TATE MODERN GALLERY La «alcoba» de Louise Bourgeois
Por María Gabriela Figueroa
El intenso potencial de la mirada psicológica
La actual muestra de Louise Bourgeois en la Tate Gallery se enmarca en las exposiciones denominadas «Artist Rooms» o «habitaciones de artistas». Estas se inician en el 2008, cuando el reconocido marchand, coleccionista y curador, Anthony d´Offay, dona 50 «dormitorios» de arte a la Tate y las Galerías Nacionales de Escocia. La iniciativa -sin parangón dentro de la historia de los museos británicos- dio origen a las «alcobas de artistas» que constituyen una colección de 1600 obras de arte contemporáneo realizadas por 40 destacados artistas internacionales. Tal es el caso de la exhibición individual de Louise Bourgeois en la Tate, que es la primera en ser presentada en la nueva galería de la Switch House, diseñada exclusivamente para presentar las muestras de las «habitaciones de artistas».
El principal objetivo de estos «dormitorios» son las muestras individuales para brindar una experiencia inmersiva y comprensiva del trabajo de un creador específico. La «alcoba» de Bourgeois exhibe una estratégica distribución espacial con una selección de sus trabajos tardíos, junto con un número reducido de piezas vitales de los años 70. Una breve antesala nos introduce a su poética con unos pocos trabajos paradigmáticos. Luego, una gran «habitación» plena de instalaciones, como una gran «Araña» que porta un huevo en su interior; dos ejemplares de su serie Celdas, «XIV: Autorretrato» y «Ojos y Espejos»; y algunas pinturas, entre otras obras, denotan los principales conceptos que allende su biografía, se refieren a temas universales: el nacimiento, la muerte, el amor, la pérdida y el miedo. Por último, en una pequeña recámara, objetos y escritos, mostrados como en un gabinete de curiosidades, se agrupan por semejanzas formales y semánticas, profundizando ideas relevantes para la artista. Tal es el caso de su interés en la filosofía y el psicoanálisis.
La poética de Bourgeois, alude constantemente a la costura y el bordado como símbolo de la reparación. Ambas cobran especial importancia frente al conflicto en las relaciones humanas representado en obras como sus Celdas. Las «Arañas» se reiteran por su capacidad protectora, tejedora y restauradora, por eso suele identificarlas con su madre. Ahora bien, el salto de escala de su «Araña» respecto a otras piezas, causa un extrañamiento surrealista. A su vez, sus arácnidos, podrían relacionarse con lo siniestro freudiano, dado que son algo familiar que se torna extraño -por su materialidad escultórica y monumental-, causando un cierto temor en el espectador.
El énfasis de Louise Bourgeois en la costura y los tejidos, se explican por su procedencia familiar vinculada a la reparación de tapices. La artista nace en Francia en 1911, en su juventud incursiona en varias escuelas de Bellas Artes. Se casa con el historiador del arte, crítico y curador, Robert Goldwater. En 1938, se muda a Nueva York, donde prosigue sus estudios en la Art Students League, desarrolla su carrera artística, y permanece hasta su muerte en el 2010. En su extensa trayectoria, la escultora, pintora y grabadora, tuvo influencias de Brancusi, Carl Andre y el surrealismo, entre otros. Siendo este último el que más perduró en su obra, junto con su enfoque orgánico y antiinformalista que suele experimentar con materiales no tradicionales en la escultura, como el látex, el plástico, el metal, etc.; al margen de sus piezas en madera, bronce y mármol. En los años 60 y 70 su obra se torna más sexualmente explícita y se vincula más aún con el feminismo y el posmodernismo. Recién en las décadas de los 80 y 90, alcanza el reconocimiento mundial merced a exposiciones retrospectivas y su participación en ferias internacionales.
En el trabajo artístico de Louise Bourgeois, abundan las memorias autobiográficas, ya que la artista sufría de insomnio y ansiedad, y valoraba el poder catártico del arte, al que consideraba esencial en su vida. Tal vez, eso explique que en su obra predominen objetos simbólicos, dibujos e instalaciones que hagan referencia a la soledad, el conflicto, la frustración y la vulnerabilidad. Sin embargo, tal como sostiene Ilka Becker, el potencial de las obras de Bourgeois se percibe en la tensión entre los rasgos autobiográficos y una sintaxis formalmente compleja y metafórica que brinda a los espectadores un espacio para proyectar su propia memoria y lugares fantásticos de deseo.
Foto 1: Louise Bourgeois, 1911 – 2010 Couple I, 1996 ARTIST ROOMS Tate and National Galleries of Scotland. Lent by the Artist Rooms Foundation 2013 © The Easton Foundation Foto 2: Louise Bourgeois, 1911 – 2010 Spider, 1994 ARTIST ROOMS Tate and National Galleries of Scotland. Lent by the Easton Foundation 2013 © The Easton Foundation Foto 3: Louise Bourgeois, 1911 – 2010 Cell XIV (Portrait), 2000 Steel, glass wood metal and red fabric ARTIST ROOMS Tate and National Galleries of Scotland. Lent by ARTIST ROOMS Foundation 2011 © The Easton Foundation Foto 4: Louise Bourgeois, 1911 – 2010 Eyes, 2001-5 ARTIST ROOMS Tate and National Galleries of Scotland. Lent by Anthony d’Offay 2013 © The Easton Foundation