Hasta el 12 de marzo, la galería Tim Van Laere presenta «DR. 50/50FITTYMESSE (Pump Away Reality)», una exhibición de nuevos trabajos de Jonathan Messe. La muestra celebra los cincuenta años de vida del artista y anticipa sus próximos cincuenta años.

 

Dos corceles, uno blanco y el otro negro avanzan briosos, mientras tiran de la opulenta y grandiosa carroza del arte, la cual es conducida por el mismísimo Richard Wagner. Dentro de la carroza reina un orden caótico y a la vez perfecto, como solo el arte puede lograrlo. K.U.N.S.T. es su bandera: A.R.T.E. Realizada con lienzos sobre bastidor ensamblados entre sí (pintados con apremio y decisión), maniquíes, muñecos y elementos de todo tipo, la instalación, funciona como fiel alegoría de la obra y el pensamiento de Jonathan Messe (Tokyo ,1970). Para Messe, el principio rector de la vida es el ARTE. Para el artista, el ARTE es un concepto que va más alla de la producción de sus obras, es el principio rector en donde la vida, el orden y la libertad son absolutos. El ARTE, para el artista es evolución y es contrario a las ideologías y creencias, las cuales, consideran que limitan el pensamiento y el crecimiento. Según Messe, en el arte uno es libre de manera absoluta y la obra de arte va más alla de la interpretación, la historia o las ideas, sean estas políticas o filosóficas. El arte es, para Messe, un totalitarismo que a su vez es absolutamente igualitario y libre. También es juego libre sin reglas a partir del cual Messe crea sus obras, sean pinturas, esculturas, instalaciones y performances. Es por ello que los lienzos de la instalación, con sus salpicaduras, trazos pueden transformarse en corceles y el muñeco relleno estampado con radiografías se transfigura en Wagner. En el Juego y arte del artista todo es válido pero a la vez puro. No hay cargas simbólicas, las formas que aparecen son primigenias no están relacionadas a significados, creencias, cargas simbólicas o ideologías de ninguna índole. Ello le permite volcar en sus obras todo tipo de imágenes y signos, desde cruces cristianas hasta esvásticas y referencias escritas de distinta índole. Sus trabajos se crean al margen de lo real, existen en la realidad del ARTE. Esta idea de creación artística, que Messe defendió desde los inicios de su carrera y que le brindó una solida reputación, no ha estado exenta de polémica. Varias veces ha sido acusado de provocador y hasta ha sido denunciado ante la justicia en Alemania, país en donde vive y desarrolla su carrera, por haber realizado en sus performances acciones similares al saludo que realizaban los simpatizantes del nacionalsocialismo. Si bien la denuncia fue desestimada en la justicia, aun hoy genera polémica.

 

 

Durante la exhibición del artista en la galería Tim Van Laere se presentan una treintena de obras: La instalación citada y otra más pequeña, dos esculturas de bronce y más de veinte lienzos de mediano y gran formato. Sus pinturas, realizadas con trazos precisos y de manera rápida, son de una exuberancia profundamente conmovedora. Son viscerales, crudas, impetuosas, pero también hermosas y llenas de optimismo. Por momentos estremecedoras a la vez que divertidas; aparentemente dramáticas, están colmadas de humor y vigor. Lo que a primera vista parecen composiciones caóticas, desprolijas, se transforman, con una mirada más atenta, en vigorosas imágenes donde la materia y el gesto se conjugan en un equilibrio perfecto. La potencia de esta conjunción se completa con las representaciones y referencias que aparecen en las pinturas, a medio camino entre la ironía y la inocencia. Así, la mayoría de las obras expuestas expresan la idea del arte como sistema o juego liberador, en el mismo artista aparece sugerido, como personificando distintos personajes o ideas: Como un luchador del arte con cicatriz; como un héroe mezcla de Rambo y Batman, con un ojo dorado, como una mezcla de ratón y Hitler, etc., no son necesariamente autorretratos, es el artista dentro de su concepto del arte, luchando por él, exhibiendo sus influencias, que van desde el expresionismo alemán hasta los cuentos infantiles o el cine. Un magnífico ejemplo de ello es el monumental políptico «Dr. PUMP AWAY REALITY (HERZBUBE DE LARGE!)» de nueve metros y medio de ancho y tres metros y medio de alto. Considerado por Messe como una de sus obras maestras, es una explosión de materia y color, donde la silueta del artista (literalmente) es la figura central. Sus dedos (¿Uñas?) se extienden hacia los extremos de la pintura, a la vez que varias figuras se mezclan con referencias escritas acerca de sus referentes y obsesiones: Desde «Dr. No», el film de James Bond de los ‘60 a Humpty Dumpty. Palabras como LOVE o EVOLUTION se resaltan en la obra y rodeando a la silueta, la palabra directriz de todo: KU.N.ST., A.R.T. Aparece también, como en varias obras de la exhibición, el número cinco, que el artista relaciona con el futuro y lo desconocido.

 

 

Entre las pinturas, hay varias que representan a su madre, o como le gusta decir a Messe, su autoridad natural. Brigitte Messe, de noventa años de edad ya, es además de su madre, su asistente de taller. Con ella, el artista suele discutir sus proyectos además de ser una referencia en sus pinturas y una presencia habitual en sus videoperformances.

 

 

En su conjunto, la exhibición es de una exuberancia feliz, que atrapa y fascina. La alegría con que las obras han sido ejecutadas se percibe, la necesidad de hacerlas esta en cada lienzo, en las instalaciones, en las esculturas… Es una celebración sin duda, pero no solo de los cincuenta años que acaba de cumplir Jonathan Messe, es la celebración de sus próximos cincuenta, los cuales serán determinados por la «Dictadura del Arte».

 

 

Jonathan Messe «DR. 50/50 FITTYMESSE (Pump Away Reality)».
Del 23 de enero al 12 de Marzo, En Tim Van Laere Gallery, Jos Smolderenstraat 50, 2000 Amberes, Bélgica.

 

Créditos Fotográficos:
2019 © PHOTOGRAPHY JAN BAUER . NET / COURTESY JONATHAN MEESE . COM

 

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