La Bienal de Arte Contemporáneo regresa a Venecia y El Gran Otro se hace presente como cada año. Esta 59 edición lleva por título “Il latte dei sogni” (La leche de los sueños), en homenaje al libro de Leonora Carrington, gran figura del surrealismo, quien imaginó e ilustró estos misteriosos cuentos de hadas en México en la década de 1950 e imaginan un mundo libre de infinitas posibilidades y también representan la alegoría de un siglo que ha ejercido una presión insostenible sobre su identidad, obligando a la autora a vivir en el exilio y a permanecer en un hospital psiquiátrico, convirtiéndose en objeto de perpetua fascinación y deseo, pero también una figura de rara fuerza y ​​misterio, siempre escapando de los límites de una identidad fija y coherente, explica la curadora de la exposición Cecilia Alemani.

 

 

Hoy vivimos en un mundo invadido por la tecnología, donde las interacciones entre nuestros cuerpos y los objetos electrónicos son cada vez más invasivas, creando un mundo virtual en el que todos pueden cambiar, transformarse en algo o alguien más.

La pandemia de Covid y los desastres ambientales desafían nuestra existencia, mostrándonos que no somos ni invencibles ni autosuficientes y que somos parte de una red simbiótica de interdependencias con otras especies y nuestro planeta en su conjunto. ¿Cómo está evolucionando la definición de ser humano? ¿Qué constituye la vida y qué diferencia a los animales, las plantas, los humanos y los no humanos? ¿Cuáles son nuestras responsabilidades con el planeta, otras personas y los diferentes organismos con los que vivimos? ¿Y cómo sería la vida sin nosotros?

 

 

Las obras de los artistas expuestas en la Bienal intentan responder a estas preguntas centrándose en tres temas principales: La representación de los cuerpos y su metamorfosis, la fusión de lo orgánico y lo artificial. La relación entre los seres humanos y las máquinas. Los vínculos entre nuestros cuerpos y la naturaleza.

 

 

Sonia Boyce recibe el león de oro a la mejor participación nacional (Gran Bretaña),  gracias a su exposición “Feeling Her Way”. Su instalación contrasta videos coloridos, papeles pintados que reproducen un sinfín de patrones geométricos y rostros femeninos junto a bloques dorados, especie de lingotes en bruto. Señala intensamente las múltiples discriminaciones y hace oír las voces de quienes sufren el sexismo, el racismo y el desprecio de los dominantes.

 

 

Gabriel Chaile, artista oriundo de Tucumán, influenciado por su enfoque antropológico, presenta una serie de esculturas monumentales en consonancia con las tradiciones nativas de América del Sur. Sus obras representan a miembros de su familia, según el testimonio oral que recibió de sus familiares, representando el vínculo comunitario que los une. Entre el humor y la poesía, sus esculturas afirman la identidad social e íntima.

 

 

Los artistas proponen nuevas alianzas entre especies y mundos habitados por seres porosos, híbridos y múltiples que recuerdan a las extraordinarias criaturas de Carrington. Bajo la presión cada vez más omnipresente de la tecnología, los límites entre cuerpos y objetos se han transformado por completo, lo que ha dado lugar a profundas mutaciones que remodelan subjetividades. Cecilia Alemani, a través de las obras de los artistas de esta Bienal de Arte 2022, desea sumergirnos en un “re-encantamiento del mundo”, ¡La leche de los sueños!

 

 

Texto y fotografías: Mariano Barrientos

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