El Gran Otro regresa, como todos los años, a la feria más importante de la ciudad, esta vez en el Grand Palais. Durante cuatro días, el evento reúne a más de doscientas galerías expositoras provenientes de todo el mundo. En esta ocasión, quisimos enfocarnos en la propuesta argentina.

En primer lugar, visitamos el stand de Ungallery y el solo show de Jorge Miño, fotógrafo correntino que explora el ablandamiento de la arquitectura brutalista en series de placas que conforman un “desorden ordenado”, tajante en sus contrastes.

Entre las figuras consagradas se encuentra el trabajo mítico de Julio Le Parc, representado por la galería Vasari. Su obra invita a recorrer las formas geométricas tan características de su producción, y constituye una gran oportunidad de descubrimiento para quienes aún no conocen su vasta trayectoria. Sus retratos en cuarto oscuro, combinados con un juego surrealista de luces y sombras, otorgan una perspectiva de misterio a cada imagen.

Rolf Art junto con Tomás Redrado Art presentan otro solo show, esta vez dedicado a Julieta Tarraubela, joven artista radicada en Suiza. Con su serie The Secret Life of Flowers, propone un recorrido marcadamente contemporáneo: obras en constante movimiento y múltiples cuadros plateados conectados por cables a la vista crean una atmósfera de naturaleza artificial que capta de inmediato la atención de los visitantes. Con un toque poético, se aprecia la fragilidad de las flores, tan efímeras y bellas como los tulipanes, que deslumbran con su color para luego marchitarse, dejando siempre una huella de delicadeza.

Cada edición de Paris Photo no solo muestra tendencias, sino que cuestiona cómo construimos la imagen contemporánea. Este año, la presencia argentina aporta miradas que van del rigor geométrico a lo tecnológico y lo poético, ampliando los límites de lo fotográfico. En un noviembre que París dedica por completo a la fotografía, Argentina se posiciona como interlocutora activa en la escena internacional, dejando una huella clara y vigente.