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16 abril, 2019

Martin Creed – El poeta de lo cotidiano

Por Patricia Lago L y Maximiliano Turri

Martin Creed – El poeta de lo cotidiano

Martin Creed presenta hasta el 9 de junio, en el Centro Botín de la ciudad de Santander “Amigos”, una invitación a deslumbrarnos con lo simple.

 

 

“Amigos”, una palabra común que se nos hace invisible y encierra un concepto tan profundo que la transforma en necesaria, imprescindible en nuestra vida. Comprender lo cotidiano de forma pura, volver a deslumbrarnos con hechos o vivencias que nos inquietaron al descubrirlas, o permitirnos sentir todo lo que una palabra nos significa… De ello, del sentir a partir de la inocencia primigenia, del volver a nuestras emociones simples (no por ello sencillas) y entender las vivencias de nuestro mundo a partir de ello, nada más y nada menos, se tratan las experiencias que nos regala Martin Creed (Wakefield, Reino Unido, 1968) en cada uno de sus shows. En este caso, nos presenta “Amigos” en el impresionante edificio que Renzo Piano diseño para el Centro Botín de la ciudad de Santander, España. Con curaduría de Benjamin Weil, (quien es el director artístico del centro) el show es una extraordinaria combinación de pintura, música y performance, nos invita a experimentar el espacio de manera diferente y emocionarnos a partir de elementos simples. Antes de seguir, es importante destacar que es el mismo Creed quién prefiere la denominación “Show”, a la de “exhibición” o “exposición”, ya que el artista crea sus trabajos para ser “experimentados” por el espectador y no solamente contemplados. En “Amigos” la experiencia se extiende en la segunda planta del Centro, donde más de media docena de murales de gran tamaño cubren la totalidad de las paredes de las salas y los pasillos que comunican las mismas con la entrada, salidas y demás. Con patrones sencillos y una amplia y vibrante gama de colores, los murales resaltan el vacío de la sala generando un hermoso contraste con el amplio ventanal que mira hacia la bahía de la ciudad. En contraste con los colores y los patrones aparentemente minimalistas, uno de los murales está compuesto con la palabra “Refugiados”. Escrita en grandes letras, de forma repetida en aerosol, la palabra señala una de las preocupaciones del artista. Según explica el artista, “Refugiados” remite, no solamente a los movimientos migratorios, sino también a la necesidad de escape de alguna situación (propia, política, etc.) y la búsqueda de un hogar. Pero el show, va más allá: En disonancia el silencio de las salas, un cuarteto de músicos, interpreta una partitura creada especialmente por Creed para el show. Con atuendos diseñados él, junto a un/a violinista, un/a guitarrista y dos cantantes recorren el centro tocando la partitura de forma continua, desde la apertura al cierre. Por momentos corren, caminan hacia atrás, marchan en fila, todo mientras van tocando. La coreografía, que parece errática, ha sido desarrollada y orquestada por Creed en forma meticulosa. El show también se extiende a otros espacios y situaciones que no suelen ser habituales, así al montarnos en el ascensor que nos lleva a la sala, una obra sonora se activa, la palabra “Si” se repite en un “in crescendo” mientras subimos a la sala. Al bajar, un “No” descendente en tonalidades nos acompaña hasta la planta baja del centro. Por otro lado, nos encontramos que los empleados de taquilla y los cuidadores de sala también han sido intervenidos por Creed: sus uniformes pueden verse con salpicaduras de pinturas. Un total de 82 tonos de colores se pueden ver en esta intervención. En los jardines de Pereda, que rodean al centro, nos encontramos con el único objeto del show: la palabra “Amigos” representada en leds. En el parque, Martin Creed presenta una instalación lumínica que nos permite una nueva percepción del mismo, de acuerdo al momento en que lo presenciemos.

 

 

Previo a la inauguración de “Amigos”, Creed fue invitado por el centro a realizar un taller dentro del programa de actividades de talleres de artes plásticas del centro. El mismo, comenzó el 25 de marzo y se clausuró un día antes de la inauguración del show, el 5 de abril. Durante el taller, Creed creó la pieza musical que se escucha durante la muestra y en él participaron los músicos y artistas que luego la ejecutan durante el show.

 

 

Como en otros shows que Creed presentó en distintos centros de arte alrededor del mundo, ha sido elaborado teniendo en cuenta el contexto y el espacio donde se desarrolla el mismo. Las obras que el artista crea o presenta se adecúan al espacio, no para encajar en el mismo, sino para darle un nuevo sentido y potenciar lo que él quiere que experimentemos. A propósito de ello, si bien esto podría asociarse al arte conceptual, Creed prefiere referirse a sí mismo como un “expresionista”, al buscar más la experiencia del sentir que desarrollar un concepto o una idea. Encontrar la esencia del sentir, del experimentar los hechos o situaciones con una inquietud plena es la raíz de lo que él llama sus “experimentos”. Es por ello que Creed no se considera “artista plástico”, por lo menos en el sentido habitual al que suele darse a esa denominación y cualquier situación o elemento puede ser utilizado para realizar trabajos. Podemos recordar, como ejemplo de ello, la obra por la cual ganó el prestigioso Premio Turner el año 2001 y que actualmente forma parte de la Tate Modern: “Work N° 227: Las luces se encienden y se apagan”. Una sala vacía en donde las luces se encienden y se apagan con intervalos de cinco segundos; una obra de carácter inquietante, que nos puede llevar a la fascinación de cuando éramos niños. Otro ejemplo de sus experiencias (y por el que es gratamente recordado en el Reino Unido) fue “Work No.1197: All the Bells”, en la que el artista invitó a quien quisiera hacer sonar una campana (de iglesia de mano, cualquier formato era aceptado), timbre, bocinas, etc. durante tres minutos, a las 8:12 horas del 27 de febrero del 2017. El motivo era la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres. Esta “Performance Colectiva”, fue un éxito y lo llevó a Martin Creed a ser uno de los artistas más queridos de su país.

Por último, nos gustaría destacar el componente musical de la obra de Creed, también presente en “Amigos”. El artista ha desarrollado una carrera como músico que no distingue barreras entre esta actividad y la desarrollada en sus trabajos para galerías y centros de arte. Con una genial mezcla de estilos, su música es única y poderosa, con una energía coherente a la expresada en sus otros trabajos. Recomendamos escuchar sus canciones y ver sus videos, tan fascinantes como sus obras, tan fascinantes como lo cotidiano.

 

Martin Creed “Amigos”. Del 6 de abril hasta el 9 de junio de 2019. Centro Botín, Muelle de Albareda s/n, Jardines de Pereda; Santander, España.

 

 

Créditos Fotográficos. Show de Martin Creed: AMIGOS en el Centro Botín. © Fundación Botín-Centro Botín. Arquitecto: Renzo Piano, Santander 2018. Imagen: Belén de Benito.