bienal, «All the world’s futures» -Todos los futuros del mundo-, me pareció inusitada y ambiciosa, si pensamos en la realidad de los Estados subdesarrollados. Cada país representa esta consigna curatorial, con envíos de instalaciones, videos o fotografías. Debido a la situación actual, – guerras, homofobia, inmigración, etc- desde el arte se presenta la necesidad de proyectar, reflexionar sobre como será el futuro. Los temas recurrentes en esta edición son el medio ambiente y la cambiante relación entre naturaleza, tecnología y el ser humano, todo eso ensamblado en diferentes disciplinas.
En esta oportunidad, solo me referiré a una propuesta que por su metáfora me movilizó: En el Giardini, Chiharu Shiota, desde Japón, se destacó por su estilo sublime con «The key in the hand» -La llave en la mano-. Tal vez esa llave la tenemos nosotros, habrá que pensar como usarla. La instalación de Shiota producen espacios propios, me recuerdan a la exposición «Sincronizando hilos y rizomas» donde se hacen visibles centenares de hilos invisibles que nos unen a las cosas. En esta instalación-La llave de la mano-, el artista cuelga llaves suspendidas en un entramado, formado por una nube de hilos arriba del un barco desvencijado, quizás hace alusión al arca de Noe, esperanza de salvación. Los hilos rojos, como la pasión, se convierten en un tejido enmarañado, símil al social, representa esta humanidad sufriente, por donde circulan el miedo y el abismo, la vida y la muerte; hilos conductores de relatos particulares y universales, forman redes, espacios donde la vida cotidiana entra en conflicto, sin embargo esas llaves que cuelgan nos dan un soplo de esperanza, el anhelo de que cada uno, puede construir su libertad y ser el timonero de sus propios sueños.
En resumen, la Bienal de Venecia invita a reflexionar sobre temas actuales, estéticos, sociales y sobre el medio ambiente. Nos impele a comprometernos con la construcción de un destino, el del futuro del mundo, de la vida, para que el otro, el prójimo, no aparezca borrado y pueda fulgurar la piedad en medio de la noche.
Chiharu Shiota, actualmente afincada en Berlín, estudió Bellas Artes en la Universidad de Kyoto y posteriormente en Alemania. Expone regularmente en Madrid (Galería Nieves Fernánez), París (La Maison Rouge y Galerie Daniel Templon), Nueva York (Haunch of Venison), Londres (Hayward Gallery), Helsinki (Kiasma Museum), Berlín (Neue Nationalgalerie), Osaka (National Museum of Art) o Hiroshima (Museo de Arte Contemporáneo), entre otras ciudades. Próximamente su obra también se podrá ver en Moscú, Pittsburgh, Kochi, Eastbourne y en la Bienal de Singapur de 2013.