Wim Delvoye – El Gran Perturbador
Por Por Patricia Lago L. y Maximiliano Turri
Los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica presenta hasta el 21 de Julio la primera exhibición antológica de Wim Delvoye, uno de los más importantes artistas belgas contemporáneos. Cerdos tatuados, camiones de diseño gótico, crucifijos para representar esquemas científicos y hasta una máquina de excrementos: Creaciones inquietantes para comprender el mundo actual.
En el mundo actual en donde lo correcto prima, el orden, la clasificación y la inmediatez es imperante para el control, el enfrentarse a la obra de Wim Delvoye (Wervik – Bélgica, 1965) representa un desafío extremo que obliga al espectador a cambiar y hasta vencer más de un (PRE)juicio sobre sus convicciones. Artista inclasificable, Delvoye propone en sus trabajos inquietantes juegos de extremos mediante inesperadas asociaciones de conceptos, llevando constantemente al límite aquello que entendemos por “Arte”. Si bien en sus obras (el artista las considera objetos o producciones, no arte) nos presenta un espíritu Dadaísta con una actitud provocadora y perturbadora, Delvoye plantea en su hacer, una profunda reflexión sobre el ser humano y su relación con el mundo contemporáneo. Sus límites, sus contradicciones, sus ideas y creencias son expuestas en sus trabajos con extrema precisión y exquisita factura, resultado de la fusión de las técnicas tradicionales con las últimas tecnologías. Actualmente, una exquisita exhibición antológica, nos permite vivenciar esas expresiones que lo definen, en el Museo de obras Maestras, que forma parte del grupo de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica hasta el 21 de julio del corriente año. Con una excelente curaduría a cargo de Pierre-Yves Desaive, la exhibición reúne una veintena de obras que abarcan más de veinticinco años de producción. La muestra comienza con un conjunto de relieves de corte clásico que representan aparentemente escenas de combate en una ciudad moderna. Realizados en mármol, con un grado de detalle deslumbrante, hay elementos en la escena que desconciertan: barras horizontales en la parte inferior de la composición o cuadrados con armas en la parte inferior derecha de la imagen parecen completar la escena como una Gestalt y a la vez rompen la composición del espacio. El título de la obra despeja cualquier inquietud: “Bas-reliefs Counter-Strike and Fornite”; en efecto, las escenas representadas en el mármol son capturas de pantalla cuidadosamente seleccionadas del “Counter-Strike” y el “Fortinte”, dos juegos on line, sumamente populares en la actualidad en donde millones de usuarios de todo el planeta libran diferentes batallas virtuales entre sí para obtener beneficios dentro del juego y superar ascendentes niveles durante la contienda. Es inquietante ver las obras e imaginar que las futuras guerras se librarán para la conquista de mundos virtuales… Estos conjuntos de piezas presentan varias de las características que distinguen a las creaciones de Delvoye: la apropiación de formatos y de una imaginería tradicional para elaborar sus trabajos. Así los relieves se perciben como obras clásicas, antiguas, pero a la vez, actuales. Deslumbra en el grupo de obras expuesto la asombrosa calidad de su factura: están realizadas con un grado de precisión y meticulosidad pocas veces vistas en el arte actual. Ello es posible gracias a que el artista y su equipo suman al trabajo habitual con las técnicas tradicionales, la utilización de las tecnologías múltiples del siglo XXI. Así, los mármoles de esta obra han sido realizados con una moladora de piedra de alta precisión. Por último, es interesante destacar otro factor fundamental y que va a contracorriente, muchas veces del arte contemporáneo, el recurso del tiempo. No hay apremio para la creación, las obras de Wim Delvoye se producen durante meses y hasta años. Es decir, hasta que el artista, considere que las ha finalizado.
La exhibición presenta varios de los trabajos por los que Delvoye es reconocido y que ya forman parte de la historia del arte reciente. Son propuestas desafiantes que han generado polémica y que continúan abriendo debates acerca de los límites del arte y la creación. En la exhibición se presenta “Cloaca New and Improved” (2001) una de las diez versiones de “Cloaca”, obra fundamental dentro de la producción del artista. “Cloaca” es una máquina creada por Wim Delvoye, la cual, como los seres humanos, recibe alimentos para posteriormente, luego de atravesar varios procesos, los transforma como resultado en excrementos. El pensar acerca de las posibilidades y los límites en la utilización de las múltiples tecnologías versus la naturaleza; la reflexión sobre el sentido de la creación artística; la crítica acerca del mercado del arte actual y los bienes de lujo (Vale mencionar que el artista, vendía los excrementos producidos como piezas de arte), son algunas de las múltiples reflexiones y discusiones que produce aún hoy esta pieza icónica del arte del siglo XXI.
