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17 enero, 2020

La mirada excéntrica

Por Nadia Paz

La mirada excéntrica

El Museo Nacional de Bellas Artes presenta una selección de obras y textos en primera persona del artista argentino César Paternosto, quien ha dedicado su carrera a desafiar los límites de la percepción, poniendo en juego los modos de ver en las obras de arte.

 

¿Cómo miramos una obra cuando nos paramos frente a ella? ¿Por qué lo hacemos de frente y no en diagonal, o parados de cabeza? ¿Cómo percibimos los colores, completamos la forma y asimilamos el sentido que el artista dio a su creación?

 

 

César Paternosto se cuestiona lo establecido en el arte y propone una mirada que desafía los límites de la percepción. Durante todo el verano porteño, las obras de este artista platense, se exhiben en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA – Libertador 1473, CABA) con la curaduría de su director Andrés Duprat. La retrospectiva reúne 40 obras realizadas en los años 60 y 70 junto a otros trabajos recientes y una obra de sitio específico inédita que resume la obra del artista a sus ya cumplidos 88 años de edad.

 

 

Paternosto es uno de los referentes nacionales de la pintura abstracta. «Sus trabajos son metáforas del ensueño geométrico anhelado, en el que late una dimensión animista que lo excede o impugna. La experiencia visual que plantea invita a descubrir la interrogación por la presencia de las formas en el mundo. Pero, además, lleva los límites de la bidimensionalidad de la pintura, apostando a la deconstrucción de las convenciones pictóricas con una propuesta singular: al trabajar sobre los bordes del cuadro, opera un desplazamiento de sentido que indica un modo diferente de asumir la institución reglada del arte», afirma Duprat.

 

 

Muchas de las obras expuestas son exhibidas por primera vez ya que forman parte de colecciones privadas, que no entran en contacto con el público. Asimismo, la obra Continuidad Tectónica, que forma parte de la muestra, fue realizada por el artista específicamente para esta oportunidad y en el futuro pasará a integrar la colección del museo. Por su parte, la instalación de sitio específico Deconstrucción Pictórica es una novedad ya que plantea una experiencia tridimensional de gran escala. Implica meterse, sumergirse dentro de la geometría del color para realizar una exploración topográfica que reconfigura conceptual y perceptualmente el espacio tiempo sugerido. El artista da vuelta las jerarquías entre creador y espectador para que sea éste último, el encargado de completar la obra.

 

 

Nacido en La Plata en 1931, dedicó su vida al arte atravesando distintas tendencias y estilos hasta llegar a la síntesis que despliega en la actualidad. Una de sus más reconocidas series es Mirada Oblicua, una selección de cuadros que sólamente se encuentran pintados en sus bordes dejando el cuadro completamente blanco en el frente, y obligando al espectador a moverse de un lado al otro para encontrar la forma, el color, la línea, o algún rastro que pueda darle sentido. Y al mismo tiempo, y tal como afirma el curador, la superficie frontal queda devaluada en relación a los bordes, ejerciendo una tensión dialéctica entre la superficie vacía y el costado pintado. «Esta visión oblicua o lateral ofrece la experiencia inédita de experimentar la pintura en una secuencia: imagen – vacío – imagen. La entidad visual emerge en su integridad después de esa secuencia porque la totalidad de la imagen debe ser reconstruida mentalmente – cuando se está viendo un lado se debe tener en mente el otro que no está frente a los ojos – para aprehender toda la obra», afirma el artista. En esta serie, el vacío se torna un espacio lleno de significaciones. Al dejar la tela totalmente en blanco, el espectador no encuentra sentido si no es obligado a moverse de lado a lado. Y al mismo tiempo, al ser una obra blanca sobre una pared blanca, el artista llega al grado cero de la abstracción, al pintar la obra más plana posible.

 

 

 

Sumergido en un universo que oscila entre elementos de la cultura occidental y oriental, Paternosto exhibe muchas de sus obras más reconocidas en esta muestra que expone los fundamentos de su trabajo artístico. Si como afirma Maurice Merleau Ponty, el mundo es todo aquello que percibimos, Paternosto nos plantea esta paradoja: hay mundo porque hay línea, plano, color, etc, pero también un lado ciego, un vacío que debe ser llenado por la propia subjetividad individual de quien percibe. En este sentido, afirma que «el lenguaje geométrico es un paso previo a las formas puramente espirituales», dejando abierto el camino para la apropiación y resignificación particular de quien percibe la obra.

 

 

La muestra permanecerá abierta hasta el mes de febrero en las salas 37, 38, 39 y 40 del primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes (Av. Libertador 1473) y puede visitarse de martes a viernes de 11 a 20 hs y sábados y domingos de 10 a 20 hs.

Fotografías: Museo Nacional de Bellas Artes