“Art Farm China” es otra emblemática obra de Delvoye. A fines de los noventa el artista comenzó a tatuar cerdos previamente afeitados y anestesiados, con distintos motivos: Personajes de Disney, logotipos de marcas de lujo, tatuajes habituales como corazones y cuchillos, etc. Una vez tatuados, los cerdos eran criados y mantenidos cuidadosamente como “obras de arte vivientes” en una granja, la muerte acaecía por causas naturales. Posteriormente y siguiendo el procedimiento ideado por el artista, la piel de los cerdos muertos, debía ser removida, enmarcada y exhibida como obra de arte. El hecho de haber sido denunciado en el año 2003 por la Asociación Belga de protección animal, llevó al artista a mudar su proyecto a una granja en las afueras de Beijing, China, sitio en el cuál, las leyes eran laxas al respecto. El proyecto continuó hasta el 2010 y en la exhibición se puede ver el registro de “Art Farm China” en video y a tres pantallas. Más allá de la mezcla entre la exquisita y mundana cultura y la cultura popular, el morbo y la delicadeza, también el observador verá que está presente la crítica social en relación al arte, al fin y al cabo, los cerdos llevaban una excelente vida en la granja, por ser “obras de arte” en sí mismos. Es notable encontrar en Wim Delvoye a un artista que escapa a un rótulo, a una única técnica, a una expresión cerrada de su hacer y ha buscado y sigue transitando nuevos caminos. Así, en las salas del Museo de obras Maestras, de Bélgica, exhibidas junto a importantes obras de gran grandes maestros podemos actualmente ver piezas de la serie “Rorschach”, la sorprendente aproximación escultórica al famoso test, realizadas a partir de copias de esculturas del siglo XIX, como así también, ver las exquisitas esculturas “Twisted Works”, de las cuales se presentan tres obras, que son nuevas versiones de esculturas del siglo XIX pertenecientes a la colección permanente del museo.
Entre el resto de obras que componen la exhibición (es grande la tentación de comentar todas, pero esta nota se transformaría en un ensayo), llaman la atención del visitante, dos obras que nos convocan a reflexionar acerca del cómo y por qué la ciencia y la tecnología están cubiertas de un halo religioso. Una de ellas nombrada como “Days of the Week”, se encuentra en una sala presentada como un conjunto de vitreaux similares a los que aparecen en las catedrales y templos cristianos, pero que, en vez de representar en su diseño las habituales escenas religiosas, los vitreaux nos enseñan en ellos dibujos similares a las imágenes de las radiografías de distintas partes del cuerpo. Por otro lado, en “Helix DHAACO/ holy Family”, Wim Delvoye utiliza para su creación, uno de los máximos símbolos religiosos: La crucifixión. La obra consiste en formar con varios crucifijos, la representación de una cadena de ADN, alentando a nuevos debates sobre ciencia y religión.
Para finalizar, vale mencionar, que al disfrutar de la obra de Delvoye, nos viene siempre a la mente el genial representante del romanticismo inglés, William Blake y su sentencia incluida en sus “Proverbios del Infierno”: – “El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría” –. Wim Delvoye es, sin lugar a dudas, un sabio.
Wim Delvoye. Reales Museos de Bellas Artes De Bélgica. Museo de Obras Maestras.
Rue de la régence 3, 1000 Bruselas, Bélgica.
Hasta el 21 de Julio de 2019.
Créditos Fotográficos
Foto Portada: Wim Delvoye, Qamsar, Tabriz, Shahreza, Arak, Karaj, Khermanshah, Bidjar & Yazd en la Sala Rubens de Los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica. 2019. © Cortesía Wim Delvoye / Foto: Dirk Pauwels.
Fotos 2 – 12: © Cortesía Wim Delvoye / Foto: Studio Delvoye.
Fotos 13 – 16: Foto: Odile Keromne